IÑAKI ELLAKURÍA

 

Ciudadanos logró en las pasadas elecciones generales sacarse de encima su imagen de partido netamente urbanita y por primera vez obtuvo buenos resultados en provincias alejadas de los grandes núcleos metropolitanos, esa España definida como vacía (o vaciada) –el 53% de su territorio– por el imparable proceso de despoblación que sufre desde hace años.

Albert Rivera concurrió al 28-A con una serie de propuestas para esa España rural que ahora quiere incorporar a un pacto de Estado contra la España vacía. Ese acuerdo será, anunció ayer en su visita a Ávila, una de las primeras reclamaciones que trasladará al Congreso de los Diputados cuando eche a andar la nueva legislatura. Un acuerdo transversal que se podría alcanzar, dijo, a partir de una comisión parlamentaria para que todos los grupos planteen y discutan sus propuestas sobre la España vacía.

La visita de Rivera a Ávila busca reforzar las opciones de los liberales en las autonómicas de Castilla y León

“Con la mitad de un país vacío no hay oportunidades para la mitad de la población”, afirmó Rivera, quien denunció que hay miles de españoles que, por vivir alejados de las grandes urbes, no gozan todavía en la España del siglo XXI de “un servicio de transporte, no tiene un servicio de farmacia, de pediatría o de hospital cercano”.

Frente a la icónica muralla de la ciudad, Rivera recordó y vindicó las medidas del programa electoral de Cs, como la instalación de banda ancha en todo el territorio, reducción del IRPF a los ciudadanos de municipios con menos de 5.000 habitantes, la reducción de las cuotas de autónomos…

 

La visita de Rivera a Ávila busca también reforzar las opciones de los liberales en las elecciones autonómicas de Castilla y León, una comunidad en la que, pese a la crisis que vivió la formación con las primarias que enfrentaron a Silvia Clemente y Francisco Igea, obtuvo un muy buen resultado el 28-A –pasó de tener un diputado en el Congreso a ocho– y todos los sondeos apuntan una subida el próximo 26-M que les acerque a populares y socialistas. De hecho, es una de las comunidades donde Cs aspira a dar el sorpasso al PP. “Durante demasiado tiempo Castilla y León ha estado en manos de los mismos, que se acomodaron y abandonaron el liderazgo que necesitaba”, afirmó Rivera. El dirigente de Cs anunció que su primera medida si logran entrar en la Junta será la eliminación del impuesto de sucesiones.

La presencia de Rivera en la ciudad castellana tenía otro punto de interés, su reencuentro en público con Francisco Igea, quien se enfrentó simbólicamente al líder de Ciudadanos en las primarias para el candidato a la Junta al presentar una candidatura alternativa a la de la expopular Silvia Clemente, el fichaje estrella de la dirección naranja para esta comunidad.

Igea, que contó con el aval y apoyo de Luis Garicano, se acabó imponiendo contra pronóstico después de impugnar el resultado de las elecciones internas y que quedara demostrado que hubo un intento de pucherazo –la autoría del cual sigue siendo un misterio– en favor de Clemente.

Rivera e Igea se saludaron ayer delante de las cámaras, en su encuentro en las calles de Ávila. Eso fue todo. Después, durante el paseo, guardaron la distancia. Apenas se miraron y evitaron cualquier gesto de complicidad. Ni siquiera se buscaron cuando toda la comitiva naranja brindó “por España y por Castilla y León”.