Es la frase que más ha ido repitiendo Albert Rivera desde el día de las elecciones generales. «Vamos a ser los líderes de la oposición». En la práctica no lo serán. El PP de Pablo Casado se coronó como segunda fuerza el 28 de abril con solo 9 diputados más. Y la lógica parlamentaria atiende solo a los números, así que los populares serán los que ejerzan ese papel. Sin embargo, el líder de la formación naranja considera que el puesto dependerá más «de una actitud» que de resultados estrictos. Así se lo transmitió a sus diputados y senadores en la primera reunión oficial hace días con instrucciones expresas al respecto.
Y considera que todo pasa por dar el sorpaso al PP en el Congreso. Ciudadanos apostará esta legislatura por una frenética actividad parlamentaria desde ahora con la que pretenden marcar diferencias con los populares, según explicó la portavoz parlamentaria, Inés Arrimadas, en la reunión del grupo. Con la estrategia del partido trazada y asimilada —no habrá una abstención para facilitar la investidura de Pedro Sánchez— Rivera entiende que no hay tiempo que perder y la legislatura, aunque no haya terminado de arrancar, debe servir para que su grupo se postule como la verdadera alternativa al PSOE de Sánchez.
La ‘hiperactividad parlamentaria’ es evidente sin que ni siquiera se hayan constituido las comisiones. El grupo parlamentario ya ha registrado tres proposiciones de ley —la ley de apoyo a las familias, la ley de Memoria, Dignidad y Reparación de todas las Víctimas del Terrorismo, y la de Gestación Subrogada— además de varios escritos a la Mesa instando a la presidenta, Meritxell Batet, a que convoque un pleno que permita celebrar sesiones de control al Gobierno (no se celebran desde el mes de febrero). No solo eso, el propio Rivera se dirigió a Batet hace días recordándole que el presidente del Gobierno debe comparecer con posterioridad a cada Consejo Europeo, en referencia al celebrado en los días 20 y 21 de junio. El jefe del Ejecutivo en funciones ha rehusado hacerlo.
El pasado jueves el grupo parlamentario de Rivera también registró la solicitud para crear una comisión específica contra la despoblación, uno de los grandes compromisos adquiridos durante la campaña electoral tras la que Ciudadanos aumentó su presencia en el mundo rural de forma exponencial.
La encargada de presentar la iniciativa fue Sara Giménez, uno de los fichajes estrella para las elecciones, rodeada de varios diputados de la España vaciada. “Existen más de 4.000 municipios de la España interior que se encuentran en riesgo y se estima que la mitad pueden desaparecer en la próxima década”, insistía a los medios de comunicación a las puertas del Congreso.
En mitad de esta ofensiva parlamentaria, el grupo ha puesto el foco en el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Sobre todo, tras el episodio del Orgullo y el polémico informe de la Policía Nacional que rebaja lo denunciado por cargos y militantes de Ciudadanos en la manifestación LGTBI, descartando que se produjeran agresiones de ningún tipo. Por un lado, el grupo naranja registró una petición para que sea el propio Sánchez quien comparezca y explique los motivos por los que el ministro no fue cesado «tras las manifestaciones vertidas contra representantes políticos» de Ciudadanos que participaron en aquella jornada.
Y no solo eso. Además, el grupo ha registrado a través de Joan Mesquida, otro fichaje y exsocialista, una batería de diez preguntassobre el bautizado como «Informe Marlaska». Entre ellas pide conocer si el titular de Interior encargó el informe y pregunta a qué unidad policial se lo solicitó, además de conocer el motivo por el que el documento no aparece firmado. Son algunos de los aspectos del informe con más agujeros.
Ciudadanos también insiste en saber por qué el texto «es a todas luces irregular e improvisado» y pregunta directamente si contaron con el testimonio de los seis policías que protegían a los cargos públicos naranjas. Entre las cuestiones también está la pregunta de si Marlaskaconsidera «oportuno, objetivo y profesional que el informe contenga valoraciones subjetivas y de marcado carácter político», como es establecer que «la participación de Ciudadanos como maniobra para catalizar la acción mediática». Fuentes parlamentarias naranjas aseguran que el episodio del ministro tendrá más recorrido y no cederán hasta resolver lo ocurrido.
Además del mandato de una actividad parlamentaria elevada, el grupo parlamentario recibió algunas otras instrucciones novedosas. Con el objetivo de coordinar las actividades de Congreso y Senado y ante las dudas que puedan surgir a todos los parlamentarios recién incorporados, el grupo lanzará desde ahora un sistema de doble verificación para comprobar todas las iniciativas y preguntas que se registren. Por un lado, contará con un filtro técnico y, por el otro, uno más político a cargo de los portavoces. Algunos parlamentarios veteranos entienden que se trata de un «sistema hiperburocrático»pensado solo para los diputados que debutan esta legislatura.
En todo caso, la orden está encima de la mesa. «Somos los líderes de la oposición y se tiene que notar en la Cámara. Ese es el mandato que nos dieron», explican algunos de ellos. La estrategia de Rivera está clara desde que confirmó el ‘no’ a Sánchez hace más de un mes en su cita con el Rey en Zarzuela. Ciudadanos estará al lado del Gobierno «para asuntos importantes de Estado» en una oposición «leal», pero la pelea por liderar el centro derecha sigue y, sobre todo, lo que está en juego es saber a quién tratará Sánchez como verdadero líder de la oposición.
Nuevo consejo general a finales de julio
Más allá de la actividad parlamentaria, Ciudadanos continúa haciendo frente a la situación interna que desde hace dos meses ha puesto patas arriba la formación. El próximo 29 de julio celebrará un segundo consejo general en solo un mes, según adelantó ‘La Vanguardia’, con el objetivo de cambiar los estatutos del partido. Aunque todavía se desconocen los detalles de los cambios, irían encaminados a reforzar el liderazgo de Rivera y evitar nuevas crisis como las que se han ido sucediendo.
A la dimisión del diputado económico Toni Roldán se unió la del europarlamentario Javier Nart (en lo que a la ejecutiva nacional se refiere). Recientemente Xavier Pericay, el último fundador de Ciudadanos que continuaba como cargo activo en el comité ejecutivo también decidió abandonar. Como publicó este diario, su desencanto comenzó al perder las primarias a la presidencia de Islas Baleares y se confirmó más tarde con el debate abierto en canal que perdieron los críticos sin lugar a dudas. Hace solo unos días se conoció que el diputado y responsable de fiscalidad en las siglas naranjas, Francisco de la Torre, se planteaba también dejar el partido por motivos similares.