La dirección nacional de Ciudadanos ha intentado sin éxito en los últimos días que la vicepresidenta de Murcia, Isabel Franco, dimitiese de su cargo y se quedase únicamente con el área de Política Social, con el fin de aupar a Ana Martínez Vidal al puesto de ‘número dos’ en el Ejecutivo regional que preside el popularFernando López Miras, según fuentes próximas a la vicepresidenta regional consultadas por Vozpópuli.
Inés Arrimadas envió el pasado miércoles a Murcia capital a sus dos ‘hombres fuerte’ en la Ejecutiva naranja, Carlos Cuadrado y José María Espejo, con este encargo, pero no lograron el objetivo. Ambos explicaron a Franco que la persona que coordina al partido en la región tiene que ser la vicepresidenta autonómica, pero la aludida replicó que justo eso es lo que ha pedido en los últimos meses sin que la dirección nacional le hiciese caso. El resultado de ello es que Arrimadas colocó a finales de septiembre a Martínez Vidal de nueva coordinadora regional.
La ‘rebeldía‘ de Franco fue adelantada este fin de semana por La Opinión de Murcia y confirmada por varias fuentes a este periódico, aunque la formación naranja niega que Cuadrado y Espejo buscasen que Franco se apartase a un lado.
La ‘número dos’ del Ejecutivo murciano se negó a dimitir motu propio en una reunión con los emisarios de Arrimadas. En el fondo, el partido quería que siguiese los pasos de Lorena Roldán en Cataluña, quien renunció en agosto por sorpresa para así permitir que Carlos Carrizosa fuese el candidato a los comicios catalanes sin necesidad de primarias internas.
«La lealtad a Cs le perjudica»
Franco insistió a Cuadrado y Espejo que su gestión política ha sido buena, sobre todo durante la pandemia, y que no tiene motivos de fondo que la obliguen a dimitir. Las fuentes próximas a la vicepresidenta murciana recuerdan que Cs ya le exigió «lealtad» ante las sospechas de pucherazo en las primarias internas de 2019, en las que Franco resultó vencedora entre acusaciones de fraude de su rival Leonardo Pérez, y que la deriva judicial ha provocado su «aislamiento y degradación» dentro del partido en un intento de que ella misma tire la toalla.
«Ser leal le está resultando muy perjudicial en su carrera y ahora le exigen un concepto de fidelidad que no entiende«, sintetizan las citadas fuentes, quienes insisten en que Franco no tuvo ningún papel en el supuesto pucherazo y que es tan víctima de las presuntas irregularidades como su rival Pérez.
«La quieren responsabilizar de las primarias y de la mala imagen de Cs en Murcia por pactar con el PP, un partido que ha abanderado la corrupción, con la acusación de que les reforzamos en vez de renovarlos. Si ellos (Cuadrado y Espejo) quieren que la vicepresidenta sea otra, pues que le digan a López Miras que la cese«, retan esas fuentes próximas a Franco a la dirección nacional.
Ambos dirigentes naranjas se reunieron con el mandatario regional pero no consta tal petición. Ese es el verdadero quid de la cuestión ya que el presidente de Murcia es el único que puede nombrar o cesar a consejeros. Desde Ciudadanos se querría de vicepresidenta a Martínez Vidal, quien ya ejerce de consejera de Empresa y portavoz del Ejecutivo regional, pero a López Miras le interesa y le beneficia que su ‘número dos’ siga siendo Franco.
«El presidente gana mucho más con el desgaste interno de Cs Murcia. Y lo último que querrá López Miras será fortalecer a la nueva coordinadora regional naranja», la citada Martínez Vidal, que en los últimos días ha dado muestras de querer guardar distancias con el PP, su socio de gobierno.
Franco llegó a advertir a los emisarios de Arrimadas que ella no tendría ningún inconveniente en ser una diputada más de Cs si le comunicaban el cese y rechazó la posibilidad de un cargo alternativo. Eso sí, dejó claro que ella no renunciaría por iniciativa propia.
Además, las citadas fuentes subrayan que Ciudadanos quiere «reescribir» el pacto de gobierno que se firmó en Murcia con el Partido Popular y que así se lo trasladó la dirección nacional naranja a Franco en septiembre. Esta negociación estaría en manos de las cúpulas del PP y Cs. Se da la circunstancia de que el secretario general de los populares es el murciano Teodoro García Egea.
Para ello, Cs ofrece un respaldo sin fisuras a López Miras para modificar la ley que impide optar al cargo de presidente más allá de dos mandatos. El actual presidente ya ha cumplido ese tope pues estuvo dos años en la anterior legislatura tras sustituir a Pedro Antonio Sánchez y, en principio, cumplirá los cuatro de la actual legislatura. Para poder presentarse a la reelección necesita modificar la normativa interna murciana.
«Se nos invisibiliza»
A cambio de este apoyo, López Miras tendría que relevar a Franco y permitir a Cs «resarcirse de los errores cometidos en la negociación» del acuerdo de coalición de 2019. La formación naranja se queja que no tiene consejerías con presupuesto y personal.
De las cuatro áreas bajo el control de Cs, dos están vacías de estructurapor falta de personal -Empleo y Transparencia- y sólo tienen cierta visibilidad la de Política Social de Franco, aunque ahora está «aislada» por el problema interno de Cs, y la de Empresa de Martínez Vidal. La Consejería de Turismo, dividida en dos, perjudica notablemente a Cs por falta de presupuesto y tanto la comunicación como el protocolo no redunda en beneficio de los naranjas.
«Se nos invisibiliza. Hicimos un pan como unas tortas. Éramos becarios y estábamos negociando con doctores», resume una fuente de la formación centrista que participó en las negociaciones entre el PP y Cs. En el equipo de Franco afirman que no tiene sentido abrir ahora este melón. «En plena pandemia no es momento de buscar protagonismo político, sino de ejercer de gobernantes y trabajar para la gente», concluyen.
FUENTE: VOZPOPULI