El líder espera tomar las riendas en la Comunidad Valenciana, Asturias, Madrid, Canarias, Cantabria y Murcia, y consolidarse en Galicia, Navarra, Castilla y León, Baleares, La Rioja y el PSC
La segunda parte de la batalla socialista ya está en marcha. Pasado el 39º Congreso Federal, Pedro Sánchez quiere amasar más poder. Controlar el poder territorial. Erosionar la fuerza de los críticos. Vencer a los algunos de los barones que le fueron hostiles y contribuyeron a su caída en octubre. El secretario general aspira a tomar las riendas de una decena de federaciones: dar la vuelta a la Comunidad Valenciana, Asturias, Madrid, Canarias, Cantabria y Murcia, y afianzar Galicia, Navarra, Castilla y León, Baleares, La Rioja y el PSC. En Andalucía la balanza se seguirá inclinando hacia Susana Díaz; en Extremadura el viento sigue soplando a favor de Guillermo Fernández Vara; en Castilla-La Mancha no se vislumbra oposición fuerte contra Emiliano García-Page, en Aragón primero se ha de dilucidar si Javier Lambán da un paso atrás o continúa, y en Euskadi no hay duda de la continuidad de Idoia Mendia, apoyo clave de Patxi López, ahora en la ejecutiva federal como cuota de integración. Puede que no todas las batallas salgan redondas para Sánchez, pero lo cierto es que conquistar poder territorial servirá para asentar su liderazgo. Porque su control de la ejecutiva es absoluto, y en el comité federal el peso de los críticos es muy menor.
La mayor parte de los congresos regionales se están librando ya. Hay 12 formalmente convocados —Andalucía, Valencia, Extremadura, Castilla y León, Canarias, Euskadi, Navarra, La Rioja, Baleares y Cantabria, más Ceuta y Melilla—, otros que lo serán próximamente (Asturias y Murcia) y otros cuatro que comenzarán a organizarse, en principio, a la vuelta de las vacaciones de verano (Madrid, Galicia, Aragón, Castilla-La Mancha), porque el del PSC, que es un partido hermano, ya se celebró en el otoño pasado y se saldó con la reelección de Miquel Iceta, alineado con Pedro Sánchez. La mayor parte de los cónclaves ya convocados culminarán su proceso (tanto las primarias como el propio congreso) en julio, aunque hay otros territorios que han optado por separar en el tiempo ambos hitos y hacer la segunda parte en septiembre.
De los procesos convocados, donde se la juega Sánchez es en el PSPV. Allí concurre el alcalde de Burjassot, Rafa García, contra el presidente Puig
La federación en la que ahora más se la juega Sánchez es la valenciana. Es la segunda de mayor peso en número de militantes tras Andalucía, y en la que es factible que el alcalde de Burjassot (37.000 habitantes), el sanchista Rafa García, pueda batir al ‘president’ Ximo Puig. Aunque el discurso de Ferraz es el mismo durante los últimos días —el de que no «alentará» candidaturas alternativas, pero tampoco «cercenará» ni «impedirá» que se presenten—, la conexión de García con el restituido líder es evidente. El regidor ejerció deanfitrión del mitin, el pasado 26 de marzo, con el que Sánchez pretendió rivalizar con Díaz, que celebraba su puesta de largo como candidata en Madrid. García tiene hilo directo con el nuevo secretario de Organización, el valenciano José Luis Ábalos, y además fue proyectado como secretario de actas del 39º Congreso Federal el pasado sábado, justo cuando su nombre se afianzó como alternativa a Puig.
Puig, con algunos referentes sanchistas
Sánchez arrolló en Valencia en las primarias del 21 de mayo. Se apuntó un 62,77% de los votos frente al 28,54% de Díaz. Una diferencia abismal que hace pensar que el ‘president’ y todavía líder del PSPV pueda ser derrotado. Pero su núcleo duro considera que la contienda no es ni mucho menos la misma, que los militantes saben diferenciar procesos, y que igual que mayoritariamente se volcaron con el exdiputado madrileño hace un mes ahora puede que lo hagan con quien reconquistó para el PSOE la Generalitat tras 20 años del PP en el Gobierno. Además, Puig está haciendo campaña con dirigentes que sí respaldaron antes a Sánchez, más o menos explícitamente, como su portavoz parlamentario, Manolo Mata; la consellera de Salud, Carmen Montón, o el alcalde de Torrent, Jesús Ros.
