Nada más terminado el recuento de votos según una fórmula que puede valer para municipios que están tan manseados como nosotros, pero racimados en tribus con sus chamanes y tótems, nosotros en caciques y pueblo sin ventanilla de reclamaciones donde repartan alguna justicia, se apañan los partidos políticos o los cabeza de lista entre ellos; y, atendiendo a “la voz de su amo” o intereses propios y particulares, se ayuntan en una singular sinvergonzonería política que llaman legal, y se pasan los votos por el orto cular, y van como locos a la sisa, el afanare y el oscurantismo.
Porque si ya tenemos unos señores caciques de ordeno y mando, que se están forrando especulando con un plan general urbano a la carta y disparatado en el tiempo, afanando faenas millonarias en obras solo sobre el papel y la factura; si ya tenemos el ordeno mando, y un migajeo vergonzoso de gasto en el que todos los euros encuentran bolsillo, sisando lo que les da la gana impunemente, con el Señorío de Mazarrón, seríamos algo singular que volvería a darle realidad social a unos amasijos políticos que apestan.
Los señoríos, suprimidos en España en la Constitución del Doce (1.812), en “terrenos de secano” como es en realidad, sin purines de chino y aguas fecales, el campo mazarronero, es una fórmula administrativa del territorio que se adapta mucho mejor que la actual, para atender el barrigueo local, donde todavía se hace un silencio reverencial cuando algún cacique de los que mandan en realidad en los políticos, pasa por la Plaza del Ayuntamiento o el Paseo Marítimo.
Estamos contribuyendo con el IVA y la Contribución que pagamos hasta por respirar con una C.A.R.M., que, debido a sus muchas ocupaciones, el Gobierno Regional no tiene tiempo, entre clase de dicción a lo finolis y “pelu”, de saber y poder corregir a sus todo poderosos funcionarios de carrera y dedo, que la contrapartida de entregar los impuestos a la saca comunitaria, conlleva a una igualdad en la política en defensa del medioambiente, a una paridad en los sistemas sociales y asistencia sanitaria; juntamente con un acceso moderno a los servicios básicos e igualdad de género.
Y como para recibir subvenciones hay que trabajar y hacer proyectos presupuestados, a la bicéfala coalición y su tripulación, le resulta más cómodo y no se necesita apenas ciencia ni conocimientos (su nivel), sino simplemente disponer de la herramienta de poder, es avasallar y joder a base de amenazas, sanciones-multas y préstamos de muy dudoso destino (para los más necesitados, dicen. ¿Sus sisas y votos cautivos?) a unos vecinos que, en vez de defendernos y plantar cara de preferencia, tenemos un parecido clavado a como proceden cuando van a cruzar una carretera con exceso de coches (la RM-332 o Avda. Cabo de Gata) una manada de borregos.
Absolutamente de nada vale, exponer las abundantes granujerías municipales, de sus amichis y paniaguados que nos están encabronando la existencia, al tiempo que nos llenan de incomodidad y de injusticia social, porque no hay que ser un lince para que por pura decencia y honestidad se corrijan todas las deficiencias morales, éticas, patrimoniales, y de respeto hacia los que en teoría teníamos que estar representados para ser favorecidos desde el Ayuntamiento.
En Mazarrón, lo difícil es crecer y aceptar que otros decidan con el voto que les des, en una democracia dirigida a enriquecer, encima, patrimonios ocultos que se desarrollan en otros parajes, no se puede corregir nada en las urnas porque con diez votos, cualquier Lorzas, se alza como líder indiscutible, y nos deja a todos con la boca abierta. Es muy desigual esta partida de ajedrez. Ellos tienen votos y el poder.
Y como sabemos que perro no come perro, en la gran mentira, nos tienen confundidos. Prosigamos con la lucha siempre viva en la calle, la fábrica, oficina o el taller. Que no cese la esperanza acorralada…»con un voto no cambiamos casi nada».
Saludos cordiales y Felices Fiestas
Debieran observar las caras de la ciudadanía girando el rostro con gesto de asco cuando se habla de los trapicheos socialistas, al percibir como una pestilencia que impregna súbitamente su ser con un hedor insufrible. No impera en ellos ira o desprecio político. Es el hedor que despide el PSOE de hoy, el único responsable del espanto causado. Ese hedor que exhalan en el partido proviene de la descomposición de las sustancias orgánicas genuinas de lo que antes fueron sus claros y memorables principios, ahora en desuso.
Son las normativas de gobernanza e Instituciones las que están al servicio de los asociados tratantes y sus “lobbys benefactores” para ser estrujadas convenientemente. Ciudadanos que era la apuesta seria de centro para gobernar a izquierda o derecha, fue fracturado por la “logia caciquil” y los “despachos influyentes”, descomponiendo a golpe de talonario y prebendas, hoy palpables, la ilusionante candidatura proyectada con CCD que sobrepasó los 1.500 votos en las generales y habría evitado el estipulado acuerdo PSOE – UIDM con VOX en prevención por si las moscas.
Perdón por cebarme, quizá debería hablar de izquierda iliberal o reaccionaria. De la sustitución de los valores tradicionales de la izquierda por nuevas doctrinas identitarias que acaban siendo conservadoras. Hablo de ser de izquierdas siendo nacionalista, clasista o excluyente. De apoyar dictaduras, de esconder los derechos de la mujer bajo otras identidades minoritarias, de volver a la defensa de los velos. De la izquierda que aborrece la libertad de expresión, que sospecha de las libertades individuales y apuesta por una sociedad uniforme. De poner un idioma por encima de los derechos y la convivencia. De una izquierda “neocon” disfrazada de moderna, paleta y Rottenmeier, de un morado más azul que rojo. Tan de izquierdas que parece de derechas.
