«Siempre se ha cuidado mucho la imagen porque es parte del trabajo de un político. Hay que proyectar honestidad y despertar confianza. Lo que sí ha cambiado ha sido la manera en la que cuidan esa imagen y cómo los medios lo resaltan frente a otro tipo de aptitudes. Pero piensa en Felipe González, la gente le votaba por el carisma que tenía, era común escuchar aquello de «no sé lo que dice pero me encanta». O en Adolfo Suárez, muchos le votaban porque era guapo, joven, fresco. Me acuerdo del maquillaje anaranjado que usaba Zapatero, que parecía que siempre le había dado mucho el sol. Aquí la clave siempre es la misma: ser natural. Está bien cuidarse, pero no debe notarse. En el momento en que se nota, malo».

Habla Jorge Santiago Barnés, Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Camilo José Cela de Madrid y director del Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político (CIGMAP). «Al final, los políticos son el reflejo de la sociedad, y si esa sociedad está más preocupada por su salud y por su imagen, los políticos también lo estarán», apunta otro consultor del ramo. Hace unos días, el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid,Ignacio Aguado, sorprendía con una testa discretamente más poblada que la que solía lucir anteriormente. Sus entradas habían desaparecido, siguiendo la estela capilar de otro político, esta vez socialista, que se atrevió en plena actividad pública a someterse a un injerto: José Bono. Ninguno de los dos ha querido hablar del tema para LOC, quizá conscientes de la estigmatización que aún tiene cuidarse entre algunos políticos, cuando el hecho es que la mayor parte atiende a su imagen como una herramienta más de trabajo. Pero ojo: «sutilmente».

«Las tres preocupaciones principales de los políticos masculinos son la pérdida del cabello, los círculos oscuros alrededor de los ojos y el doble mentón», escribe Julissa Treviño en Man Repeller citando al prestigioso dermatólogo Terrence Keany, de Washington D.C. El especialista trabaja en el epicentro de la política estadounidense y trata a diario con representantes públicos. «Todos quieren parecer más jóvenes, pero que no se note el trabajo que ha costado», explica. La clínica del doctor Keany tiene una entrada secreta «para evitar encontronazos» y suele tener más trabajo «en los recesos del Congreso». «Los políticos, explica otro dermatólogo de Washington, Noelle Sherber, «suelen programar los procedimientos inyectables o con láser justo antes de volver a sus ciudades de origen para minimizar las reacciones antes de volver al Congreso o al Senado».

«Aquí todavía estamos lejos de eso, se cuidan pero con cosas muy simples como el tinte de pelo de Rajoy o la manía que les ha dado ahora a todos por el running«, explica una colaboradora de un partido político. «Para Ciudadanos el deporte, el ejercicio físico y los hábitos de vida saludables son importantes. Nos identificamos con esa amplia mayoría de españoles para los que la actividad física ya no consiste sólo en ser espectadores de eventos deportivos, sino en practicar deportes y cuidar el bienestar y la salud», explican desde la formación naranja. «Es bien sabido que Albert Rivera practicó la natación y el waterpolo, y llegó a ser campeón de Cataluña dos veces en la modalidad de braza. También Ignacio Aguado ha practicado el waterpolo, y Begoña Villacís o Melisa Rodríguez son aficionadas igualmente a la natación. En el grupo parlamentario también se practican otros deportes como el ciclismo (Francisco Igea) o el tenis y el fútbol (Toni Roldán). También varios diputados van al gimnasio en Madrid o en sus lugares de origen cuando tienen un hueco en su agenda».

Un caso paradigmático de político que ha protagonizado un importante cambio de imagen en los últimos meses es el de Susana Díaz. La líder andaluza empezó una dieta estricta en verano y desde entonces ha perdido en torno a 10 kilos, que según ella le sobraban tras haber dado a luz a su primer hijo y haber mantenido un fuerte ritmo de trabajo. Aunque la pérdida de peso ha afilado su gesto no ha perdido el buen humor y acepta con deportividad las bromas sobre que su dieta real se llama Pedro Sánchez. El líder del partido socialista es aficionado al baloncesto y al running. El año pasado, en plena campaña, se le vio corriendo por Bilbao, L’Hospitalet o Pozuelo, la localidad donde reside. Este año está siendo más discreto. «Zapatero siempre ha hecho algo de running… y en la bancada del PSOE creo que José Andrés Torres Mora le ha cogido afición recientemente… dentro de la Ejecutiva del PSOE, Francisco Polo juega (o jugaba) al rugby», apunta una fuente del entorno socialista. Otro caso reseñable es el del alcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente, que mantiene su facha impecable a base de ir en bicicleta al trabajo.

Los tratamientos de cirugía plástica aún están poco extendidos entre los representantes públicos españoles. «Dado que el éxito de los políticos depende de una comunicación efectiva, es normal que quieran evitar los mensajes involuntarios», apunta un consultor político, algo en lo que coincide Santiago Barnés: «la clave es que la gente te vea un poco como ellos, que seas uno más, sólo que tú te dedicas a la política». Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Estética y Reparadora, se realizan en torno a 65.000 intervenciones de este tipo al año. El 87,8%, a mujeres y el 12,2% a hombres (entre los que triunfan la liposucción y la cirugía de párpados).

Mariano Rajoy hace años que se tiñe el pelo, pero su rutina para cuidarse «por dentro y por fuera» es realizar una caminata diaria «de entre 7 y 10 kilómetros, ya sea en el exterior o en la cinta», según una fuente del Partido Popular. «No la perdona ni cuando está de viaje por motivos laborales». El ya ex ministro de Economía, Luis de Guindos, es un gran jugador de tenis, disciplina que a menudo practica con la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina. «El deporte es buenísimo para la vida porque te enseña a ganar, a perder y a estar en el banquillo», suele decir Tejerina, una de las mayores aficionadas al deporte de todo el ejecutivo. Además de tenis practica esquí, golf y cuando puede va a la gimnasio.

«Rafael Hernando y otros cuantos van al gimnasio que hay al lado del Congreso y José María Lassalle corre habitualmente y participa en maratones», continúa la fuente del PP. «Hay mucho pique con eso de la forma física, pero es por salud».

¿Tan importante es el aspecto para un político? «Gabriel Rufián o Pablo Iglesias tienen una imagen potente, pero eso no desvirtúa su mensaje, lo que generaría ruido o desconfianza es que un día aparecieran con traje. Si el elector detecta postureo apaga y vámonos. Lo que verdaderamente gana elecciones no es la imagen corporal (voz, gestos, posturas) ni la física (indumentaria, etc.) de una persona, sino la imagen psicológica que proyecta, que sepa transmitir humildad, sensatez. Eso sí da votos», concluye Jorge Santiago Barnés.
 

 

 

 

 

 

FUENTE: ELMUNDO