GOBERNADOS POR CORRUPTOS Y NUEVOS INMADUROS POLITICOS
La guerra civil, hace poco, ochenta años, parece que no ha terminado ni se sabe cuándo, ni a la muerte del general Franco hubo alivio razonable ni esperanzas fundadas aunque lo pareció. ETA siguió matando y con más intensidad. La Transición fué recibida como un simbólico abrazo por la paz entre hermanos, pero ni hubo olvido, ni perdones. Seguimos. Arde lentamente el fuego del rencor injustificado, y aquella primavera española de hace seis años ha florecido lánguidamente porque la desilgualdad social, nuestro malestar cronificado da signos o síntomas de una enfermedad que corre el riesgo de ir a peor.
De todo este drama, cuando un alcalde dijo que la justicia es un cachondeo, he estado convencido sin dudarlo un instante, ni cuando el insomnio me aclara ideas, porque estando toda mi vida, en el bando de los perdedores y renunciando a alquilarme, he sentido como me han robado el alma pero no los sentimientos humanos y a veces, pocas, el humor… Estoy hecho un sumerio, que también puede dar placer.
No me resistó a ofrecer un párrafo del doctor Óscar Rodríguez, lleno de reproches, aunque el confía en un nuevo mayo. Escribe lo siguiente: «Desde luego, no hace falta a todas aquellas personas que pensamos en clave de progreso, que consideramos absolutamente IMPRESENTABLE que siga al frente del país un partido podrido por la corrupción, que sentimos bochorno por los desvergonzados y vertiginosos cambios de posiciones de los nuevos partidos y que estasmos hastiados del permanente e infantil cruce de acusaciones entre los partidos de la Oposición para ver quién se convierte en cabeza de ratón».
En fin, en aquellos años escribí un libro cuyo título explicaba todo: «MURCIA INDIGNADA». En un mes les amenazo con volver a publicar otro, su título lo aclara todo «MURCIA, LA ESTRELLA SOLITARIA». Sola, pero sin dejar de ser una hermosa estrella.