Esta izquierda gobierna (pero poco) España con la otra izquierda. La liberal y socialdemócrata, la que hace que la sociedad crezca y reparta, la que cree en el progreso colectivo sin menoscabar el individual. La que ha gobernado el 60% de nuestra democracia.
Y para colmo, aquí en Mazarrón, sufrimos de nuevo un experimento antagónico en coalición que empezó tarde y mal. Algunos ya estaban cansados desde el inicio por ese insoportable sermón de que al PSOE hay que obligarle a ser de izquierdas. Para sobrellevarlo se crearon dos conceptos: el progresismo y el miedo a Vox. Ambos conectados. Toda la izquierda es progreso y si alguien duda, se le explica que la alternativa es el PP, y si aún así sigue confuso, se le recuerda que gobernarán con Vox y que, como todas las parejas, se igualarán por abajo, por lo peor, y que los grandes avances y libertades convenid@s estarán en peligro. La profecía autoprogramada en los «despachos influyentes » por la logia caciquil es tan perfecta, que hasta Miras y Campillo la asumieron y decidieron ser protagonistas en lugar de actores secundarios y necesarios. Y tratan de salir de sus rincones de nichos de ultravotos con su discurso mesiánico. Lo de Miras se veía venir desde que se bajaba del caballo para beber de los arroyos, pero lo de Campillo es más raro: a quien madruga Dios le arruga; ganarás el pan con el sudor del de enfrente.
Mientras Campillo se lamenta de las injerencias del «APPARATICHI PROGRE», Miras se carga la forma más pura de consenso, que es la barra libre… es la única certeza. Una certeza que desprecia a su vez la tranquilidad que le hubiese dado Cs. Por eso su lideresa Vivancos va pensado en otras cosas. Curiosos estos perfiles a los que les llega un suplemento de rebote y nada más llegar están pensando en cambiar el mundo en lugar de mejorar Mazarrón, pero la política no solo se aprende estudiando, sino trabajando con tanta generosidad como humildad. Además de la discutida gestión, si les sobra tiempo, podían trabajar su intención de voto, porque el PSOE es el único que pierde apoyos y que hace que el bloque de derechas adelante al de izquierdas. Un PSOE tan de de izquierdas que parece de derechas. Al parecer, solo pueden gobernar Miras o Campillo, y el primero pega tiros a sus pies y el segundo a sus rivales. Campillo olisquea el “tersssiopelo” del asiento de Miras y se siente el elegido. Bienaventurados los progres y conservadores de espíritu porque de ellos es el reino de los celos. Y si fueron monaguillos, mejor que mejor.
La gobernanza que NO triunfo socialista en Mazarrón, podría recordarse como la victoria más amarga del centenario partido en su feudo costero más precario y abandonado de la Región. Con el amortizado pacto de Gobierno, la izquierda ha perdido más de dos mil votos de una tacada y por segunda vez tras la nueva división socialista no ha superado el número anterior de votantes. UIDM asusta con entregar al PP el Ayuntamiento, sí o sí, con todo lo que acarrearía para los disidentes peperos tras casi cuatro décadas de alternante gobierno bipartidista “con más pena que gloria” y esporádicos cambalaches independientes para olvidar.
» Mi abuelo que era un hombre muy valiente solo tenía miedo a los «Jalabolas», un día le pregunté ¿por qué?, y me dijo – porque son muchos, ¡no hay forma de cubrir semejante frente! por temprano que te levantes, a donde vayas ¡ ya está lleno de «Jalabolas» ! y son peligrosos, porque al ser mayoría eligen hasta el Alcalde….»
ESTO TIENE PINTA DE ACABAR COMO «EL ROSARIO DE LA AURORA», Y ANDA QUE NO SE LES NOTA A LOS SALTIMBANQUIS PROGRES Y CORRELIGIONARIOS CONCHABAOS CON UNO Y OTRO CLAN QUE CUMPLEN LAS ORDENES DE SUS AMOS QUE PAGAN SICARIOS PARA DARLE UN ESCARMIENTO A LOS OPONENTES QUE DESTAPAN SUS FECHORÍAS Y LATROCINIOS. Y LO QUE NO SABEN LOS MAGNATES PERVERTIDOS Y CORRUPTORES, ES QUE HAY PELOS Y SEÑALES DE INTIMIDADES Y FECHORIAS QUE PUDIERAN SALIR A LA LUZ PRONTAMENTE,DEJANDO SUS VERGUENZAS Y DEVANEOS AL DESCUBIERTO.¡¡¡OJO AL DATO!!! QUE NO SE DESPARRAME EL PORRÓN.¡¡¡ QUÉ PENA…REFUGIO DE NARCOS, CORRUPTOS Y MAMPORREROS !!!
Mientras Campillo se lamenta de las injerencias del «Apparatichi Progre», Miras se carga la forma más pura de consenso, que es la barra libre… es la única certeza. Una certeza que desprecia a su vez la tranquilidad que le hubiese dado Cs. Por eso la líder naranja va pensado en otras cosas. Curiosos estos perfiles a los que les llega un suplemento de rebote y nada más llegar están pensando en cambiar el mundo en lugar de mejorar Mazarrón.
A juicio de la mayoría ciudadana, con ligeros matices, la política local del PSOE es la misma vieja política de siempre que censuran los partidos independientes cuando son oposición y adoptan encantados cuando tocan poder: “cambiar todo para que nada cambie”. Ni por asomo podría nadie llegar a imaginar lo que pasa por la mente de los socialistas que hoy tienen responsabilidad a la hora de adoptar decisiones, por mantenerse en el poder se han abrazado a UIDM como tabla de salvación, renunciando a defender sus principios e ideología y “acabar con las prácticas fraudulentas y latrocinios que corroen el Antro Institucional.