El pasado 7 de enero el constructor Juan Miguel Villar Mir estaba citado para declarar ante el juez en el marco de la Operación Lezo, pero no se presentó alegando problemas médicos. Según desvela la Cadena SER, existen unas conversaciones interceptadas judicialmente en las que se escucha al expresidente de OHL pactar con un doctor la fabricación de un documento médico falso para evitar declarar. Este caso fue archivado por la jueza Carmen Valcarce, la magistrada del caso de los espías de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, quien ha sido desautorizada en hasta dos ocasiones por la Audiencia Provincial por archivarla en hasta dos veces sin hacer diligencias.
Las intervenciones se hicieron entre los días 3 y 6 de enero inclusive, 24 horas antes de la citación. Durante las conversaciones es el propio Villar Mir el que revela que ha sido su abogado el que le ha aconsejado acudir al método de la falsificación. La citación judicial estaba prevista para un lunes a primera hora de la mañana, por lo que la defensa de Villar Mir creyó conveniente recurrir a un documento médico falso para poder aplazar la cita.
Según publica la SER, el constructor quedó con el doctor en estar “en contacto estos días” para saber si el domingo, el día anterior a la declaración, “yo te mando al conductor a recogerlo”. Asimismo, las grabaciones reflejan que Villar Mir le comunica al doctor que su abogado le ha recomendado que en el informe escriba “que padezco un fuerte ataque gripal o la expresión médica que tu creas oportuna”: «Muchísimas gracias doctor, siento la pequeña molestia y te lo agradezco mucho. Seguimos en contacto», sentencia.
La juez que archivó la causa, amiga de Granados
En el año 2009 trascienda una trama de espionaje político en la Comunidad de Madrid. El Ejecutivo de Esperanza Aguirre se encontraba en el epicentro de acusaciones de espionaje realizadas por empleados de la seguridad regional hacia miembros del propio gobierno. El entonces fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid (TSJM), Manuel Moix, fue el encargado de investigar los hechos. Cabe recordar que Moix fue reprobado por el Congreso de los Diputados por torpedear caso Lezo. Además, dimitió alegando motivos personales tras el escándalo de las sociedades offshore en Panamá.
Las causas de espionaje se concentraron en el Juzgado número 5, del que es titular Carmen Valcarce, quien archivó la causa en dos ocasiones, en julio de 2010 y en mayo de 2012. En ambos casos, la Audiencia provincial desautoriza a la magistrada y la obliga a reabrir las causas.
El pasado 16 de septiembre de 2014 Francisco Granados declaró en el marco del caso de los espías en Madrid. Tras declarar, la rana de Aguirre, quien tenía el teléfono intervenido, habló con su mujer. Según la trascripción del atestado policial de las conversaciones, Granados admitió que “la jueza llamada Carmena” le dio dos besos y alabó su gestión como consejero de Justicia, al tiempo que se ponía a su disposición y que “estaba para servirle”. Granados le pidió mayor discreción.