En Totalán se han creado dos realidades. Una está a pie de carretera, en las calles del pueblo, entre sus cruces, los curiosos, las decenas de periodistas que no dejan de informar y los agentes de la Guardia Civil que velan por todos (ayudados por los voluntarios de Protección Civil). La otra está en la montaña, separada por un cordón policial, donde 300 personas divididas en tres turnos de ocho horas trabajan a destajo las 24 horas del día para encontrar a Julen. En la madrugada de la sexta noche esos dos mundos se han conectado por un factor común: el riesgo de lluvia, que hoy se incrementa.
A partir de las diez y media de la noche del viernes la actividad en torno al puesto de mando, ubicado el cruce entre Totalán y Olías, se redujo. Un mando de la Benemérita daba instrucciones a un grupo de diez voluntarios, explicándoles las medidas de seguridad a tomar durante la noche. «Lo importante es vigilar la carretera, que nadie se despiste»
Tras seis días de rescate, el plan para esta noche era conseguir iniciar las perforaciones con la maquinaria que llegó ayer por la mañana de Madrid. Se trata de los accesos paralelos al pozo por el que se precipitó Julen, una de las opciones más consideradas hasta ahora. Pero al término de la noche, la perforadora no ha podido cumplir con esa meta El sonido de las máquinas, que inunda desde el pasado domingo la localidad, permitía saber de forma casi inequívoca que la perforadora no arrancaba sus tan preciados trabajos. Desde el mirador de Totalán se apreciaba que la máquina, llegada este viernes por la mañana desde Madrid, aguarda en la zona de trabajo. En torno a las tres de la mañana varias fuentes del operativo confirmaban a este periódico que el objetivo de momento no se ha cumplido, y que es probable que el inicio de la perforación se demore hasta el amanecer.
Pocos minutos después, un camión de gran tonelaje llegaba al puesto de mando. Va cargado con seis sinfines, las brocas que emplean las perforadoras como la que está instalada en Totalán. El conductor, John Ramírez, explica que ha llegado desde Madrid y que ha hecho el trayecto en algo menos de siete horas. «Mi compañero y yo hemos hecho el trayecto en el menor tiempo posible, sin hacer las paradas reglamentarias que se registran en el tacógrafo, nos ha autorizado la Guardia Civil». Fuentes del cuerpo añaden que en casos como este, al tratarse de una «labor humanitaria», los agentes a cargo de la operación firman un documento para que no haya sanción en caso de que tengan que pasar por una inspección del disco.
Ramírez explica que la empresa para la que trabaja, Transportes Eugenio Ricardo, recibió la llamada de Simentrasa pidiendo el desplazamiento de las brocas, a lo que la compañía respondió «sin dudarlo». Hemos venido dos transportes y hay dos más esperando en Madrid por si hace falta más.
El objetivo de anoche, iniciar la perforación, se ha convertido en la meta de hoy sábado. Las lluvias amenazan con poner aún más difíciles las labores de excavación, pero hasta ahora los trabajadores no han cedido ante los múltiples retos que han ido poniéndose en el camino hasta Julen.
Siguientes pasos
Una vez que arranque esa perforación, para lo cual ya hay dos máquinas preparadas para actuar en lo alto de la montaña, García Vidal ha dicho que, «si todo va muy bien», la excavación durará unas 15 horas aproximadamente.
Y es que durante los trabajos de la plataforma en la que se asentarán las perforadoras para cavar ese túnel vertical, los especialistas se han encontrado con un macizo de piedra muy duro que ha ralentizado las labores de rescate. Se trata de maláguide -una mezcla de pizarra, arena y gneis-, que es un terreno característico de la provincia malagueña que los ingenieros y técnicos autóctonos conocen bien.
Este macizo rocoso ya supuso un retraso en los plazos que estimaba el equipo de especialistas que asesora a los coordinadores del operativo. Esta beta provocó que los trabajos de desmonte -es decir retirar tierra de la montaña mediante maquinaria pesada- se ralentizaran, aunque este rebaje del terreno es finalmente de unos 25 metros de altura y no de 30 como se dijo inicialmente, ya que ha llegado una perforadora de mayor capacidad.
Se rebaja de esta forma la cota en la que se ubicará la plataforma donde se instalará la perforadora. Allí estará la boca del túnel vertical, que será de unos 50 metros de profundidad, para superar así el tapón de tierra que hay a 71 metros y que obstruye el pozo en el que se encuentra Julen.
Mientras se avanza en el túnel vertical, teniendo prevista una segunda perforación en paralelo al pozo de Julen por si hiciese falta, los equipos de rescate también trabajan en el túnel horizontal. Aunque las labores van más lentas que en el vertical, García Vidal ha dicho que es un equipo independiente que busca soluciones a los problemas que están teniendo para crear la plataforma para esta excavación.
Por otro lado, el ingeniero de caminos ha manifestado que las labores de succión de material del tapón que bloquea el pozo en el que está Julen se retomarán en cuanto se empiece con la perforación, ya que son compatibles para acometerlos a la vez.
FUENTE: DIARIOSUR