SANDRA BARNEDA

 

Miramos a Andalucía, algunos con el corazón en una caja por el horizonte, según los resultados de mañana, que nos espera para las municipales y generales. Un Parlamento fragmentado es de esperar, y no creo, como ha dicho el candidato del PP, Juanma Moreno, se tengan que repetir elecciones porque las cuentas no salgan. Aunque ya sucediera en las generales, quizás pudiéramos ser menos agoreros y aprender más de los errores. Eviten en todo caso sacar pecho, pues el tablero está poco despejado y algo incierto con Susana Díaz de la mano con el presidente Pedro Sánchez, enterrando el hacha y remando al viento socialista, aunque sea a costa de levantar la polvareda del miedo con Vox y su posible primera entrada en el Parlamento.

No llegan buenos vientos del sur para los deseos de la candidata socialista, ni siquiera para el PP, que intenta evitar a toda costa la bajada de los populares, según todos los sondeos. La llave de gobierno –según cuentan– podría estar en el partido que lidera Santiago Abascal y que tanto habla de “reconquistas”, “susanatos” y de que la culpa es de los que llegan –los extranjeros– y no de los que están. ¿Podrían llegar a sumar PP, Ciudadanos y Vox para desplazar a los socialistas del Gobierno? Es una posibilidad en el complejo tablero andaluz. Vox no es distinto a la Agrupación Nacional de Marie Le Pen. Un discurso escorado al extremo de la derecha que otros países vecinos han comprado e incluido en sus parlamentos. Desde su creación en el 2013, es la primera vez que se ha hablado de Vox tanto en una campaña y, si los sondeos aciertan, lograrán representación por primera vez. Por eso lo del corazón de algunos en una caja ( box en inglés, para entendernos), votar con consciencia e introducir la papeleta en la urna sin dejarse llevar por el miedo, el deseo de cambio a toda costa o el descrédito político que se sigue cocinando.

Aunque con los números en la mano, de las 33 encuestas estudiadas –según publi caba esta semana La Vanguardia– sólo en siete de los casos podría aparecer el partido ultraderechista en la Cámara andaluza. ¡Un error de socialistas y populares incluirlos tanto en campaña! Aunque la de Ciudadanos ayuda poco, el famoso autobús na ranja con la cara de socialistas y Puigdemont y Junqueras, todos juntos y un eslogan más de lo mismo –“Se ríen de España, se ríen de ti”–. Un mensaje que funcionó poco en las generales con resultados muy por debajo de las expectativas para Albert Rivera que, además, no parece que ayude para reeditar un pacto de gobierno con los socialistas, poco estable y con riesgos de repetir ruptura. ¿Por qué no atreverse con un pacto de izquierdas? Susana Díaz tendrá que planteárselo porque Podemos+IU con Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo al frente han llenado mítines y resuenan con fuerza.

No es tiempo para mayorías y puede que en esta prueba piloto para las futuras generales se deban tomar decisiones más orgánicas que tácticas para ofrecer una estabilidad necesaria. “Que nadie nos diga –afirmó Susana Díaz– que lo que seamos en un futuro no será nunca sin Podemos”. Y yo añadiría, que no sea el miedo a quedar difuminados lo que impida al PSOE un pacto de gobierno de izquierdas. Los partidos han hablado, es momento para que los ciudadanos ejerzan su derecho.