SANIDAD SANA
Me cae bien el nuevo Consejero de Sanidad, Miguel Villegas, desde que hace unos meses hizo unas declaraciones cargadas de sensatez, valentía y poniendo el dedo en la herida, una Sanidad pública que ha ido perdiendo calidad – organización, masificada hasta el peligro y total falta de iniciativas prácticas. Sus valores humanos se mantienen en las relaciones enfermo – sanitarios y familiares, a veces captas cierta frialdad y un trato en cuestiones delicadas.Oí como un cirujano le aclaraba que su tumor cerebral, al enfermo y a la acompañente, se reproducía de cien casos cien veces, detalle horroroso que influye bastante en estos enfermos amargados, en los que el ánimo, la resistencia y la esperanza, contribuyen si no a mejorarle, si a aceptar la realidad de una manera más optimista. Los hay que se consideran semidioses, aunque en mi caso,no tengo demasiadas quejas. Allí, en los centros de salud o en los hospitales, nadie está por su gusto. Otro detalle que me preocupa. Recientemente el gran empresario AMANCIO ORTEGA tuvo el detalle de donar unos veinticinco millones de euros, o quizás algunos más, a la sanidad murciana, para renovar su tecnología más imprescindible, como resonancias, ecógrafos, TAC y aparataje de urgencia. Algunos miserables que forman parte de la sociedad política, se molestaron porque pensaban que este empresario digno de Europa, daba dinero para descargar su conciencia. Malos pensamientos por falta de talento, corazón y alma, algo ya normal entre esta gente recién llegada, tan analfabeta como rencorosa. Pero no es este el problema que deseo explicar hoy con brevedad. Frecuentemente, y es lógico, los medios de información, ofrecemos en nuestras pantallas digitales o en la prensa de papel, los graves problemas que tiene la Sanidad pública murciana, masificada, acorralada por la crisis – que dicen que se ha ido, será para algunos de siempre – y destacadamente por la falta de visión política y en el mal uso de millones tirados en obras salidas de cerebros iluminados ahora ocultos. No ha habido prioridades ni planificaciones realistas. Basta frecuentar los cuatro grandes hospitales para darnos cuenta de que la Región murciana necesita otro gran hospital a la mayor urgencia. No hace falta que nos invada la gripe, sino la tardanza, las colas de espera y el atasco en la consultas de los especialistas. Y en donde el problema es para llorar se concreta en la especialidad de oncología, sin embargo sus oncólogos y neurocirujanos son referencia nacional, así como en hematología. La sanidad murciana mejoraría notablemente si tuviéramos otro centro hospitalario directamente proporcional a nuestras necesidades que van creciendo destacadamente en crónicos de edad avanzada.
Cuando estudio el tema que me atañe familiarmente me pregunto indignado ¿ Y por qué coño se cerró el Hospital de la Cruz Roja con más de doscientas camas, y sigue cerrado, sin que se nos explique por qué gastamos cientos de millones en los conciertos con la privada, que desde luego no deseamos maltratar ? Como tampoco comprendo porque el precioso parador de Puerto Lumbreras se mantiene cerrado cuando pudiera ser una buena residencia para mayores o enfermos crónicos? Proyectan una escuela de hostelería. Brillante idea. No es una solución mejor, pero aliviaría la presión y contribuiría a paliar los efectos devastadores de enfermos muy graves o en fase terminal o esos enfermos ancianos angustiados porque adivinan escépticos lo que les toca sufrir en unos hospitales viejos como el Morales con unos tratamientos polifarmacéuticos, que le empujan a salir corriendo de un centro en el que ni funciona el aire acondicionado en las últimas plantas.
Igual que se pactan acuerdos sobre el agua o se proyectan para nada, los murcianos opinamos que la salud es el primer problema de nuestras vidas, abominamos de esta nueva ola de políticos que se pasan los días discutiendo chorradas, insultándose y prometiendo paraísos terrenales si ganan , todo los años en permanente campañas electorales para vivir bien con sus escaños, no son capaces de salir de sus búnkers y pactar un acuerdo regional de mejora integral de la Sanidad. No solo del pan corrupto se vive en política. Fuera de la política existen otros mundos en los que se juega con la vida, el sufrimiento y la muerte. Todo tan inteligente, como establecer un orden de prioridades. Y la salud, señor Villegas, usted lo sabe en directo, es la defensa primera de los seres humanos. Fíjese, hasta matar, para los líderes globales, con sus guerras sistémicas, es lo más grande. Los más listos proponen disparates, como prohibir el beso al deportista ganador de un trofeo o inventar una tertulia sobre el urgente problema del baño en pelotas picada. DIAGNÓSTICO.-En algunas regiones, como la asturiana, se han construido hospitales dedicados exclusivamente a la Oncología, que es un gran avance, según nos comentaba el Dtr. Carmona, y son una comodidad para los enfermos de cánceres, tratamientos múltiples y sus efectos colaterales. Y un apunte de un tejemaneje del que muy pocos se atreven a hablar ¿Es un negocio redondo derivar a los enfermos de la Seguridad Social a centros de alta tecnología privados, que han florecido como las amapolas en los últimos diez años, y a saber cuanto cuesta a las arcas públicas? En las Torres de Cotillas se proyectó y empezó a funcionar durante seis meses un complejo de diversas especialidades, incluyendo medicina nuclear. Fracasó, y nos cuentan que se diluyó en la Arrixaca. Nadie quiere hablar del pelotazo en el que participaron altos cargos del PP y varios empresarios que se arruinaron. La mayoría son empresas de otras provincias. Se hace negocio con el agua, con la salud, la vivienda, la violencia machista – feminista y hasta con asuntos religiosos. Genios y figuras hispánicas de la Murcia profunda.