Josefa Torres dio el salto al panorama nacional cuando, en pleno conflicto catalán, defendió a policías y guardias civiles en nombre de la comunidad gitana

Decir que conoce a todos los gitanos de la provincia sería caer en la exageración. Sin embargo, afirmar que todos los gitanos almerienses conocen a Josefa Torres se acerca bastante a la realidad. «He ido a mediar a todos los pueblos de Almería. A la hora que sea, si me llaman porque hay un conflicto entre gitanos, salgo corriendo», reconoce esta mujer de 46 años nacida en Adra pero criada en el barrio de La Chanca-Pescadería de la capital. «Estudié en el colegio de La Paz, ahí en frente», señala desde la sede de Cáritas Diocesana de su barrio en la que desde hace nueve años asiste, acoge, ayuda y ofrece alimento a miles de personas. «Todos los días pasan por aquí 70 u 80 familias», lamenta. «Muchas veces solo quieren hablar de sus problemas. ¿A quién se los van a contar si no?».

Y de problemas sabe un rato Josefa (o Pepa, o Pepi, o Fiquilla, por ser hija de la tía Fica) ya que, poco a poco, se ha convertido -y ha estudiado para ello- en la mediadora ‘oficial’ de los almerienses de etnia gitana. «Creo que somos 45.000 en la provincia», cuenta. Decenas de miles de personas «olvidadas por los políticos». «Solo se acuerdan de nosotros cada cuatro años cuando hay elecciones y vienen a pedirnos el voto», asevera desde el enfado que le provoca el «abandono» que sufren los llamados ‘barrios de gitanos’, no solo en la capital sino en muchos pueblos.

«No se dan cuenta de que los gitanos podemos poner y quitar alcaldes», manifiesta, «solo en Almería capital, nuestros votos valen dos concejales». No habla en tono amenazante pero tampoco quiere dejarse nada por decir. «Yo no me callo y lo que te digo a ti, se lo digo a quien se ponga delante». Quizás por eso se ha ganado el respeto de todos -«de los gitanos y de los castellanos»-, algo sobre lo que ella es la primera sorprendida. «Todavía no me acostumbro a que un gitano mayor me de la razón». No en vano, en su cultura el papel de la mujer sigue relegado a un segundo plano. De hecho, sus andaduras por el mundo del asociacionismo comenzaron, precisamente, tratando de empoderar a las mujeres como ella. En el año 2006 fundó la Asociación Nebi Calli en su barrio. «Nos reuníamos las mujeres pero al final decidían los hombres». Quizás se adelantó a su tiempo pero sabía perfectamente que desde el individualismo no iba a hacerse escuchar y que los gitanos de La Chanca-Pescadería necesitaban un asociación propia que les permitiera hacerse oír. Esa asociación es ahora la Federación Gitana de Almería. Fundada por Josefa hace tres años, es la más grande de España ya que está conformada por 14 colectivos de toda la provincia. «Hay dos más pendientes de entrar y me han llamado desde Granada asociaciones que también quieren unirse». Sin embargo, prefiere trabajar con una sola provincia, por ahora.

Entre las máximas de esta federación está trabajar por la seguridad y la mediación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. «Hay niños gitanos que tienen miedo de la Policía y la Guardia Civil. Si, por ejemplo, alguna vez se pierden, no van a acercarse a ellos a pedirles ayuda. Creo que hay que terminar con eso», apunta sobre uno de los porqués de organizar actividades como el sonado partido entre Policía Nacional y gitanos celebrado el pasado verano en Almería. Ganaron los policías, por cierto, y dice Josefa que ahora quieren «la revancha».

Pero si por algo destacó Josefa Torres fue por compartir en sus redes sociales un mensaje de apoyo a la Guardia Civil en nombre de la comunidad gitana cuando, en pleno conflicto catalán, se criticaba públicamente a este cuerpo. «No aguanté más y tuve que escribir ese mensaje». Lo que no sabía es que iba a convertirse en un hito.

Pero más allá de las mil anécdotas resultantes de casi dos décadas de trabajo para mejorar el barrio de La Chanca-Pescadería -es fundadora de La Noche de las Candelas o cofundadora de la Mayordomía del Cristo del Quejío, por citar algunos de sus proyectos- la Federación Gitana tiene un proyecto pionero con Policía Nacional y Guardia Civil.

«Hemos presentado un protocolo de mediación con las Fuerzas del Orden Público que beneficia a todos ya que ofrece más protección a los agentes, evitará que haya más detenciones de las necesarias por ataques a la autoridad y se asesora sobre cómo tratar con gitanos», explica la responsable de este proyecto por el que ya tienen la certificación de colaboración de Guardia Civil y Policía Nacional. El próximo objetivo es «sentar en la misma mesa, si son capaces, -ironiza- a Junta, Diputación y Subdelegación de Gobierno».

 

 
FUENTE: IDEAL