OBJETIVO OPINIÓN PUBLICA

 

UN SECTOR IMPORTANTE DE LA PATRONAL CATALANA SE ALÍA CON EL SEPARATISMO POPULISTA

 

Me lo cuenta con cara de pocos amigos un ciudadano de Molina de Segura. Un señor de unos sesenta años, agotado y con un rictus de tristeza que te toca las fibras más sensibles. Me relata y se queja de otro abuso más de una empresa de móviles que va cosechando cierta fama de implacable en sus facturas y en sus modos polémicos de tratar a los clientes. Se trata de VODAFONE.

Paco, vamos a llamarle así, fue engañado por una comercial que le ofreció una oferta tentadora. Solo pagar SESENTA Y CUATRO EUROS al mes. Se la adorno como algo competitivo en el mercado, pero todo fue un cuento chino. Las facturas desde mayo le fueron subiendo un disparate. Hasta 145 euros. LLamó a la central y le prometieron que «lo arreglaremos ya, no se preocupe». Resultó otra mentira adornada de buenas palabras. Y cerró la cuenta en el Banco. La respuesta fue fulminante. Una mañana le aperecieron todos sus teléfonos desconectados. Hasta Internet sin previa explicación o advertencia. Tras una decena de llamas al departamento de Atención al cliente le respondieron que si no pagaba la última factura, doscientos veinte euros no había nada que hacer. Pagó porque necesitaba tener operativos los teléfonos porque en casa tenía a su esposa en estado muy delicado de salud y necesita tener comunicación con el exterior. Sanidad, Urgencias y Familia. Le prometieron renegociar el contrato. El lunes a las nueve y media de la mañana. Y llamaron, pero tras esperar doce minutos colgado del teléfono fijo, colgó desesperado. Total desprecio al cliente. Conversaciones con unas malditas máquinas. O con una latina a la que apenas comprendes. Muchas buenas palabras que suenan bonitas, pero sin efecto. También puedes llamar a un amigo, a un familiar o a al 112 y una voz anodina  te informa que el número al que llamas está comunicando y que cuando esté libre «le pondremos en contacto, previo pago de treinta céntimos». El robo o como se llame empezó a funcionar antes del verano y ya se ha extendido. Además de ser una ilegalidad supone una clara intromisión en tus conversaciones. No se de donde se han sacado esta nueva fórmula de ganar dinero a puñados. Los abusos han llegado a un estado lamentable de nación subdesarrollada sin que el Ministro de turno o el Gobierno pongan orden en estas multinacionales abusadoras e incontroladas, como las eléctricas. O el riesgo que supone una publicidad de remedios medicinales en las pantallas de las teles que hacen milagro. O el exhibicionismo sexista constante de la mujer en la publicidad de imagen, sin que las feministas protesten. Manga por hombro.

No hay que negar la culpabilidad de los consumidores que abusan de una morosidad alarmante, pero tampoco es honrado que estas grandes empresas que ejercen un monopolio abusivo te metan en esas listas negras de deudores durante no uno o dos años, sino por vida. Este país ha caído en la permisividad más extrema en donde la ley es simplemente un gesto amenazador pero no va más allá de invocar el Estado de Derecho y de transparencia, porque la corrupción abarca un tanto por ciento muy elevado, aunque es evidente que a la vista de cómo funcionan las tribus y bandas políticas y sus secuaces, la «gente» actua en la misma dirección. La mayor verguenza de permisividad la tenemos instalada desde hace años en Cataluña con sus chantajes multimillonarios y el férreo control, impidiendo, que los agentes de la autoridad no solo ejerzan sus funciones, sino que también sean humillados no vayan a cabrearse Puigdemont, Junqueras, Iglesias, Garzon y los sediciosos de la CUP. Se está ejerciendo la resistencia pasiva, la desobediencia lesiva y la cobardía, hasta tal punto que el Ministro De Guindos manifestaba la semana pasada que había «que sentarse con ellos y escuchar sus peticiones», como si el resto de las regiones pertenecieramos a otra galaxia global. No lo expreso con rabia, sino con preocupación, pues veo que al Gobierno del Estado ha dejado de funcionar como un Gobierno responsable y defensor de la ley y argumentar el ejercicio de la autoridad con energía. En todas las naciones cuando las policías cumplen en las calles tomadas por los violentos, los sectarios y los agitadores, no les piden permiso para cumplir sus obligaciones. Si lo hacen España se convertirá en un paraíso de la anarquía y un peligro para la estabilidad de la paz y  seguridad nacional e internacional.-¡¡Ah y Puigdemont, Junqueras y Trapero detenidos por alta traición, sedición y rebeldía!!. O el Estado es un estado o simplemente es una máquina inútil, sin autoridad ni responsabilidad, un peligro para los cuarenta y seis millones de españoles y españolas. La permisividad es la Ley que nos está pesando por hacer el ridículo internacional. Nosotros somos los leones enjaulados, y ellos nos doman y amaestran a latigazos, en el circo.

