La costa oeste del Océano Índico puede incrementar su inestabilidad próximamente, esta zona en la que se ha trabajado intensamente desde que se produjo la crisis de la Piratería, tiene varios puntos al rojo, Yemen, Somalia o Kenya, son algunos de ellos, primero por asuntos internos pero que después se ven potenciados por agentes externos con intereses espurios en demasiadas ocasiones; pues ya sabemos que los vértices geopolíticos son puntos inevitables de fricción entre las grandes potencias, y eso es lo que está ocurriendo con el golfo de Aden y zonas aledañas.
Empezaremos por Kenya, el posible conflicto o incidentes de más baja intensidad, en ese país fruto de la descolonización inglesa y con fama de estable, está en los últimos tiempos mal acostumbrándose a que las elecciones, o mejor dicho tras las elecciones haya un baño de sangre, como muy bien retransmite la delegación de la agencia EFE en Nairobi.
Para conseguir el gobierno en Nairobi han competido dos partidos con un importante componente tribal, el partido gobernante del presidente Uhuru Kenyatta, el KANU, Kenya African National Union, de la tribu de los kikuyu, contra el National Super Alliance, NASA, de Raila Odinga de la tribu de los Lúo. Esta competición en las últimas ocasiones han traído oleadas de asesinatos, en las del 2013 se llega a hablar de varios miles, situación totalmente incompatible con un verdadero régimen democrático, pero ya sabemos que el camino hacia la democracia es un largo y complejo periplo histórico que cuesta mucho de recorrer, y que como ocurre en Venezuela puede ser desandado en cualquier momento.
Después su vecina Somalia, o ese estado en situación fallida, dividido en diferentes protoestados como Puntiland, señoríos feudales y ciudades estado sostenidas por el apoyo internacional como Mogadiscio, amenaza momentos complicados después de que el cofundador del grupo terrorista, pro Al Qaeda, Al Shabab, Muktar Robow, que abandonó a esos asesinos en 2011, haya alcanzado un acuerdo con el gobierno para combatir a sus antiguos compañeros, que perderán el importante apoyo de la familia Abu Mansur, a la que pertenece Muktar, pues aquí el componente tribal también es muy importante. Y aunque esto pueda debilitarles no olvidemos que hace poco tiempo la ONU en un informe afirmaba que los terroristas de Al Shabab mantenían sus capacidades como se demostró este pasado 31 de julio con la emboscada en la región Lower Shabelle al sur con el resultado de 39 soldados ugandeses muertos de la Misión de la Unión Africana (UA) en Somalia (AMISOM).
Y ya adentrándonos en el golfo de Aden nos encontramos con Yibuti, ese país especializado en tener bases militares extranjeras, de todas las orientaciones y alianzas con la excusa de la piratería, pues si empezó teniendo una gran base francesa, como potencia colonial, que disponía esta primavera pasada de unos 2000 soldados de la 13ª Semibrigada de la Legión Extranjera, más un escuadrón de cazas Mirage 2000 y diversas unidades de transporte de ala fija y rotatoria, a los que se le añadió la base militar norteamericana de Camp Lemonnier, con casi 6000 soldados (entre los que existen unidades de operaciones especiales), una Ala de combate de caza bombarderos F15 (unos 20), más una unidad de drones, a los que se les une algo menos de medio millar de efectivos italianos en su base naval con 10 patrulleros, por su parte Japón también cuenta en este país con la primera base fuera de su territorio de las Fuerzas de Autodefensa con varios centenares de efectivos, y a los anteriores países se les suma un par de pequeños despliegues uno permanente y aeronaval por parte de España y otro temporal de Alemania.
