Cada vez resulta más complejo, saber a qué atenerse cuando toca hablar del socialismo mazarronero y su amplia panoplia ideológica, que nunca acaba con el cainismo autocrático, los enfrentamientos destructivos ni las traumáticas cruzadas entre conciliábulos. El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe saber aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan sus propios errores. «El Equipo de gobierno perfecto es aquel que produce mayor felicidad posible a los ciudadanos, mayor seguridad y bienestar social, con la mayor estabilidad política».

Hay un establishment local que precisa ser opaco para seguir en el poder. Un entramado político y financiero muy caciquil, en las raíces locales y con una red clientelar desarrollada en todos los ámbitos de la sociedad mazarronera, que impide que nadie se mueva. Las redes clientelares se extienden desde la política, lo laboral, el funcionariado público, la cultura y las creencias. No hemos evolucionado en el tiempo a una sociedad abierta y democrática.                                      

El “bipartidismo infiel”(PPSOE), es el que mejor se ha adaptado a esta cruda realidad, sin duda alguna, además de sumar la incapacidad e inhibición de otras formaciones políticas para combatir el sistema engendrado. En nuestros días, ser valiente es algo muy complicado. Las críticas han pasado a convertirse en linchamientos públicos y persecuciones sectarias, contra cualquiera que no pase por el aro nepotista. Votamos cada periodo de tiempo, dentro de unas normas y con la estructura de unos partidos que no están diseñados ni preparados como instituciones abiertas a la participación. Hay que luchar muy duro para que la herramienta del derecho a la Igualdad, la Justicia y el Saber pueda romper esta gran trama que nos domina de forma invisible pero efectiva.                                                                                                                  

Los medios de comunicación responden a la situación que vivimos. Habría que conocer bien al detalle lo que reciben de ingresos por publicidad, de qué manera, cómo y por qué. Debería haber más equipos de investigación independientes para alertar a la ciudadanía de la menor sombra para evitar, no ya la corrupción, que también, sino la menor sombra de despilfarro. Tendría que saber la ciudadanía quien controla los medios de comunicación. No puede ser que con tanto descaro sirvan para apoyo y cobertura de quien gobierna. Es un primer paso para la rutina y ruina democrática. Nunca debemos poner herramientas que pueden ser peligrosas en manos de quien las puede mal utilizar.

El clientelismo es un cáncer destructivo de la democracia. Aquí y ahora nos quieren vender otra cosa. Hay que decirlo claro y fuerte: la regeneración hay que hacerla oxigenando con un cambio. Se precisa una ciudadanía activa, comprometida y que se comprometa por unos valores democráticos, para acabar con la sensación de ser un pueblo manseado y traicionado.

No controlaremos a la corrupción mientras no contemos con funcionarios e instituciones independientes, con medios plurales y con un sistema judicial-sancionador eficaz. Se precisa de unos partidos políticos democráticos con listas abiertas, un control de sus finanzas transparente y unas instituciones libres e imparciales, con un poder judicial honesto sin injerencias políticas.

La clave fundamental de la acción corrupta de los viejos partidos es el uso ilegítimo de las instituciones con sus banderías infiltradas para proteger a delincuentes y perseguir a adversarios políticos. La cloaca que organizó el BIPARTIDISMO con sus clanes conviniendo la “trama clientelar” establecida, es una de las mayores vergüenzas de la democracia. Y de eso por aquí sabemos la intemerata… Porque el lazo que muestran los dos grandes partidos mayoritarios es evidente y bien definido, afortunadamente para los ciudadanos cada día más, las relaciones PP-SOE son de una conveniencia e intimidad extremas.

Habida cuenta del actual sentido macabro del voto de sus habitantes, Mazarrón con su memoria sigue siendo una materia inconsistente, frágil y quebradiza, sometida casi siempre a una injusta, irrazonable, cruel y despiadada caducidad que no acaba de llegar.

El mundo de la apariencia atrae las voluntades, persuade o disuade, mientras que el de lo que alguien es queda en el misterio de la conciencia.

Cierto que es inteligente labrarse una buena reputación. Los medios de comunicación sacan a la luz valoraciones que la ciudadanía hace de los líderes de los partidos políticos, con el sobrentendido de que su reputación influirá en los votos que recibirá su partido.

La corrupción es la alteración más grave y contagiosa que pueden padecer las instituciones. Supone que una persona o varias, de uno u otro clan y de común acuerdo, instrumenten y manejen las Instituciones públicas a su antojo, en beneficio propio o para los “lobbys” que representan. La misma patología arrasa a las corporaciones.                                                                                                              
Dijo el alumno al maestro: Alumno mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu limpio corazón guarde mis mandamientos y recuerdos compartidos; porque te añadirán largura de días y años de vida y paz. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello y escríbelas en la tabla de tu corazón, y hallarás gracia y buena opinión de los hombres de bien. No te apoyes en tu propia prudencia, fíjate en tu maestro y reconócele en todos tus caminos, él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión y apártate del mal, porque será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus cansados huesos.

Ay de las virtudes caballerescas! ¡Ay del orgullo Samurai! La moralidad que entró en el mundo al son de cornetas y tambores está destinada a desvanecerse como perecen los capitanes y los reyes.

¡Venid! ¡Venid para siempre. espantosas penas y dolores! Y amontonaos en mi cargada espalda. ¡Que no falte una sola prueba de la fuerza que en mi queda!.

 

 

POST SCRIPTUM: “Cabeza fría, pies calientes y culo corriente, dan larga vida al político y su gente”.

 

COLECTIVO “EN CLAVE TRANSPARENTE”