Ciudadanos está dispuesto a todo con tal de que los independentistas no gobiernen en la Generalitat catalana después del 14-F. Para ello, y si los números lo permiten, se plantea ofrecer al PSC de Salvador Illa la formación de un tripartito de centro-izquierda con En Comù Podem, cuya supervivencia dependería de que el Partido Popular y Vox faciliten la investidura y las votaciones más delicadas de la legislatura.

Para ello, se tendría que dar una condición sine qua non, según fuentes naranjas consultadas por Vozpópuli. Que el independentismo no supere la barrera de los 68 escaños que da la mayoría absoluta. Es decir, que las fuerzas constitucionalistas -desde los comunes hasta Vox- sumen más diputados que JxCat, ERC y la CUP juntos. Tanto el CIS de Tezanos como la última encuesta de El Periódico vaticinan ese escenario, no así el instituto demoscópico catalán.

En los últimos días, el candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha insistido en que quiere formar un Ejecutivo catalán con los socialistas de Illa. Para que esa ecuaciónfuese viable, y el PSC se olvidase de un tripartito con ERC, Ciudadanos tendría que aceptar a los ‘comunes’ de Jessica Albiachcomo socios dentro del Govern.

Si bien los comunes han sumado sus votos en varias ocasiones a los de ERC y JxCat en las últimas legislaturas, les distingue de ellos el no haberse saltado la ley en el Parlamento catalán. Así que esa línea roja nunca la han cruzado, reconocen las citadas fuentes.

La consecuencia de que se negociase un hipotético Govern 100% constitucionalista de PSC-Cs-En Comù Podem, algo inédito en Cataluña desde la Transición, es que el Partido Popular se vería en la tesitura de votar ‘sí’ en la investidura como mal menor y tratar luego de influir con apoyos externos. Algo parecido a lo que ocurrió con Patxi López en 2009 en la única legislatura constitucionalista que ha tenido el País Vasco.

En la misma situación se encontraría Vox, al menos en la investidura, pues con la abstención de la formación de Santiago Abascal no saldrían seguramente los números. Cualquier escenario posterior sería impredecible. El propio Carrizosa dejó claro este miércoles que Cs descarta formar Govern con Ignacio Garriga, al tiempo que renegó de los planteamientos de los políticos de Vox: «Su discurso racista lo abominamos y nos da asco«, dejó claro.

Por increíble que parezca, en los últimos presupuestos de Ada Colau para Barcelona hubo una combinación parecida. El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó en diciembre el presupuesto municipal para 2021 con los votos favorables de los grupos de BComú, PSC, ERC y BCN Canvi -la formación de Manuel Valls,la sorprendente abstención del PP, y el voto en contra de JxCat y Ciudadanos. Así que sólo habría que cambiar de posición a los naranjas por los republicanos para replicar la ‘entente’ constitucionalista en el Parlamento catalán.

Illa se distancia de ERC

También es fundamental que el PSC quede por delante de ERC para que así Illa tenga la legitimidad de intentar formar un Govern. El exministro de Sanidad ya ha dicho que, a diferencia de Cs en 2017, él buscará un Governsi el PSC queda primero el 14-F.

En este sentido, el candidato socialista ha tenido algunas declaraciones que han sorprendido a Ciudadanos. Primero dijo que en su Ejecutivo catalán «no habrá independentistas«. O cuando explicó que quiere para Cataluña «la misma coalición de izquierdas que gobierna en España«. Es decir, sólo alude a socialistas y morados, mientras evita claramente a ERC.

En la candidatura de Carrizosa son conscientes de que las palabras de Illa se las puede llevar el viento después del 14-F, de ahí que mantengan que la verdadera intención del PSC sea pactar con los republicanos y comunes. Pero las fuentes naranjas se agarran a otros sucesos de los últimos días para subrayar que entre PSOE y ERC hay más distancia de la que parece.

Por ejemplo, ERC no apoyó el decreto de los fondos europeos, lo que casi le costó la votación a Pedro Sánchez si no hubiera sido por la abstención caída del cielo de Vox. Y este miércoles, en la primera sesión de control al Gobierno, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, arremetió con dureza contra el presidente.

En varios argumentarios internos de Cs, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, se hace hincapié en la necesidad de que haya un Gobierno «constitucionalista» en Cataluña, que esté «alejado del populismo que lleva gobernando diez años en Cataluña». Para ello, la formación de Inés Arrimadas ve necesario «concentrar» el voto en Ciudadanos porque existe «la oportunidad de sacar a los separatistas del poder«.

Fragmento de un argumentario reciente de Cs.

Fragmento de un argumentario reciente de Cs.

 

También se ha prometido que en los primeros cien días de «un Gobierno constitucionalista liderado por Ciudadanos» se haría una auditoría en la Generalitat «para conocer el despilfarro separatista y destinarlo a Sanidad y dependencia».

«Ciudadanos es la única garantía de cambio real en Cataluña: como todo el mundo sabe, los votos de Cs nunca acabarán en gobiernos separatistas. Por eso, la única manera de acabar con esta sucesión de gobiernos separatistas es llenando las urnas de votos naranjas», se indica en uno de los texto enviados a los dirigentes de Cs.

«El 14-F podemos ganar todos»

«Mientras los separatistas anuncian que volverán a dar un golpe a la democracia, el Gobierno está preparando el indulto para mantenerse en el poder. Si queremos derrotar definitivamente a la división y al enfrentamiento, tenemos que evitar que el PSC pueda formar un tripartito. Y eso solo lo podemos hacer en las urnas», se insiste desde la dirección nacional.

Además, el partido de Arrimadas lanza mensajes transversales. «El 14-F podemos ganar todos. Podemos ganar las familias, las pymes, los autónomos… Llevamos un año de pandemia y diez de procés, y necesitamos un plan de rescate para que Cataluña deje de ser un infierno fiscal y vuelva a ser una tierra de oportunidades».

 

 

FUENTE: VOZPOPULI