Con tantos “jalabolas acoplados” que complementan el explosivo cóctel que abrirá bocas y excitará paladares a partir de “Fin de Año”, todos se agitan y entremezclan en un brebaje contagioso que rebosará copas y enturbiará mentes, para dar comienzo a un “Nuevo Año” político, repleto de sin sabores e ímprobas probaturas de combate por el “sillón de tersssiopelo”. No obstante, resultaba más que probable que la primera tangana seria de la legislatura, diera comienzo en breve tras el alucinante subidón del contaminado bebistrajo navideño de acople, que ya colma egos y opera en ambas aceras de C/Progreso mediante orquestadas maniobras políticas.
En casos como este (que ya van unos cuantos y no se por qué se siguen olvidando), resulta evidente darse cuenta de quién es nuestro enemigo. Y en este supuesto, no cabe duda de que lo tenemos en casa. Se nos ha vuelto a colar como un okupa, parasitando la Institución con su tropa de sanguijuelas y cambiando la cerradura que pagamos todos para protegernos de alimañas como ellos. Una vez dentro, aplican normas enrevesadas para enfrentar y confundir hasta a los mismísimos políticos, que nos prohíben señalarlos y echarlos. Después trasmutan sus acciones delictivas quedando ellos libres de toda culpa convirtiendo a sus víctimas en corrompidos delincuentes.
Jamás habíamos visto a unos servidores públicos tan desalmados, endiosados e impunes de delito por tratos de favor y revelación interesada de secretos (la más alta labor que deben cumplir y hacer cumplir) recrearse en su cargo, favoreciendo a los de siempre y ejecutando corruptelas. Jamás habíamos presenciado mangonear el Consistorio con tanto descaro a los “clanes clientelares”. Jamás habíamos sentido una sensación tan repugnante de esclavitud sumisa ante el régimen establecido y vernos obligados a callar, tragar y pagar para que ellos se lo lleven crudo. Jamás hemos estado tan presos de la absurdez de sus dictados, de vivir en la perenne coacción de prohibirnos hacer lo correcto y obligarnos a mirar hacia otro lado, eludiendo las leyes que protegen nuestras acciones.
No es bueno escuchar a unos servidores públicos menospreciar e insultar a sus jefes políticos u oposición porque, aunque sólo sea por la falsa decencia de mantener las formas ante la ciudadanía, eso es lo que sostiene los cimientos más sagrados de cualquier Institución democrática. El caso es que otra alternativa de momento, parece inexistente mientras que el bipartidismo consienta y logre sus fines ilícitos. El club elitista encargado de gestionar los servicios públicos más importantes del municipio, “hace y deshace tejemanejes a imagen y semejanza del Sanedrín Fáctico y la logia caciquil”, por ello sus socios se encuentran cómodamente sentados entre la cúpula que les sostiene y la tropa base que los babea para chupar todos del “Antro institucional”. Se trata del más claro ejemplo de la in veracidad: dicen lo que no piensan y hacen todo lo contrario de lo que dicen. Pero seguimos empeñados en luchar contra el enemigo utilizando unas armas y unos métodos basados en un orden de valores que ellos no usan.
Si queremos recuperar nuestra dignidad debemos plantearnos luchar en igualdad de condiciones y hacerles un poquito más de pupa. Desmontar sus artimañas utilizando acciones eficientes para poder fracturar el tinglado corrupto y mafioso que sostienen con un sistema normativo que cambian a su favor cuando les viene en gana. Vencerlos, en una lucha desigual en la que utilizamos piedras mientras que ellos usan misiles de largo alcance. Vox que iba a ser el árbitro de la legislatura, sigue preso de la absurdez de sus dictados, y los populares tendrían que estar haciendo sus deberes de regeneración con una oposición inteligente, si el triunvirato que maneja el partido no se hubiese flipado consigo mismo una vez más.
Con tantos componentes incendiarios que se mezclan en el candente cóctel, resulta más que probable que en cualquier momento arda como una “queimada gallega” que haga saltar todo por los aires, dejando desolación, cenizas y el intelecto de la trama con los pies volando en el espacio infinito de sus peregrinas ideas, junto a las de otros jalabolas que siempre amenazan con tirar de la manta e irse, pero que ni se van ni se irán, porque chupando de la teta les va muy bien. Y es que todo está montado en su propio beneficio. Debería ser la población quien depositara su voto a un grupo político con listas abiertas de ciudadanos que se comprometieran a ejecutar el mandato de la voluntad del pueblo soberano.
POST SCRIPTUM: ”La humildad no pasa por ser sumiso, callar y obedecer a los de arriba, sino se trata de escuchar, aprender, respetar y sobre todo ayudar en lo que sea posible a los de abajo”.