El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha respondido este viernes a quienes instan a la líder del partido en Catalunya, Inés Arrimadas, a intentar formar gobernar, que los números no dan para un pacto de los constitucionalistas por el «hundimiento» en las urnas del PP y del PSOE. Ante la imposibilidad de llegar a la Generalitat, Rivera ha confirmado que su formación va a centrar sus esfuerzos en intentar hacerse con la Presidencia del Parlament.
«Con el hundimiento del PP y el PSOE y la maldita Ley Electoral no se puede formar un gobierno constitucionalista. Esto es una realidad», ha sentenciado Rivera durante la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso para hacer un balance político del año que termina.
El líder de la formación naranja ha hecho hincapié en que conservadores y socialistas «han fallado en el momento más necesario para la democracia española» y no han «estado a la altura», y ha puesto de relieve que sólo han sido capaces de sumar 21 escaños frente a los 36 que ha logrado su partido.
«Sabemos contar, y creo que otros también», ha dicho, ligando a «cuestiones partidistas» los mensajes que, en este sentido le están lanzando desde Génova y Ferraz.
Asumiendo que no podrán formar gobierno, Rivera sí se ha comprometido a «liderar la mayoría social» no independentista que existe en Catalunya y a intentar que los constitucionalistas tengan una «presencia importante» en la Mesa del Parlament. «Si no nos permiten gobernar, por lo menos que nos permitan presidir el Parlament», ha reclamado.
En este contexto, ha subrayado que «no es legítimo» que el Parlamento lo presida una persona como Carme Forcadell, ni que el Gobierno lo encabecen Carles Puigdemont u Oriol Junqueras porque, a su juicio, todos ellos están «inhabilitados políticamente» porque están imputados por delitos de malversación, sedición y rebelión.
«El fin de ciclo del bipartidismo»
Rivera ha señalado que, a su juicio, los resultados del 21 de diciembre confirman que España está ante «el fin de ciclo del bipartidismo» y que ésta va a ser una «legislatura transitoria entre lo viejo y lo que está por venir que Ciudadanos va a aprovechar para «ser útiles desde la oposición».
Así, intentarán llegar a acuerdos en los grandes temas pero manteniendo un «proyecto propio». A este respecto, el líder de Ciudadanos ha desvinculado el éxito o fracaso de las reformas políticas, varias de ellas pactadas con el PP para la investidura de Rajoy, con el apoyo de su formación a los Presupuestos Generales del Estado, que ha garantizado si el Gobierno cumple el preacuerdo alcanzado e integra en las cuentas las partidas comprometidas.
Apoyándose en la necesidad de sumar otros partidos para alcanzar una mayoría cualificada, el líder de Ciudadanos ha argumentado que su formación únicamente condicionará el apoyo de las cuentas a que se incluyan las partidas, por valor de unos 8.300 millones de euros, pactadas con el Gobierno el pasado mes de septiembre.
Entre las leyes que quedan pendientes y que el presidente de Ciudadanos espera ver aprobadas en el próximo curso político, dentro de ese «giro de políticas naranjas sociales y económicas, ha citado la regulación de la gestación subrogada, el pacto educativo y la ley para garantizar la independencia de los reguladores.