Esa dicotomía explica los cambios de posición del PP en los últimos días. Este jueves, a primera hora de la mañana, preguntado por si iban a pedir que Pedro Sánchez compareciera en el Congreso por su tesis, el secretario general del partido, Teodoro García, dijo: “Lo que pedimos es que haga el mismo ejercicio de transparencia que hizo en su día el señor Casado, es decir, que se encierre durante dos horas con los periodistas y explique todos los pormernores de los que ahora se le acusan”. Dos horas más tarde, sin embargo, el propio García manifestaba: “Quiero anunciarles que vamos a presentar la petición de comparecencia y que lo vamos a hacer con Ciudadanos para que el presidente explique todas estas cuestiones en el Congreso”. El texto registrado finalmente solicita la comparecencia “urgente” de Sánchez “ante las versiones contradictorias generadas por sus explicaciones en la sesión de control al Gobierno celebrada el 12 de septiembre” —es decir el día anterior— y para que explique su posición “sobre la necesaria transparencia y rendición de cuentas en las universidades españolas”.
El día de la sesión de control al Gobierno ya había ocurrido algo similar: por la mañana, el líder del PP aseguraba que la tesis del presidente no era lo importante. “Desviar el foco de lo que está pasando en el Gobierno a quien menos le interesa es a la oposición. Si hablamos de la tesis de Sánchez no estamos hablando de lo que pasa en Cataluña, del desempleo en agosto, de Navantia o la desaceleración económica”, dijo. Por la tarde, después de que Rivera protagonizara la sesión de control con su rifirrafe con Sánchez por la tesis, la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, convocaba de nuevo a los medios para decir que las sospechas sobre el trabajo del presidente eran algo “grave”.
El PP tampoco insistió en que Sánchez entregara su tesis. Casado no tiene intención de hacer lo propio con sus trabajos de máster. El grupo popular solicitó la tesis a los servicios del Congreso el pasado agosto, “pero respondieron que era un tema personal”, se limitó a decir el número dos del PP. Cuando le preguntaron si iban a pedir ahora al presidente que entregara su tesis para comprobar si había plagiado, García repitió que lo que reclamaban era que hiciera lo mismo que Casado, que enseñó, pero no entregó sus trabajos. “Lo que estoy pidiendo es que dé explicaciones”. “No podemos comparar un trabajo con una tesis doctoral que te permite acceder al honor de ser profesor universitario”, añadió.
Casado solo compartirá sus trabajos con el Supremo y si se los solicitan, afirman fuentes de la dirección del PP. Ha consultado con varios abogados y está convencido de que no le imputarán por su máster, según las mismas fuentes, que apuntan que Casado evitó coincidir con los jueces en la apertura del curso judicial el pasado lunes. Si llegara ese escenario, aseguran que no dimitirá porque el umbral de exigencia del PP para esa medida es “la apertura del juicio oral”. En cualquier caso, la dimisión de Montón y la polémica por la tesis de Sánchez están impidiendo al PP marcar la agenda con los temas que le interesan: el “infierno fiscal” que pretende Sánchez al subir los impuestos o las supuestas cesiones a los independentistas.