El desplome de Ciudadanos que vaticinan los sondeos podría ayudar a Pedro Sánchez a salvar los muebles si el próximo 10 de noviembre se confirma el estancamiento electoral de un PSOE a la baja. El voto promedio que se deriva de las últimas encuestas difundidas sitúa a los socialistas casi ocho décimas por debajo de su resultado del 28 de abril mientras que los populares registrarían un ascenso de más de cuatro puntos.
De confirmarse, esta correlación de voto adjudicaría al PP casi 30 escaños más de los que obtuvo el 28-A, prácticamente los mismos que perdería Ciudadanos. Sin embargo, el retroceso del PSOE no se reflejaría en su cómputo de diputados, pese a que la irrupción de Más País, el partido de Iñigo Errejón, parece nutrirse más de antiguos votantes socialistas que de Unidas Podemos.
Esta paradoja se explica por varios motivos. El principal de ellos es que la mayoría de diputados que gana el PP proceden de las pérdidas de Cs (más de una veintena) y Casado sólo arrebataría directamente a Sánchez tres escaños de los obtenidos por el PSOE el 28-A. El resto de ganancias del PP procederían de Podemos, Vox y los nacionalistas.
El hecho paradójico de que el PSOE pudiese lograr algún escaño más a pesar de su leve descenso en votos se debe a los efectos del retroceso electoral de Cs y Podemos sobre el reparto de diputados en varias provincias donde el PP no crece lo suficiente como para hacerse con el último escaño. De ese modo, aunque el PSOE podría ceder varios diputados a Más País (además de los que perdería en beneficio del Partido Popular), compensaría esas pérdidas con escaños procedentes de Podemos y, sobre todo, de Ciudadanos (más de media docena).
Las tres izquierdas alcanzarían los 170 escaños y sumarían la mayoría absoluta en el Congreso junto al PNV
La resistencia de Vox también resulta significativa, ya que aunque cedería dos escaños a los populares, podría recuperar uno a costa de la coalición de Iglesias. El sufragio promedio de Vox supone un descenso inferior a cuatro décimas respecto a su resultado del 28-A, por lo que cabe deducir que el crecimiento en voto del PP se alimenta básicamente de la caída de Ciudadanos.
Ese ascenso del PP, combinado con la leve caída del PSOE, permitiría a Casado aspirar a la victoria en una docena larga de provincias, más del doble que el 28-A. Aun así, en algunas de ellas –incluida Madrid– la pugna con los socialistas es muy apretada y el desenlace, incierto. Y la misma incertidumbre envuelve a circunscripciones como Barcelona y Girona, donde está por ver el impacto de la CUP sobre el voto y los escaños de Esquerra y JxCat.
Finalmente, la encuesta promedio atribuye a Más País casi un 5% en intención de voto, lo que, proyectado sobre las provincias donde presenta listas, se podría traducir en un total de ocho escaños, la mayoría en Madrid y Valencia. Más de la mitad de esos parlamentarios procederían del PSOE y Podemos, aunque el partido de Errejón podría atrapar también alguno de los que pierde Ciudadanos.
En cualquier caso, con la intención de voto promedio que se desprende de los sondeos manejados, las tres izquierdas (PSOE, Unidas Podemos y Más País) superarían el 45% de las papeletas y podrían cosechar un total de 170 diputados en el Congreso. Con los seis del PNV, mayoría absoluta.
FUENTE: LAVANGUARDIA