Casado reniega de las «vergonzantes prácticas del pasado», pero denuncia que los medios de comunicación se «ceban» con su partido

 
Tras obtener la dimisión de María Dolores de Cospedal de la ejecutiva del PP, su presidente, Pablo Casado, quiso desvincularse este martes de las maniobras de la exsecretaria general con el comisario encarcelado José Manuel Villarejo. No quiere, dijo, ser “partícipe” de actitudes “del pasado” que les puedan “avergonzar”. “En el PP no se admiten prácticas que no sean ejemplares, aunque no conlleven delitos de corrupción”.En los audios difundidos, Cospedal habla con Villarejo sobre investigar a su compañero de partido Javier Arenas o al hermano de Alfredo Pérez Rubalcaba. Ella insiste en que cumplía con su “obligación”, pero la dirección del PP considera esas prácticas “inaceptables”. La exsecretaria general mantiene su escaño en el Congreso. Este martes, Casado puso de ejemplo a la senadora Pilar Barreiro, que se fue al grupo mixto cuando fue imputada, y ha regresado ahora al archivar el Supremo la causa. También advirtió que, sin caer en “afanes inquisitoriales” y “según las revelaciones que se vayan conociendo”, dará “los pasos justos y proporcionados”. De momento no ha pedido a Cospedal que renuncie a su escaño, que le permite conservar su aforamiento en caso de que fuera imputada.

Casado, no obstante, denunció en su discurso ante el grupo popular en el Senado -donde coincidió con Javier Arenas- una “doble vara de medir” ante los escándalos. “El PP se tiene que hacer respetar. Hay un desequilibrio mediático dependiendo de a qué partido afecten las supuestas irregularidades. No podemos aceptar que se ceben con nuestra formación”. Liberado, (en parte) de la presión del caso Villarejo tras la dimisión (en parte) de Cospedal, Casado se consideró legitimado para reclamar ahora, en cadena, las dimisiones de los ministros de Justicia, Exteriores, Educación y Ciencia después de que “filtraciones interesadas” intentaran anular “la agenda del PP”.
 
 

FUENTE: ELPAIS