En la clase política actual ya no hay incrédulos, sino gente resabiada, que sabe de buena fuente todos los secretos que corroen las Instituciones, y tiene en el móvil todos los entresijos declarados ocultos e innombrables con todos los latrocinios realizados desde los ochenta. Gente que habita en el engaño, que reenvía bulos intencionados en las redes sociales, o miente como los bellacos con el objetivo de desinformar. Veteranos con el rabo entre las piernas y jóvenes partidarios ansiosos por trepar, políticamente dirigidos que sirven al mejor postor en cada partido, que tienen invertido en demasía el principio de la inocencia y transpiran mansedumbre, porque en el fondo saben qué político es un mercenario y cuáles son sus intenciones una vez en la poltrona. Aunque sin apenas dudar, prefieren creer lo que dictan sus camaleónicos mentores, que son héroes de carne y hueso que andan por ahí trabajando por el pueblo y deshaciendo entuertos instruidos en “despachos influencers”. Gente que no quiere saber quién mueve a las pobres “marionetas de tan poca tela”, para dar pie a todo esto, pero creen que el descubrirlo y comentarlo les traerá mala suerte, o que como advierte algún abuelo, perjudicaría sus vidas porque los Gerifaltes que manejan el  Sanedrín fáctico les apuntarían con el dedo acusador.                                                                                                                                                          

El Régimen establecido con su “red clientelar” desplegada por los “lobbys  benefactores”, ha  logrado controlar los apesebrados medios locales, regionales e incluso nacionales, transformando incluso hasta la realidad navideña. Por eso renuncio a celebrar estas fiestas y hasta los “Reyes Magos”, que permuto por un frente a frente entre ciudadanos encorajinados con los que me alivio impotente, para que, en vez de entretenernos con pullas de medio pelo, recordemos hechos y verdades que tenemos por mentiras para conseguir desenmascarar a tantos sinvergüenzas, corruptos y delincuentes de cuello blanco.                                                                                                                                                

En el último quindenio transcurrido desde el 2005, hemos ido varias veces a las urnas, para las Generales, Europeas y cuatro municipales. Y el resultado es que estamos desgobernados en los tres niveles, aunque el estatal alcanza categoría de peligrosa fantochada y el regional de una dramática vodevil que va sumando despropósitos, por aquí “ni chicha ni limoná”, o como dijo Fraga…“no hay tu tía”, pero sin explicación. Los hechos dicen, además, que una extraña y desgraciada alianza entre los peores políticos y los peores electores de nuestra democracia, ha conseguido esfacelar el sistema de partidos, bloquear todas las instituciones, hacer una política dependiente de los más acendrados enemigos de España, levantar la ultraderecha -hundir el centro (mal gestionado por Cs) -, resucitar los reinos de taifas y convertir a los populistas de la izquierda con Rufián (Hefesto) por orden de Iglesias (Zeus) en el  “puto amo de la Caja de Pandora”.

Todo sucede, sin embargo, sin que nadie se sienta responsable, sin que nadie renuncie a ser el divo petulante de turno  o todo esto le suene a algo ya vivido en el pasado. De nuevo, perniciosas connivencias de líderes de trapo en las alturas, donde los acoplados “gurús”, políticamente inertes son los auténticos cabecillas de los partidos, se apresuran a decir que tiene que haber espacio y premio para todos. Que la política es diálogo y más diálogo, escenificar  y convenir por el bien del pueblo, eso sí, metiendo mano a la capaza y cartera de la gente para llenar las suyas. Lo hacen, además, desde la obligada necesidad por el paso del tiempo sin soluciones convincentes para la mayoría ciudadana frente a la ambición enloquecida de los grupos de poder que representan.   

“ANTES DE INICIAR LA LABOR DE CAMBIAR  AL MUNDO, DA TRES VUELTAS POR TU PROPIA CASA”                            

 

COLECTIVO «EN CLAVE TRANSPARENTE»