A todas esas naciones se les acaba de incorporar China, en su posición de potencia mundial, con una base que ha creado las reticencias de su rival los USA y su otrora enemigo el Japón, pues parece que cuando esté terminada podrá albergar hasta 10.000 efectivos; y finalmente las muy avanzadas negociaciones (casi concluidas) por instalarse también en Yibuti de Arabia Saudia, en fin una auténtica Torre de Babel, mezcla de países aliados con rivales y con casi enemigos. Para terminar de completar el despliegue de bases en la costa africana de Aden/M.Rojo las dos bases que está construyendo EAU (Emiratos Árabes Unidos) en el puerto de Berbera, ciudad del protoestado de Somaliland (justo en frente de la ciudad yemení de Aden) y otra en la ciudad portuaria de Assab en Eritrea, pone la guinda a este complicado rompecabezas.
Al otro lado del golfo se encuentra el conflicto del Yemen esa guerra civil donde confluyen los problemas locales/tribales (últimamente se le ha añadido además el cólera), con los regionales (enfrentamiento entre sunitas y chiítas) y próximamente internacionales la proxy War (guerra a través de un apoderado) que titula el artículo, pues a principio de año Ramzi Abdolá, un alto rango militar y miembro del Partido Socialista yemení, afirmó que el gobierno de Saná, formado por leales al expresidente Ali Abdolá Saleh y sus aliados del movimiento popular yemení Ansarolá y de los Houthis, habían pedido apoyo a Rusia, para contrarrestar el apoyo que recibe de Arabia Saudí y otros países de la Liga Arabe como UEA las tropas leales al presidente Abd Rabbuh Mansur al-Hadi (algunos analistas también consideran que los apoya los USA). Incluso existe alguna noticia (intoxicación o no) en medios de la zona sobre la posibilidad de que exista una base naval rusa en Yemen próximamente, pues también hay nerviosismo sobre quién está construyendo una base en la isla de Meyún en pleno estrecho de Bab al Mandab, o que hacer con el puerto de Al Hudayda, el más cercano a Saná, para poder recibir la ayuda humanitaria, al estar bloqueado por los saudíes.
Esta posible presencia rusa en una área de influencia USA (Arabia Saudí y golfo de Aden) podría también estar relacionada con la instalación, según la agencia turca Anadolu, de 10 bases USA en la región kurda de Siria (zona de influencia rusa), pues aquí también funciona la ley de la compensación o el ojo por ojo, como mejor les guste. El hecho es que si los rusos vuelven al Yemen (ya estuvieron en la guerra fría), el conflicto en este país, no se porque se me antoja que se va a recrudecer.
Algunos de ustedes pensarán, y mi que me afecta todo ese guirigay, pues yo no voy a ir de Safari a Kenia ni de crucero por el Océano Índico o de buceo por el Mar Rojo. Pues no voy a traerles a colación la teoría del Caos y la pregunta ¿de si el aleteo de una mariposa en Brasil hace aparecer un tornado en Texas? de Eduard Norton Lorenz, pero si les comentaré alguno de nuestros intereses, pues una de las bases y centros de apoyo de la misión de la UE -EUCAP Somalia- para la estabilización de ese país está en Nairobi, además en este país se creo un Tribunal especial contra la piratería en la ciudad portuaria de Mombasa que nos ha evitado algún que otro problema institucional o de conflicto de atribuciones (recuerden los varios casos de piratas capturados, el secuestro del Alakrana o la resolución judicial del juez Fernando Andreu de entregarlos a Kenia); después no hará falta que insista mucho sobre la importancia estratégica para nosotros de ese embudo que supone el golfo de Aden por donde gran parte de la gasolina con la que movemos nuestros coches, las millones de toneladas y miles de contenedores que desembarcan o que salen como exportaciones del puerto de Valencia pasan por ese vértice tan importante.
Pero ya saben el dicho, piensa en global pero actúa en local o en versión más de andar por casa, piensa a lo grande pero trabaja paso a paso, cosa que a algunos dirigentes, ya sea por su sectarismo o servilismo, no pueden ver, sea más allá de las próximas elecciones o mejor dicho de su puesto en las listas electorales.
PD. Mi más sincero pésame a las víctimas del atentado de Barcelona, pero como este es un artículo de opinión, que no de actualidad, me niego que los terroristas me marquen la agenda, aunque el tema lo trataré, seguro, pero con todo el sosiego necesario.