Desde el entorno del PSOE mazarronero se avecinan cambios importantes en su estructura de mando, a pesar del cierre en falso convenido tras el repentino golpe de mano fratricida llevado a cabo con nocturnidad y alevosía contra el secretario general saliente. A pesar de todo, el exalcalde, da un paso al lado y sale de manera precipitada pero serena del círculo de poder en C/Progreso, pasando a un incomprensible segundo plano del grupo municipal. Y es que el dirigente socialista que llevaba varios años al frente del partido y como Primer Edil del Consistorio, podría asomarse al fin de su carrera política, siendo un tema que puede causar conmoción en algunas familias socialistas por el repetitivo “modus operandi” aplicado.

Recordemos que Miras ostentó el cargo más de una década, repartiendo aciertos y errores. Sin embargo, ha sido arte y parte del momento exitoso que ha experimentado el partido durante los últimos años. Eso sí, todo puede llegar a su fin durante esta titubeante legislatura. El sector golpista que propició la batalla interna en “can sociata” de manera incierta, ha empezado a reiterar algunos líos en la Institución municipal. El «elefante blanco» en el anonimato, sigue moviendo y tensando los hilos. Es algo que se ha ido formando con el paso de los fracasos de las últimas ejecutivas, y que afloró de pleno con la elaboración de la nueva candidatura. Ahora, con la derrota sufrida a flor de piel y, a pesar de gobernar, la situación se ha enconado y no parece que tengan solución las secuelas.

En ese orden de ideas, la relación entre los “vetustos gurús” que mangonean el partido en la sombra, el ex regidor y parte del grupo municipal, está totalmente rota. Tanto unos como otros han entrado en la tónica de culpar al otro de la mala imagen que está dando el PSOE en este momento (entre todos lo mataron y solito se murió). Todo esto ha terminado en una guerra interna que solamente dejará un espacio para un solo líder, aunque sean varios los que aguardan el desenlace y consecuencias de la “gran tormenta“ desatada. El nuevo aparatichi sigue buscando culpables sobre el mal momento del partido y sus dardos apuntan al secretario general caído. No es nada nuevo, siempre la “misma herejía cainita” entre clanes por el poder.

Siendo así y tal como ha venido sucediendo durante lustros, la figura de secretario general es ampliamente valorada en el entorno del partido socialista. En un principio, es un nombre intocable desde cualquier sentido y van a darle siempre la prioridad por el poder y la jerarquía que se presupone ganada durante un largo periodo de militancia en la agrupación y colaboración altruista en el municipio. Hasta que aparecen nuevos navegantes ansiosos por hincar el diente desde los terrenos más pantanosos de la política en la que pronto aprenden a maniobrar cual piratas pendencieros sin escrúpulos ni pudor… ”socialistas en la gran tormenta”. Pero que nadie se llame a engaño, esta no es la tormenta perfecta ni tampoco el momento.

POST SCRIPTUM: «Y una vez que la tormenta acabe, nadie recordará como se logró ni como se sobrevivió. Ni tan siquiera estarán seguros de si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa si es segura. Cuando los navegantes salgan de la tormenta, no serán las mismas personas que entraron en ella. De eso se trata en esta tormenta».

COLECTIVO «EN CLAVE TRANSPARENTE»