Las elevadas expectativas de participación en las elecciones del próximo 21 de diciembre podrían dejar a los partidos soberanistas sin mayoría absoluta en el Parlament, según el último sondeo de GAD3 para La Vanguardia, realizado entre los días 4 y 7 de diciembre. La encuesta ofrece tres conclusiones relevantes. La primera, una participación récord que podría alcanzar al 82% el electorado; la segunda, la probable pérdida de la mayoría absoluta del soberanismo (con una horquilla de escaños entre 66 y 67, hasta dos por debajo de los 68), y la tercera, una apretada pugna por la primera plaza entre CiutadansEsquerra y un emergente Junts per Catalunya.

El retroceso del soberanismo se explica, sobre todo, por la caída de la CUP, que perdería la mitad de los 10 escaños actuales, mientras que los antiguos socios de Junts pel Sí (ERC y la reformulada lista del PDeCAT con Carles Puigdemont a la cabeza) se limitarían a reeditar el voto conjunto del 2015: un 39,7% y entre 61 o 62 diputados. En conjunto el voto soberanista sumaría menos del 45% de las papeletas, tres puntos menos que hace dos años.

Junts per Catalunya duplica el porcentaje y el cómputo de escaños que obtenía el PDECat hace apenas un mes

Sin embargo, lo más significativo dentro del bloque soberanista es la ascensión de JxCat, que duplica el porcentaje y el cómputo de escaños que obtenía el PDECat hace apenas un mes. Puigdemont alcanza prácticamente a ERC (la distancia es de apenas tres puntos), cuyo candidato, todavía en prisión, es el líder mejor valorado, aunque no el presidenciable preferido.

El otro dato trascendental, más allá de una correlación entre ambos bloques que mantiene a los comunes como eventuales árbitros en el futuro Parlament, es la expectativa de que Ciutadans se convierta en la primera fuerza, sino en escaños, sí en votos. Según el sondeo de GAD3, el pelotón de cabeza lo compone un abigarrado trío, en el que destaca Cs con más del 23% de los votos y hasta 31 escaños, seguido de ERC (21,5% y hasta 32 diputados) y, a corta distancia, JxCat, con más del 18% de los sufragios y 30 escaños.

El escenario electoral situaría en la cuarta plaza a un reforzado PSC (que ganaría cuatro puntos y hasta seis escaños), aunque sus opciones de mejorar ese pronóstico se enfrentan a la inédita fortaleza de Cs. De hecho, la candidatura de Arrimadas sigue captando antiguos votantes socialistas, aunque su caladero principal se sitúa en el PP. Un 45% de los votantes populares en las autonómicas del 2015 apoyará ahora Cs. Ese trasvase dejaría a los populares con hasta tres diputados menos. Y un retroceso similar sufriría la candidatura de CatComú, que retendría 8 de los 11 escaños que obtuvo en el 2015.

 

 

 

FUENTE: LAVANGUARDIA