Tocará extremar precauciones en la playa de cara al fin de semana. Y es que los expertos alertan de que se avistarán más ejemplares de carabela portuguesa, un animal marino de peligrosa picadura detectado y fotografiado por bañistas y nadadores en distintas ocasiones las últimas semanas en la Región de Murcia, y cuya temida presencia ayer mismo obligaba a cerrar playas en la vecina provincia de Alicante.
Son los vientos de levante los culpables: cuando soplan, acercan a los ejemplares que han quedado dispersos en el mar después de que en marzo la borrasca Gisele provocara la entrada en el Mediterráneo de una enorme masa de agua cargada de ‘medusas’ más propias de las islas de Madeira y de las Azores, en Portugal.
Iñaki Franco, investigador del Centro Oceanográfico de Murcia, con sede en San Pedro del Pinatar, explica que cada año llega a las aguas de la Región «una cantidad variable» de este tipo de animales.
«A Murcia suelen llegar en mayo. Pero, con los temporales tan fuertes que hubo por Cádiz, entran ahora», destaca el experto, a lo que añade que «no entran cientos de miles», aunque sí «unos pocos de miles», algo que tampoco se puede calcular.
Franco es consciente de que «cada vez que aparecen en una playa, es noticia», y prevé que «hasta el verano estén apareciendo». «Cuando llega el verano, normalmente dejan de aparecer», explica el investigador. En este sentido, hace hincapié en que, aunque la presencia de estos animales «genera una alarma», la realidad es que «nunca ha sido un problema para el turismo».
En la misma línea, el experto del Oceanográfico (que atiende a LA OPINIÓN por teléfono mientras trabaja revisando playas, por si han llegado ya ejemplares) insiste en que la carabela «no es una medusa mortal y asesina, pero su picadura es muy dolorosa y puede acarrear una hospitalización».
Entre los síntomas, «bajada de tensión, vómitos, taquicardias y mareos», enumera Franco, que incide en que «una persona que padezca del corazón tiene más riesgo» de que la picadura del animal marino le haga daño.
El especialista apunta que la carabela posee una especie de vejiga de color violáceo que es como «un globo lleno de gas», que le permite flotar en superficie, donde «se desplaza con los vientos». «Si este fin de semana aparecen vientos de levante fuertes, es posible que salgan», señaló Franco.
Según la previsión que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene en su página web, los vientos que soplarán este fin de semana en las costas murcianas serán «variables».
En cuanto a la ruta de estas carabelas, Franco indica que «entran por el Estrecho, suelen llegar a Málaga, a Granada y de ahí a las costas de Murcia». Siempre dependiendo de los vientos, «se están distribuyendo de una o de otra forma. Ha llegado alguna incluso a Formentera», puntualiza.
Franco revela que hace unos años hubo una oleada de carabelas en las aguas de Asturias, Cantabria y País Vasco. «En un día, podían aparecer cien», destaca. Lo que hicieron entonces «es que, a primera hora de la mañana, los puestos de playa y los servicios de limpieza las retiraban. Sobre la arena destacan un montón». Lo limpiaban, abrían la playa «y no llegó a ser noticia», comenta el especialista al respecto.