A los sindicatos UGT y CC OO se les ha acabado la paciencia. Han negociado meses con el Ministerio de Trabajo cambios en la negociación colectiva para revertir parte de la reforma laboral o introducir vías de control de la jornada laboral. En diciembre, el pacto —sin CEOE— estaba casi hecho. Pero no ven que el Gobierno lo lleve al BOE. Para exigirlo, hoy se reúnen las direcciones de ambas centrales y convocarán movilizaciones hasta el 8 de marzo. Entre ellas destaca un acto en Madrid que pretende reunir a 10.000 sindicalistas el 8 de febrero.

 
El título de la convocatoria dice: “UGT y CC OO analizan la situación del diálogo social y las propuestas para 2019”. En realidad, las ejecutivas de ambos sindicatos se ven este martes para convocar un calendario de movilizaciones para los próximos dos meses que, entre otros, tiene un acto central el 8 de febrero que pretende reunir a 10.000 sindicalistas en Madrid, admiten fuentes próximas a la dirección de las dos centrales. Las protestas se extenderán, al menos, hasta el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer.

Todavía no hay una decisión definitiva sobre cómo sumarse al colectivo feminista en ese simbólico día, que el año pasado tuvo una dimensión histórica. Entonces, UGT y CC OO convocaron paros parciales de dos horas. Esa parece la opción que se abre paso de nuevo este año, apuntan las mismas fuentes, que no descartan ampliar la convocatoria a toda la jornada en los sectores más feminizados.

Este movimiento llega después de que los sindicatos, la patronal CEOE y el Ministerio de Trabajo lleven meses conversando en torno a cambios parciales en la reforma laboral de 2012. Por el contenido de las conversaciones que se iban conociendo, pronto se vio que los empresarios, todavía con Juan Rosell al frente, se oponen. Esto resta opciones de que el pacto se plasme en un decreto con posibilidades de salir del Congreso sin grandes cambios. Pese a ello, las conversaciones continuaron.

A mitad de diciembre, Trabajo y los sindicatos acariciaban el acuerdo. La secretaria de Acción Sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente, llegó a anunciarlo. Esto provocó una reacción muy crítica de CEOE, encabezada ya por Antonio Garamendi, con palabras duras. Ante esto, la ministra Magdalena Valerio enfrió las expectativas de un pacto rápido.

Hasta entonces, Trabajo, UGT y CC OO coincidían en otorgar prioridad en la aplicación de los convenios sectoriales sobre los de empresa (la reforma laboral fijó lo contrario), recuperar la prórroga indefinida y automática de los convenios hasta su renovación (la reforma la limitó a un año), obligar a las empresas a tener mecanismos que permitan controlar a sindicatos y trabajadores cuántas horas trabajan y volver a fijar en 52 años la edad a partir de la que los parados pueden cobrar el subsidio no contributivo por desempleo (en 2012 se elevó a 55 años).

Los sindicatos querían que estos puntos se aprobaran por decreto a final de año. “Está maduro”, argumentaba este lunes un dirigente sindical. Nada de esto ha sucedido y los sindicatos han decidido poner en marcha las movilizaciones para presionar al Gobierno.

A UGT y CC OO no solo les ha molestado que el contenido de las negociaciones no vea la luz. También les ha irritado que el PSOE esté tratando de sacar adelante en el Congreso esa reforma parcial, con un contenido que rebaja lo hablado con Trabajo, aprovechando una proposición de ley. Admiten que es difícil que todo lo escrito en los documentos intercambiados con el Ejecutivo salga adelante. “Somos conscientes de la situación parlamentaria”, señalan. Pero les enoja que no se escenifique “con el presidente del Gobierno el trabajo de estos meses”. Es decir, un acto con Pedro Sánchez firmando una serie de documentos que comprometan al PSOE si finalmente nada saliera adelante y hubiera elecciones.
 
 

FUENTE: ELPAIS