En el Mazarrón que a malas penas funciona con mucho padecimiento pero con la intención de mantener este hermoso pueblo en “calma chicha”, persevera un clientelismo de raíces fuertemente arraigadas bajo la cómplice tutela del “bipartidismo infiel” en perversa sintonía con los “despachos influencers”.

Ajenos a la gente, fortalecen y consolidan el “régimen establecido” mediante ideologías de parvulario que camuflan en un socialismo complaciente cuando toca gobernar a los progres o en un rancio feudalismo medieval cuando gobiernan conservadores, hoy divididos en facciones cainitas por la logia caciquil. Esa es la cruda realidad, que en el lenguaje de la izquierda se llama “por el cambio” y para la gente normal “el cambio imposible”.

Al menos en una izquierda que no antepone los intereses de la ciudadanía por encima del partido y sí permite las apetencias mercantilistas de sus mentores que nos tragamos alelados, política de “tocomocho” y trampas saduceas cargadas de resentimiento y codicia. Así no irán muy lejos, sino muy pronto a la oposición, porque ya se han olvidado que la eficacia del diálogo con humildad y honradez es la única vía válida para sacar a las clases trabajadoras y medias del pozo de la miseria.

Seres humanos que pasan por momentos difíciles y que tanta demagogia y confrontación entre clanes no les alivia nada, les daña aún más. ¿Dónde está la solidaridad e igualdad prometida a unos ciudadanos y ciudadanas que merecen respeto y comprensión? Una parte de la sociedad mazarronera nos preguntamos – y el impasible firmante se siente ruinmente maltratado sin contemplaciones – por la categoría humana y buen hacer de los dirigentes en su afán de complacer a los “Gerifaltes” que los mangonean.

Nos preguntamos o se preguntan con lógica normal, si esto es lo que hacen en un Ayuntamiento de la proyección nacional e internacional como el de Mazarrón, mejor será no pensar en lo que podrían hacer determinados elementos y numerosos energúmenos que esperan infiltrados en otros partidos que abrazan el populismo y sucumben cautivos a los lobbys benefactores, si lograran el poder absoluto y ocupar el “sillón de tersssiopelo”. O peor aún, si abrieran la lata en la Comunidad o en el Estado.

Ya dan algunas pistas que no gustan ni un pelo a los que somos amantes de respetar al rival aunque discrepemos, incluso con cierta acritud dosificada. Ya dan malas pistas sus líderes, caudillos máximos del populismo nepotista deportando moderados y ampliando la “red clientelar”.

Honradamente confieso, y me gustaría equivocarme, porque este pueblo, esta región y este país necesitan una izquierda firme en sus convicciones y servidora de una sociedad hoy manejada por una derecha económica sin escrúpulos alejada de los principios de cualquier derecha europea, una derecha corrompida que no defiende principios ni a la ciudadanía. Demoledores ejemplos los venimos sufriendo de largo aquí o en cualquier lugar.

Digo que me gustaría equivocarme en mis dudas sobre la rectitud ideológica e incluso ética de Vox, Podemos, Regionalistas o Nacionalistas e Independientes de uno u otro color, que desde su llegada al escenario político, han logrado fragmentar el duopolio progre-conservador, y pervertirlos allá donde gobiernan a la sombra de coaliciones inconfesables y trueques infames por el poder y el “hotmoney”. “Aunque a veces sea complicada de entender, la política es un juego complejo y retorcido que afecta a todo el mundo lo quiera o no”.

 

 

“EN CLAVE TRANSPARENTE”