Susana Díaz y Pedro Sánchez han vuelto este martes a intentar mostrar públicamente en la Feria de Abril cómo las cuitas del pasado no impiden mantener una relación fluida y cordial. Y de nuevo han fracasado en el intento. El encuentro anunciado en la Caseta de la Asociación de la Prensa de Sevilla ha estado rodeado de la expectación propia de la grandes citas políticas y de nuevo ha dejado en evidencia cuán forzada sigue siendo la supuesta espontaneidad de sus gestos compartidos.

Hace tan sólo un año, en las primeras jornadas de la Feria de Abril -que en 2017 cayó prácticamente en mayo-, Susana Díaz aún presumía de su intención de ‘enterrar’ al sanchismo en avales. Las primarias socialistas se celebrarían unas semanas después y el ‘aparato’ en funciones del partido estaba con la presidenta de la Junta. Díaz pretendía dar un golpe de efecto en la campaña arrasando en la recogida preliminar de apoyos. Pero, en mitad de la Feria, el 4 de mayo, se hicieron públicos los recuentos y Pedro Sánchez dio la primera muestra del poder de renacer que consagró más tarde, en la noche del 22 de mayo.

La Feria de 2017 resultó agridulce para Susana Díaz por ese motivo. Un año antes, en la edición de 2016, también hubo pulso entre ambos líderes con la Feria por testigo, y eso que aún apenas se barruntaba la tormenta que caería después sobre el partido, con la dimisión del secretario general tras la maniobra de acoso y derribo comandada por la presidenta andaluza en el Comité Federal de octubre.

El caso es que, a un mes de cumplirse el aniversario del triunfo de Pedro Sánchez en las primarias socialistas, el secretario general insiste en reivindicarse a sí mismo también en el feudo andaluz. Y, aunque su presencia en la Feria ha sido fugaz, con su visita, vuelve a romper el hechizo de los vetos ajenos. No hay‘territorio comanche’ para el secretario general del PSOE.

Las visitas de los líderes nacionales de los partidos a la Feria de Abril suele convertirse en un paseo por las casetas institucionales de empresas o sindicatos de la mano de los dirigentes regionales y locales. Pero no ha sido así en el caso de Pedro Sánchez, que ha hecho el recorrido de cortesía acompañados de sus fieles, como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, miembro de su ejecutiva, o Nieves Hernández, que presidió durante las primarias las plataformas de militantes ‘sanchistas’.

En la Caseta de la Prensa Sánchez y Díaz asistieron a la entrega de los ‘claveles’ de la Asociación de la Prensa de Sevilla, que reconoció entre otros al locutor Manu Sánchez y a la bailaora Matilde Coral, con quien Susana Díaz, que llevaba un traje de flamenca blanco con lunares negros, compartió la espera. Una vez terminado el acto y hechas las fotos del encuentro, siguieron su visita a la Feria por separado.

De hecho, antes de verse, ambos habían estado con pocos minutos de diferencia en la caseta de la SER, donde Sánchez se encontró y saludó amigablemente al flamante candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla, Beltrán Pérez. La espontaneidad es antoja en ocasiones más fácíl con los extraños que con los propios.

 

 

FUENTE: ELMUNDO