Nuevamente se plantean unos hechos francamente deplorables en este país en el que ha faltado o han faltado gobernantes, gestores y estadistas para poner orden a tantos abusos en todos o en casi muchos problemas que ahora vienen estallando al rebufo de la crisis económica no resuelta, salvo en las macroeconomías españolas y europeas, pero no en las microeconomías familiares o del mundo laboral.

La crisis del aeropuerto del Prat es el resultado de privatizaciones de industrias estratégicas como es la seguridad nacional, y el turismo. Ya sabemos el método para resolver nuestros problemas salariales. Hace unos meses, los estibadores con sueldos excelentes, dieron la campanada y se salieron con la suya. Empresa privatizada de componentes muy oscuros.Tuvieron desabastecidos los mercados. O el Gobierno del Estado o el de las Comunidades Autónomas se bajan los pantalones, o aquí pasa algo. Huelgas sin duda estimuladas por los partidos en conflicto permanente. ¿Partidos?. 
Desde hace meses se veía venir al terremoto de las protestas de los que practican la turismofobia, cuyos estrategas estudiaban la mala situación del turismo español como tal organización industrial dislocada, abusiva, masiva y sin controles. Los expertos de las CUP catalana y sus primos hermanos de Podemos y otras confluencias detectaron acertadamente e hicieron unos diagnósticos  casi de libro. El desmadre ha crecido en este sector tan fundamental para el dessarrollo español y levantarnos de la crisis que golpean las economías más débiles. Bien.

Pero perfilado el diagnóstico, como siempre, una vez más, los estrategas del populismo arrasador y sus colaboradores sistémicos del otro lado, han ordenado unos remedios brutales, ilegales y ruinosos. Quieren matar la gallina de los huevos de oro, un cáncer con metástasis nacional a base de quimio y radio brutales. O eutanasia revolucionaria. A tomar por el camino de enmedio y salga el sol por Antequera. Hay que combatir para destruir y construir un apoyo asambleario de cara al Referendúm. No es método, y sus terroristas sociales deben pagar el desprestigio y la mala imagen de un país que necesita soluciones racionales, posibles y reformas muy urgentes en beneficio de la sociedad mayoritariamente con gente de las clases medias, trabajadores y autónomos.
Pero en el pecado se lleva la penitencia, deben haber medidas muy severas, y soluciones emergentes. En el turismo español se han hecho muchas, pero muchas barbaridades y se han cometido graves y muy graves errores para conseguir dinero fácil a la carrera. Despilfarro, derroche, especulación. burbujas inmobiliarias, precios disparados y abusivos en temporadas de descanso, negocios sucios y hasta mafias procedentes de todos los puntos de Europa y del mundo árabe, como en Marbella, hasta hace unos años, cuando estalló el escándalo del gilismo que llegó para levantar a la capital de la Costa del Sol, y terminó en una tragedia, en un drama y en procesos jurídiciales de película.No se queda atrás la Región de Murcia. No muy tarde veremos pintadas, porque el brazo inquisitivo de los extremistas no es solo de la CUP, hay otros y se conocen.
Lo del turismo regional murciano, con unas playas de las mejores, unas aguas de mares de ensueño, tibias groseramente calificadas como el EFECTO LUCIFER, un Mar Menor mundialmente conocido y el estallido de unas  construcciones convertidas en negocios espectaculares por vendedores y compradores no han dado unos resultados notoriamente mejorables. Primero ordenando tanto desmadre. Segundo impedir que ese desmadre no llegue a peor en nuestras playas, costas y turismo rural. Y tercero, resolver el problema del agua.
Durante años, desde los años del franquismo al que no hay que culpar de todos los males, sino de épocas posteriores, se ha tratado de hundirnos en la penuria turística por falta de inversiones garantiazadas. Lo sentimos los que pensamos en MURCIA TRANSPARENTE como O.N.G. y periódico libre y sin compromisos soterrados, pero ahí estan los feos líos judiciales empantanados que nadie quiere descifrar, y como bellos pueblos del litoral regional como la ciudad de Mazarrón castigada sin piedad por media docena de caiques sin preparación, los proyectos de Novo Carthago, brutales y devoradores de dinero negro y los planes para transformar la costa de Águilas  en un emporio del cemento de lujo, son algunas muestras indignas de unos gobernantes de todos los colores, bipartidistas y estos emergentes que ya pisan moqueta sin ideas, charlatanes incapaces de resolver. O quimio para Murcia o aire en las venas para hacer eutanasia sin dolor.

En fin, un turismo castigado, pobre y cerrado a cal y canto en invierno. Un turismo sin ideas nuevas, imaginación y ordenado. CALIDAD, RACIONALIDAD E IMAGEN.
No sabemos si será tarde, esperemos que no sea así, pero no pierdan el tiempo los aristócratas de los partidos en discusiones bizantinas y reparto de poder, y logren repartir riqueza y no miseria como pretenden los agitadores de las CUP y sus aliados.

MURCIA TRANSPARENTE