Con el fracaso de la investidura de Pedro Sánchez, en el PP concluyen que todos han perdido… menos Pablo Casado. El candidato a la presidencia y Pablo Iglesias como su socio preferente, por supuesto, se han desgastado. Pero también un Albert Rivera que está “en caída libre”.
El presidente de Ciudadanos, en opinión de dirigentes nacionales del PP, no aprovechó la oportunidad, en un momento de debilidad del PSOE y Podemos, y quedó como un “líder sin discurso y propuestas” que, además, fue “destrozado” el lunes por un Pedro Sánchez que, ya entonces, veía que su investidura no salía.
Ese desgaste de Rivera contrasta con el momento que ahora vive Pablo Casado: “No se ha quemado en estas últimas semanas y además se ha confirmado como el líder de la oposición, sin renunciar a un perfil, el depolítico de Estado, al que Rivera ha renunciado”.
“Nos quiere forzar a la abstención…”
La tesis de los cargos del PP consultados por Confidencial Digital es queAlbert Rivera ha elevado el tono frente al PSOE, situándose como “la oposición real” al Gobierno, con un claro objetivo: “Que seamos nosotros los que nos abstengamos en septiembre”.
En Génova tienen asumido que Ciudadanos se ha propuesto convertirse en “el líder de la derecha” y por eso están insistiendo, durante las últimas semanas, en no moverse del “no” a Sánchez.
Esa estrategia, advierten desde el PP, imita la llevada a cabo por Podemos en 2016, que perseguía la abstención del PSOE para aspirar al sorpasso.
No obstante, recuerdan, “ni con todo lo que pasó en el PSOE, ni con las encuestas a favor, lo consiguieron”. Y, además, el escenario demoscópico para Ciudadanos “no va a ser, ni mucho menos, tan favorable”.
“… pero al final será él quien ceda”
Esta última reflexión, explican los dirigentes populares consultados por ECD, se sustenta en los datos que ya manejan en Génova del próximobarómetro del CIS, que se hará público en agosto y que corresponderá a encuestas realizadas en estas semanas.
En ese sondeo, anticipan, “se visualizará un importante descenso de Ciudadanos, del que nos beneficiaremos, fundamentalmente, nosotros, aunque también el PSOE”.
Rivera, añaden, “tendrá un agosto complicado”, ya que se prevénencuestas en grandes medios nacionales que apunten en la misma dirección: “Los nuevos partidos son los que más van a caer en los estudios demoscópicos”.
Por todo ello, en el PP tienen claro que, en septiembre, la situación de Ciudadanos obligará a Rivera a dar un giro: “Será consciente de que unas nuevas elecciones le dejarán más lejos del PP. Y, ante el temor de una caída en las urnas, se abstendrá”.
Los populares recuerdan que ya en 2016, después de las generales de junio, Rivera anunció que no daría apoyo al PP si Rajoy no renunciaba a ser él el candidato a la investidura, pero tres meses después votó a favor del presidente en funciones. La historia, apuntan en Génova, puede repetirse de nuevo.