Díaz no tiene un oponente sanchista de peso. Su rival, el jiennense Francisco Tirado, deberá reunir más de 4.500 avales para pasar el corte
La primera prueba que deberá superar García es la recogida de avales. El XIII Congreso del PSPV se rige, como todos los convocados hasta ahora, salvo Extremadura, por la normativa anterior a la aprobada en el 39º Congreso Federal, por lo que los aspirantes deberán reunir la firma del 10% del censo para poder competir en las urnas. Es decir, que el alcalde de Burjassot debe hacerse con 1.717 rúbricas (el número total de militantes comunicado por Ferraz fue de 17.173) para poder medirse con Puig, jefe de los socialistas valencianos desde 2012. El plazo de recogida concluye esta semana, como ocurre con todos los cónclaves regionales cuyas primarias se celebran a mediados de julio. Las del PSPV, si finalmente hay dos candidatos proclamados, serán el 16 de julio.
Es la misma fecha que tiene programado el PSOE andaluz. Primarias el 16 de julio y congreso el último fin de semana de mes, el 29 y 30. Susana Díaz pretende revalidar el liderazgo que consiguió, heredado de José Antonio Griñán, en noviembre de 2013. Y lo tiene fácil. Tras fracasar el intento de promoción de José Antonio Pérez Tapias, Díaz no tiene un oponente sanchista de peso. El que registró su precandidatura fue Francisco Tirado, militante de Jaén y miembro de una de las plataformas de apoyo a Sánchez. En su caso, deberá reunir 4.585 avales (también el 10% de los 45.848 afiliados andaluces) para superar el listón. No lo tiene nada sencillo. Además, la presidenta andaluza sí ganó el 21-M en su federación: se anotó un 62,98% frente al 31,85% de Sánchez.
A doble vuelta y con tope de avales
En Extremadura hay pugna, pero no quiere decir que el mando de Guillermo Fernández Vara esté en riesgo. Tiene enfrente, como precandidatos, al cacereño Enrique Pérez Moreno y a la exconsejera y diputada regional Eva Pérez. Antes de que comenzara la batalla, se retiró la sanchista Leonor Martínez-Pereda, porque el presidente, adujo, prestó apoyo desde el 21 de mayo al secretario federal y porque asumió los cambios introducidos en el congreso federal. Ella misma prestó respaldo enseguida a Vara.
La cabeza de Vara parece salvada. Él rehízo su relación con Sánchez y este le situó de jefe del consejo territorial. Pero tiene dos oponentes
El dirigente extremeño convocó el pasado 21 de junio 12º Congreso Regional con arreglo a la normativa aprobada en el cónclave federal. Y eso se traduce en dos modificaciones de calado. Una, que hay un mínimo (2%) y un máximo (4%) de avales y que las primarias se celebran a dos vueltas si en la primera (16 de julio) ningún aspirante supera el umbral del 50% de los votos. El 39º Congreso dejó manos libres a los barones que convocasen sus cónclaves autonómicos después del proceso federal la libertad de hacerlo tomando como referencia los estatutos anteriores (primarias a una vuelta, con un umbral mínimo de avales, el 10% del cuerpo electoral, y sin máximo) o los últimos aprobados (tope por abajo y por arriba de firmas y elección del líder en dos rondas). De ahí que Vara se acogiese a esta segunda opción. En todo caso, su cabeza parece salvada. Tras las primarias federales, el presidente susanista rehízo su relación con Sánchez y él le correspondió otorgándole la dirección del consejo político federal —antiguo consejo territorial—, lo que le permite ser miembro nato de la ejecutiva. Pero el secretario general incorporó a su dirección, como secretaria ejecutiva de Cooperación al Desarrollo, a la cacereña Belén Fernández, que colabora con la candidatura de Eva Pérez.
La líder del PSOE en Cantabria y vicepresidenta del Ejecutivo regional, Eva Díaz Tezanos, lo tiene más complicado para seguir. Aunque se la situaba más próxima a Patxi López, quiso demostrar neutralidad en todo el proceso federal. En su territorio, Sánchez arrasó: 71,36%, frente al 14,38% de Díaz y el 14,26% del exlendakari. Tras la votación federal, Díaz Tezanos y los suyos intentaron pactar con los sanchistas para llegar a una dirección de consenso, pero con ella al frente, para revalidar un mandato que conquistó en 2012. Pero el acuerdo que se acariciaba al final se rompió. Los fieles del secretario general, auspiciados por el líder socialista y portavoz municipal en Santander, Pedro Casares —elegido el pasado domingo secretario ejecutivo de Transportes e Infraestructuras de la ejecutiva federal—, impulsaron al alcalde de Santa Cruz de Bezana, Pablo Zuloaga. Los sanchistas consideran que Tezanos no tiene la ambición de convertirse en fuerza ganadora (en 2015, el PSOE obtuvo un 14,10% de los votos) y no simboliza la renovación. Sin embargo, la vicepresidenta regional, al presentar su candidatura, señaló que su proyecto «representa a Pedro Sánchez».