El pulso sostenido entre Ciudadanos y Vox está poniendo en riesgo algunos de los gobiernos autonómicos que el Partido Popular y Cs –con el voto imprescindible de los voxistas en las investidura– ya daban por seguros, como es el caso de Madrid y Murcia. Reeditar, en definitiva, la fórmula andaluza que permitió a populares y liberales desalojar la pasada primavera a los socialistas del sevillano Palacio de San Telmo tras casi cuatro décadas.

La gran diferencia de entonces a ahora es que Santiago Abascal y sus huestes, que ya han logrado entrar con grupo propio en el Congreso de los diputados y estar en numerosos parlamentos autonómicos y municipales, no se muestran dispuestos a prestar sus votos a cambio de nada, tal como exige y desea Albert Rivera.

Doble voto

Los de Abascal votan por segunda vez contra el gobierno PP-Cs en la comunidad murciana

Una distancia abismal en sus posiciones, para desesperación del PP, que con urgencia intenta ejercer de bombero/diplomático entre dos partidos que si no se odian entre sí, les queda muy poco para ello. Para ejemplo, el pasado miércoles, con un cruce de mensajes en Twitter de alto voltaje, pasando del reproche al insulto, cuando la cuenta oficial de Vox calificó a Rivera de “acojonado, sinvergüenza y lameculos de Macron”.

Si ninguno de los dos partidos acaba cediendo, los socialistas se podrían hacer con los gobiernos de Madrid y Murcia, inesperado botín para Pedro Sánchez. Pese a esa seria amenaza, el líder de Cs no está dispuesto a moverse de su posición. Da ya por superada la crisis interna que estalló la semana pasada con su máxima virulencia, tras la dimisión del portavoz económico Toni Roldán y la rebelión en la ejecutiva de varias voces críticas como Luis Garicano y Javier Nart, y cree controladas también las críticas del Gobierno francés a su política de pactos, por lo que no quiere que un excesivo acercamiento a Vox pueda reabrir de nuevo la batalla. Que no se repita, en definitiva, una nueva foto de Colón que tantos problemas le ha acarreado. La posibilidad de que el 10 de noviembre se acuda a unas nuevas elecciones generales influye también en la posición naranja.

Nuevo frente

En Granada, Vox se plantea presentar una moción de censura al alcalde liberal

La orden dada por la dirección nacional de Cs en las negociaciones territoriales es tajante: prohibido cualquier acuerdo programático con Vox –“no vamos a renunciar a nuestro programa”– y no firmar documento alguno que lleve la rúbrica de la derecha extrema. “Yo sólo firmaré un acuerdo de gobierno con el PP”, reiteró Ignacio Aguado, el líder de Cs en Madrid, tras anunciar Vox que rompía las negociaciones en Madrid para investir a la popular Isabel Díaz Ayuso.

Cs y Vox se echaron mutuamente la culpa del bloqueo. “En Madrid sólo gobernará Gabilondo si Cs se abstiene, sólo habrá gobiernos de izquierdas allí donde Cs lo permita con sus votos o abstenciones”, avisó el líder de Vox, Santiago Abascal. Lo hizo a través en su cuenta de Twitter, tras casi una semana sin comparecer públicamente, alimentando así los rumores de que su liderazgo ha sido eclipsado por la pareja que forman Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio. Abascal también cargó contra el PP, al que acusó de mostrarse “equidistante” con los “chantajistas” naranjas.

Otro escenario de la batalla entre Cs y Vox es el parlamento de Murcia, donde la derecha extrema acabó votando por segunda vez en contra de la investidura del candidato popular, Fernando López Miras. De nada sirvió el intento matutino del secretario general del PP, Teodoro García Egea, de mediar entre las dos formaciones. Logró sentar en una mesa a Cs y Vox pero estos últimos, al escuchar unas declaraciones hechas por el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, asegurando que el acuerdo era únicamente para explicar a Vox los términos del acuerdo PP-Cs, se levantaron y dieron por rotas las negociaciones.

El clima de enfrentamiento entre liberales y voxistas puede tener otro frente en Granada. El secretario de organización naranja, Fran Hervías, denunció que Vox está sondeando a PSOE y Podemos para impulsar una moción de censura al alcalde de Cs, Luis Salvador. “Aquí tenemos a los patriotas de Vox, luego dirán que lo hacen por España”, afirmó.

 

 

FUENTE: LAVANGUARDIA