No vamos a descubrir la pólvora, pero vamos a apuntar alto para que nuestros lectores y los mazarroneros, la opinión pública, ciertamente anestesiada por la «red clientelar», sepa una parte oculta de la gran verdad. Tampoco vamos a sentar a nadie en el banquillo, pero damos pistas evidentes sobre ese cenagoso negocio que se montó en torno a la compra y recalificación de una gran extensión de terreno agrícola (secano intensivo) en la zona del Saladillo para instalar la Brigada XXXII del Ejército de Tierra, con el inminente giro a urbano y la descabellada construcción de 5000 viviendas en un secarral sin infraestructuras y con un campo de golf como guinda del pastel. Un demencial pelotazo urbanístico de millones de euros, que acabará costando al pueblo de Mazarrón, a sus gentes y a las generaciones venideras, sangre, sudor y lágrimas, y cantidades ingentes de euros esquilmados mediante impuestos abusivos por tratar de enmendar el injustificado abuso.                                        

 

 

                                                 
Todo empezó mediados los ochenta con una crisis política socialista en la que quedaron tambaleándose los dos Concejales más representativos del «lobby empresarial» mazarronero y, que provocó la rápida e inesperada salida de ambos «Consiglieris» del partido. Si bien uno de ellos volvió con los años clamando vendettas y controlando el partido progresista hasta hoy, el otro giró en redondo y se volvió popular. Eso si, una vez asegurado y amortizado el otro gran pelotazo nauseabundo de Ordenación Bahía que parecía insuperable y que hoy todavía colea, motivo en parte de la trifulca y del que aún no han contado toda la verdad, por el que callaron como putos convenidos y otros pasaron de puntillas en un exceso de prudencia llena de cierta ingenuidad. La crisis política alcanzó de lleno a AP y PSOE, incluso el PCE se resintió. A raíz de aquello ya nada fue igual. Los «jerifaltes» escarmentados tomaron cartas en el asunto y asumieron el control de los partidos. Surgió el GRAN SANEDRIN FACTICO. Ahora mismo dirigentes del partido popular en el Ayuntamiento, de la Comunidad Autónoma y del establishment –  financiero – económico, local y regional, están enviando señales de humo y hasta palomas mensajeras, en el sentido de que si revienta el macro negocio de CAMPOSOL donde todos también trincaron de lo lindo y salpica a los hacedores del entramado urbanístico corrupto que se sostiene en el tiempo incomprensiblemente, el fracaso del sistema de reparto caerá sobre los hombros de los políticos y por elevación sobre los funcionarios. Así están las vías de las cloacas de la vida municipal.  

 

 

                                                                                                              
Pero hay algunos como nosotros que estamos empeñados en descubrir la verdad ocurra lo que ocurra, porque por encima de intereses bastardos, está el buen nombre de Mazarrón, la moral ciudadana y sobre todo la Justicia. En el pasado mes de enero, nos facilitaron, por vía interpuesta, unos importantes documentos que describían muy negativamente el desarrollo de las numerosas irregularidades que se habían cometido a lo largo de su tramitación y añadidos proyectos. Posteriormente en varias reuniones mantenidas con dos abogados, tres periodistas y un arquitecto, en un bufete de Murcia, cambiamos impresiones para abordar el tema de lleno y tomar una decisión para destapar el entramado corrupto. Inmediatamente nos pusimos a trabajar y uno de los letrados con el apoyo de dos veteranos compañeros periodistas de investigación, consiguieron las pretendidas evidencias en tres semanas de laboriosa investigación.                

 

 

                                                                                                                                                               
Después como es lógico y habitual en la organización, contactamos con la fiscalía pidiendo consejo y opinión. Se nos dijo que ellos llevaban tiempo trabajando en la misma dirección y que convendría cierta prudencia, y que en unos meses comprobados estos y otros documentos en su poder tendría probablemente salida jurídica. Aceptamos. Pero a la vista de la tardanza, se iniciaron contactos con distintas formaciones políticas, que fructificaron en varias reuniones y en una comisión de investigación en la Asamblea Regional que concluirá en septiembre.
Esta deslealtad al Estado, a la Constitución y a las Instituciones, que se sustentan en la libertad, la justicia y la igualdad, bordea los límites de esta nueva delincuencia, que ahora se llama de puño vuelto y cuello blanco. O de champán, caviar, yate y compañera sentimental. Es el desmoronamiento de la deontología política y el triunfo de un relativismo sin colores, salvo el propiciado por el capitalismo salvaje y el socialismo embadurnado de por aquí.

 

 

         
Mazarrón, la Región de Murcia, caminan de la mano por esas autopistas de la autodestrucción, en las que hay que pagar un peaje abusivo si se quiere circular sin problemas. Hay una compra colectiva de una sociedad corrompida por el «Régimen clientelista» implantado.
Esta crisis democrática es muy grave, pero mucho peor es que ésta sociedad apesebrada no reacciona. No sabe reaccionar. Esto es lo que pensamos y esto creo. Y en que solo una contundente y multitudinaria protesta de desobediencia popular, pacífica, escrita y hablada, podrá enterrar a este pervertido Régimen, aquí en Mazarrón y en toda la Región. 

 

                                    

 

 

MURCIA TRANSPARENTE