 

 

LA DERECHA QUE APESTA A DINERO, como no, como siempre, entre luces y sombras, tercia en el debate de destrozar a España o no. GAY DE  MONTELLA, presidente de Fomento del Trabajo Nacional, propone otro Estatuto y un referéndum en 2019 .Representa al empresariado que se defiende de acusaciones directas afirmando cínicamente, en el diario EL MUNDO, que «no es cierto que los empresarios catalanes seamos cobardes, PERO VIVIMOS AQUI. Es fácil ser rotundo desde fuera».

Rotundo hay que serlo desde fuera y desde dentro. Usted señor Gay es el clásico prototipo que encaja en el grupo de empresarios que creen firmemente que el dinero, que la pela no tiene colores ni ideologías. Y hasta se alía con bandas que le arrastrarán. Unos bárbaros antisistema y antitodo, anticatalanes que defienden intereses extranjeros, internacionales y modos de vida sectarios en donde se aplasta a la Democracia. Quizás usted y sus consejeros prefieran ser mercenarios de Cuba,Venezuela, Irán, Arabia Saudí o Sudán. También la Rusia de Putin. Sus propuestas ademas de inadmisibles son injustas ya que formula una Cataluña de primera colmada de privilegios, y que el resto de las Comunidades Autónomas chupen rueda de la bicicleta de oro catalana. «La pela es la pela». Usted, primero la pasta, luego lo que les vaya bien.

Pues no, a mi me gusta más lo que ha escrito IGNACIO CAMACHO que recoge el pensamiento general de la mayoría absoluta del pueblo español y su historia. Es hora de poner un NO tajante y claro. Nada de negociar porque nada se va a arreglar negociando con estos apóstoles del mundo del dinero y sus intereses. Porque en cada concesión los separatistas solo van a ver debilidad en el Gobierno, mala conciencia y talante acobardado. Derechos, los que les CORRESPONDAN COMO A TODOS en el marco constitucional y NI UNO MAS. En una Democracia no se secionan los ricos de los pobres a los que se tratan de manipular emocionalmente. No al estatuto de nación, no a las prerrogativas fiscales, no a la ruptura de la desigualdad interregional. NO ES NO y  mira por donde. No al desafío, ni al trato de favor, no al lloriqueo, ni al victimismo. España debe ser una nación de ciudadanos libres e iguales. No ahora y no después en el 2019.

Todo un credo por la igualdad, amigo y admirado Ignacio. Si yo pudiera ser tu, me leería las declaraciones de este sujeto que solo representa al empresariado egoísta y pesetero de toda la vida. Los mismos que han explotado a las clases medias y trabajadoras y ahora se han inventado un separatismo cuya cabeza pensante y estratégica es el golfo enriquecido de Jordi Pujol, que paga a la CUP y a los delincuentes que buscan un enfrentamiento civil brutal, para que el país caiga en manos de sectas políticas y religiosas de un nuevo fascismo. Hoy son aliados. Mañana ¿ quién sabe? Pero si sabemos que van de la mano  sin defender  ideas, principios y justicia social. Un cóctel que huele a podrido. Los pujolistas enriquecidos con el 5 % a la sombra de un separatismo de pólvora y sangre, explotadores de la gente sencilla y humilde, corrompido. Unas CUP cuyo paraíso es el comunismo norcoreano cargado de misiles nucleares, Los anarquistas destructores. Mas los republicanos alquilados para tocar poder barato.Los populistas derrotados al mando de un bipolar llamado Pablo Iglesias que aconseja un ex teniente general que nunca se opuso a nada. Puñados de curas y monjes místicos del monasterio de Monserrat que predican cómo emplear la fuerza. Y juventudes sin futuro sin cultura política que esnifan la droga del odio. Todos, la mitad de ellos al menos, hijos y nietos de españoles que llegaron de otros territorios buscándose la vida y ahora se encuentran marginados y amenazados por una nueva Cataluña encaminada a la ruina. Se prepara otro éxodo. El regreso a sus orígenes.  

 

 

 

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