Ha sido determinante la reciente reunión que ha mantenido el delantero brasileño con Tuchel, su futuro técnico en el equipo de París.

 

El horizonte le queda más claro que nunca a Neymar: se queda en París. Le gusta Tuchel, con quien ha conversado, entiende que un segundo año le permitirá mejorar tras una temporada irregular, y además las posibilidades de salir eran escasas, por no decir nulas, desde el momento en el que PSG no le quiere vender este verano y su contrato no tiene cláusula de rescisión. Para entender su decisión, hay que poner todo en contexto. Como le ocurrió en su primer año en Barcelona, el crack está sufriendo una adaptación más larga y complicada de lo esperado. Cuando eso le ocurre, Neymar prefiere de primeras buscar las soluciones en otro lado.

Tras doce meses duros en Barcelona, con momentos de morriña tras una lesión, Neymar quiso irse. Pero al final no solo se quedó, sino que acabó tan enamorado del Barça, de la plantilla y de la ciudad que incluso pensó en regresar al poco de llegar a París. Y es que en Francia le ocurrió lo mismo. No se siente a gusto en la capital francesa, no tiene demasiados amigos en la plantilla, no aprecia la reacción de un sector de la afición que no acepta sus idas y venidas a Brasil, y no está adaptado al club, pese a los esfuerzos de Emery con quien conectó mucho más de lo que se dijo.

A los cuatro meses de su llegada, tuvo una conversación profunda con el español donde este descubrió a un chico tímido que no acababa de adaptarse a su nueva vida. Unai recogió el testigo e hizo lo posible para que su estrella fuera feliz. Los rumores sobre su marcha han sido una mezcla de la lógica conclusión de la prensa y los movimientos de su entorno. El Madrid ha tenido la mente abierta a cualquier posibilidad pero no ha buscado activamente concretar el traspaso.

En todo caso, los Neymar son conscientes de que su marcha era prácticamente imposible, pero necesitaban descubrir qué tipo de relación se establecía con el nuevo entrenador. Tuchel se reunió con el futbolista y conectaron. El alemán le hizo saber que su presencia era esencial, que le ayudaría en todo, que se iniciaba una nueva aventura. Y Neymar le ha comprado la idea, le gusta lo que le proyectó. Así que ha decidido quedarse en París y centrarse en el Mundial primero y en una mejor campaña en el PSG a partir de julio.

 
 
 
 

 

FUENTE: AS