TOLEDO.- La Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha propuesto un nuevo trasvase de 20 hectómetros cúbicos desde la cabecera del Tajo hacia Levante. Una nueva derivación de agua con la que se cubrirían las necesidades de abastecimiento y regadíos de la cuenca del Segura durante el mes de septiembre, y a la que desde el Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera se ha dado luz verde hoy mismo.
Decisión para la cual se han tomado como referencia los datos de agua embalsada correspondientes al 1 de septiembre, cuando Entrepeñas y Buendía almacenaban 610 hectómetros cúbicos -a día de hoy son 2 menos-, sin tener en cuenta que solo en la última semana han sido 16 los hectómetros cúbicos que se han perdido.
Una situación sobre la que ha llamado la atención la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez, quien a través de sus redes sociales ha lamentado que continúe el «sinsentido» en la comisión de explotación del Tajo-Segura, donde «no se actualizan los datos» y no se tienen en cuenta las pérdidas de los últimos días.
No obstante, García Élez se mostraba confiada en que la ministra Teresa Ribera «escuche las peticiones de Castilla-La Mancha», que pasan por buscar alternativas al trasvase.
Y es que, tal y como recordaba la consejera este jueves en una entrevista en la emisora COPE, el 85 por ciento de los meses de los últimos cuatro años los embalses de cabecera del Tajo “han estado en situación de alerta o emergencia”. Datos que responden a “la realidad” en la que se encuentran Entrepeñas y Buendía, “y no los datos que utilizan para fundamentar el trasvase de 20 hectómetros cúbicos”.
Sin embargo, según las reglas de explotación, la cabecera del Tajo se encontraría en nivel 3, por lo que queda en manos de la ministra decidir cuándo se enviará el agua.
Una decisión que no se ha hecho esperar, puesto que desde el Ministerio que dirige Ribera se ha emitido un comunicado en el que se explica que se autorizará el acuerdo adoptado por la comisión de trasvasar 20 hectómetros cúbicos.
Señalan que este acuerdo constata el nivel 3 de los embalses de la cabecera del Tajo, «en consonancia con el análisis de la evolución hídrica que realizó la propia comisión en su anterior reunión», celebrada el 9 de agosto.
Asimismo, detallan que el informe sobre la evolución del sistema de indicadores hidrológicos del Segura que recoge la situación a 4 de septiembre, elaborado por la Confederación Hidrográfica, «pone de manifiesto una situación próxima al umbral de prealerta en el subsistema de cuenca y de una situación de prealerta, prácticamente en el umbral de alerta, en el subsistema trasvase».
Junto a ello, justifican la decisión de autorizar el trasvase propuesto con el informe de situación elaborado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas(CEDEX), en el que se indica que los embalses de Entrepeñas y Buendía «registraron en julio y agosto aportaciones superiores a la mediana de la serie».
De este modo, y al considerar que se cumple con lo establecido en el Real Decreto 773/2014 por el que se regulan las normas del trasvase, el Ministerio inicia los trámites para autorizar el trasvase, que se sustanciará con la publicación de la resolución en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Un comunicado, el del Ministerio, que concluye precisando que desde el Gobierno se trabaja en el desarrollo de «medidas de gestión sostenible y encaminadas a incrementar la autosuficiencia de los territorios demandantes» haciendo uso «de todas las fuentes disponibles: aguas superficiales y subterráneas, reutilización y desalación».
A lo que apostillan que, del mismo modo, trabajan «en la mejora de las condiciones ambientales de la cuenca cedente».
ENFADO DE LA CONSEJERA
Ante este comunicado y la autorización exprés del trasvase por parte del departamento de Ribera, no se han hecho esperar las reacciones desde Castilla-La Mancha.
La consejera de Fomento, Agustina García Élez, ha mostrado su malestar con la decisión preguntándose «dónde quedan las palabras de la ministra al inicio de su mandato» en las que señalaba que «los trasvases debían ser excepcionales».
Para García Élez este nuevo trasvase de 20 hectómetros cúbicos «es un ataque a un río Tajo que no puede seguir siendo esquilmado».
EL MÁXIMO PERMITIDO
Con los 20 hectómetros cúbicos propuestos por la comisión técnica y aprobados por el Ministerio, el máximo posible en esta situación, se da respuesta a las reclamaciones planteadas por los regantes alicantinos y murcianos que, al contrario que los municipios ribereños, sí ven atendidos sus planteamientos.
El de septiembre sería así el último trasvase del Tajo al Segura correspondiente al año hidrológico.
Cabe recordar que hace menos de 15 días, en concreto el 24 de agosto, el Boletín Oficial del Estado publicaba anterior autorización para trasvasar agua del Tajo al Segura, tal y como había acordado la comisión técnica el día 9. Esa misma noche se abría el canal del trasvase y los 20 hectómetros cúbicos autorizados viajaban así desde la cabecera del Tajo hasta los regadíos del Levante.
Regadíos sobre los cuales desde la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía se reclama una auditoría, para que “se cuantifiquen las balsas de riego particulares y se saque a la luz oficialmente cuántas hectáreas de regadío se han añadido ilegalmente desde 1986”.
Quieren que se conozca así, “con luz y taquígrafos” cuál es la realidad que se oculta tras las exigencias del Gobierno murciano, la Confederación Hidrográfica del Segura y los regantes del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS)”.
Y es que consideran que el primer paso para terminar con el trasvase es “que toda España conozca la caradura que tienen los ‘aguatenientes’ de la agricultura industrial del Levante”. Aseguran que en Murcia “no falta agua”, sino que ”sobran caraduras que se hacen ricos con el patrimonio de todos los españoles”.
En este sentido, califican como “secreto a voces” el hecho de que, desde 1986 se hayan ido multiplicando exponencialmente las hectáreas dedicadas al regadío en el Levante, una práctica “ilegal” que, sin embargo, “permite” el Gobierno de Murcia, que “ha ido levantando la mano y legalizando sin escrúpulos estos cultivos, propiciando que el monstruo se hiciera cada vez mayor y su sed de agua del Tajo adquiriese tintes legendarios”.