El encuentro duró una hora y fue “cordial”, según fuentes del partido. Casado y Santamaría no habían hablado en todo el mes de agosto. Antes de convocarse a la cita de este lunes, su última conversación, a finales de julio, fue tensa. Ella pidió que su equipo tuviera, en los órganos de dirección del PP, una representación proporcional a los resultados de la primera vuelta de las primarias, que ganó con el 43% del voto de los afiliados. El nuevo presidente popular rechazó esa petición y le ofreció ser vocal en la ejecutiva. Santamaría no aceptó, como tampoco presidir una comisión parlamentaria.
“La única silla que queda por ocupar es la suya y mejor que la ocupe cuanto antes”, declaró entonces el vicesecretario de Organización, Javier Maroto. Santamaría pidió que bajasen el tono y se dio agosto para meditar su futuro. Su entorno acusó a Casado de “no saber ganar” y ofrecerles una representación “indigna” en los órganos de poder del partido. Al principio, los principales valedores de Santamaría, como José Luis Ayllón, su jefe de campaña en las primarias, rechazaron los puestos que les ofrecía el nuevo líder, pero poco a poco han ido integrándose. Ayllón aceptó finalmente la vicepresidencia de la comisión mixta de relaciones con la Unión Europea. Maroto reivindicó ayer la integración de los sorayistas, entre los que citó a Juan Manuel Moreno, Alfonso Alonso, Alfonso Fernández Mañueco e Isabel Bonig.
El anuncio sorprendió al vicesecretario de Organización en plena rueda de prensa tras la reunión del comité de dirección del partido. El PP quería denunciar “el doble rasero” del PSOE en su defensa de Carmen Montón y sus ataques a Casado por sus títulos de máster, pero como viene sucediendo en los últimos actos del partido, Santamaría volvió a hacerse con el titular. Preguntado por su retirada, Maroto dijo que desconocía esa decisión, pero insistió en el afán integrador de Casado: “La ha recibido de mil amores, como a todos los que no estaban en su candidatura”.
Fiel a su padrino político
Santamaría reivindicó en su comunicado el apoyo de los afiliados en la primera vuelta de primarias, y su legado, atacado durante la campaña. “He tenido el honor de trabajar con el presidente Mariano Rajoy en una gran tarea política que culminó en un Gobierno que supo sacar a nuestro país de la mayor crisis económica de su historia reciente y cuyo pulso no tembló a la hora de defender la unidad de España”. A Casado le dedicó sus “mejores deseos”. Este respondió con un tuit agradeciendo su “entrega” y deseándole “los mayores éxitos”. El PP no hizo un comunicado oficial sobre la marcha de la exvicepresidenta.
La que fue número dos de Rajoy no se identifica con el nuevo PP diseñado por Casado, como evidenció la campaña de primarias, cuando él insistía en un rearme ideológico del partido —ha convocado una convención especial para diciembre— y ella en un cambio de gestor, no de programa. Con un paréntesis en el que intentó ser la primera mujer candidata a La Moncloa, Santamaría ha sido fiel hasta el final a su padrino político retirándose solo cuatro meses después que él.