La estrategia marcada por la dirección nacional del PP de acelerar el proceso de reconstrucción de un espacio único del centroderecha en España mediante la formación de listas conjuntas con Ciudadanos no acaba de cuajar en Galicia. El cambio de estrategia de Inés Arrimadas, que no será confirmada como responsable de la formación naranja hasta el próximo mes de marzo, abriendo la puerta a la creación de candidaturas conjuntas en Cataluña, País Vasco y Galicia, tropieza con la firme negativa de Alberto Núñez Feijoo a ceder a esa alianza en su Comunidad.
Fuentes del PP insistieron este sábado en que la sintonía entre la calle Génova y el PPdeG es absoluta. «El viernes se consensuaron todas las declaraciones y entendemos perfectamente todo lo que defiende Feijoo», confirmaron fuentes de la formación popular, negando que haya ningún tipo de confrontación entre la estrategia de la dirección y el único barón que disfruta de mayoría absoluta en España.
Los argumentos del PPdeG no han cambiado. Sostienen que la marca del partido en Galicia es la más fuerte y la mejor valorada por los ciudadanos y apelan a la falta de representación de Ciudadanos con los números en la mano. Recuerdan que la formación naranja obtuvo apenas 64.000 votos en las últimas elecciones generales del 10 de noviembre. Y que en las autonómicas del 2016, en pleno auge del partido entonces liderado por Albert Rivera, se quedaron en 48.553. En los 313 ayuntamientos gallegos suman apenas 33 concejales.
En el PPdeG se apela a otros dos argumentos más. El primero de ellos es que «como dicen todas las encuestas, tienen muy difícil alcanzar la barrera del 5 %, lo que les impediría tener presencia en el Parlamento. Según el último barómetro de Sondaxe, elaborado a finales de enero, la formación naranja se quedaría en apenas el 2,2 % de los votos de los gallegos. «Tienen que ser conscientes de que eso es como votar al PSOE o al BNG. Sería tirar los votos que podrían facilitar la entrada de un tripartito o un cuatripartito en Galicia», argumentan algunos estrategas de los populares.
El segundo punto al que apela el PP gallego es a la afinidad ideológica entre la mayoría de los cuadros de Ciudadanos con el partido de Feijoo. De hecho, la estrategia del partido naranja en Galicia ha ido siempre encaminada a fichar a cargos políticos de los populares, especialmente en algunas zonas de Ourense y Pontevedra. «Además, en Galicia, el constitucionalismo no está en peligro», ratifican desde la dirección central del PP.
Por eso, el entorno de Alberto Núñez Feijoo insiste: «Las puertas del PP están abiertas para todos los que quieran trabajar por seguir liderando un proyecto sólido para Galicia. Y eso incluye a la gente que se fue a Ciudadanos en su día y que no quiere arriesgar a que se pueda producir un cuatripartito aquí».
Cs en Galicia pide generosidad
La invitación de Núñez Feijoo fue rechaza en primera instancia por la portavoz de Ciudadanos en Galicia, Beatriz Pino, este mismo sábado. La portavoz de Ciudadanos en Galicia e integrante de la gestora estatal del partido defendió la propuesta «inteligente» lanzada por Inés Arrimadas para llegar a acuerdos preelectorales con el PP en las comunidades en las que se celebran elecciones en el 2020 y llamó a los de Alberto Núñez Feijoo a hacer un «ejercicio de generosidad».
En una entrevista concedida a Europa Press, Pino (Vigo, 1975) subraya que son «partidos diferentes» y apela a que «tendrá que ser un ejercicio de generosidad y en ningún caso va a pasar por que ninguna fuerza quede diluida. Aquí nadie se va a comer a nadie», sostiene la política viguesa, que asegura que de lo que se trata es de «aunar fuerzas» entre «constitucionalistas» para «combatir el separatismo».
Mientras, el presidente del grupo de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, acusó este sábado al presidente de la Xunta de Galicia y al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, de rechazar la unidad constitucionalista por «cálculos electorales» o por preferir acercarse al independentismo. Carrizosa apoyó la idea lanzada el viernes por la portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, que propondrá a la dirección de su partido que en Galicia, País Vasco y Cataluña busque alianzas con las formaciones constitucionalistas, sin incluir a Vox.
El líder del PSC, Miquel Iceta, rechazó el viernes con rotundidad una coalición con el PP y Cs y se postuló como el único candidato que puede ganar al independentismo en las próximas elecciones.
En un contexto en el que algunos dirigentes del PP estatal sí ven con buenos ojos la propuesta de Ciudadanos, Beatriz Pino ha considerado que ahora quien deben consensuar su postura son el líder del PP, Pablo Casado, y el jefe de filas del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo. «Otra cosa es que se pongan de acuerdo el señor Casado y el señor Feijoo, por es bien sabido y conocido por todos que en este punto difieren», señala.
Con todo, marca distancias con el Partido Socialista al considerar que el PSdeG «está siendo plenamente cómplice de lo que el sanchismo está haciendo a nivel nacional» por sus acuerdos con fuerzas como el BNG, ERC o Bildu. «Me revuelve las tripas pensar que aquí podamos ver un gobierno que replique lo que estamos viviendo a nivel nacional», manifiesta. «Si lo que nos vamos a encontrar» en Galicia es a un PSOE «que sigue echado en brazos y apoyando tesis y mantras nacionalistas y separatistas, que no nos busque nadie porque no nos van a encontrar ahí», indica.
Pese a la nueva formulación de Ciudadanos, desde Génova, Pablo Casado ha mostrado su comprensión hacia el discurso de Feijoo. Algunas fuentes consultadas estiman que la situación de Galicia «será analizada individualmente» y que, en todo caso, no influirá en lo que pueda ocurrir en Cataluña o en el País Vasco.
En el primero de los casos, el PP entiende que el liderazgo del proyecto común debe recaer en la formación naranja, aunque con un líder consensuado, ya que los de Inés Arrimadas fueron la primera fuerza en las últimas autonómicas y los populares se quedaron en su peor resultado de la historia.
En el País Vasco, Ciudadanos es irrelevante, como en Galicia, y ni siquiera tiene representación en el Parlamento, pero el Partido Popular tampoco disfruta de grandes apoyos y una solución de consenso podría beneficiar a ambas partes.
Por eso, la decisión de Feijoo de defender su autonomía y marcar territorio frente a la estrategia general no ha provocado grandes tensiones con Génova. «Ha ganado siempre con mayoría absoluta y es el que mejor sabe lo que necesita Galicia», insisten desde Madrid que añaden otro factor diferencial: «En Galicia el constitucionalismo no está en peligro».