El bloque constitucionalista catalán (Ciudadanos, PSC y PP), que en 2015 no logró llegar al 40% de los votos, ha conseguido alcanzar al independentista (Junts per Catalunya, ERC y la CUP): ambos obtendrían hoy un 46% de los votos, según el último sondeo de Metroscopia para EL PAÍS. Esta situación otorga a los comunes el papel de árbitro

El Parlament que saldría de los comicios autonómicos del 21 de diciembre arrojaría un empate en votos del bloque independentista y el constitucionalista: ambos lograrían un 46%, mientras que en las elecciones de 2015 el independentismo logró un 47,7% y los tres partidos netamente constitucionalistas sumaron un 39,1% (aunque el noa la independencia superó entonces el 50% al integrar a los comunes); además, el secesionismo podría perder la mayoría absoluta por un escaño.La encuesta se realizó entre los días 20 y 22 de este mes, cuando ya estaba claro que habrá tres listas independentistas y había sido descartada una candidatura unitaria parecida a la de Junts pel Sí de 2015. El sondeo pronostica una participación de alrededor del 80%, la más elevada en unas elecciones autonómicas catalanas, y registra un 23% de indecisos, la mayoría mujeres de más de 65 años y residentes en la provincia de Barcelona.

La encuesta de Metroscopia predice que el independentismo lograría 67 escaños y se quedaría a uno de la mayoría absoluta, frente a los 72 que tenía en la anterior Cámara. ERC sería el partido más votado —con el 26,5% y 39 diputados— mientras que Junts per Catalunya (la marca electoral del PDeCAT) lograría el 13,6% y 21 escaños. La CUP sumaría siete parlamentarios y el 5,9% de los votos. De confirmarse este escenario no sería posible investir a un president independentista a no ser que contara con el apoyo de Catalunya en Comú, que lograría ocho diputados, tres menos de los que tenía Catalunya sí que es Pot pero suficientes para alcanzar la mayoría absoluta. Previamente habrá que aclarar si los exconsejeros que están en prisión pueden acudir a votar tras tomar posesión y saber qué hacen los que están en Bruselas, con Carles Puigdemont al frente, si no pueden delegar el voto.

Ciudadanos es la formación que sube más: se consolidaría como la principal fuerza de la oposición, con el 25,3% de los votos y 35 diputados. De esta manera, Inés Arrimadas capitalizaría el voto contrario a la independencia en detrimento del PP, que quedaría como la última de las siete formaciones del Parlament. La lista encabezada por Xavier García Albiol lograría el 5,8% de los votos y seis diputados, frente a los 11 de 2015.

El PSC también se beneficiaría de la mayor participación. La lista encabezada por Miquel Iceta tocó suelo en 2015 con 16 diputados y ahora podría obtener 19 y el 14,9% del voto, cifras muy similares a las de 2012, cuando los socialistas catalanes defendían la consulta legal y acordada. El aumento de voto se explicaría también por el apoyo que han mostrado a la candidatura socialista los líderes de la extinta Unió, como Josep Antoni Duran Lleida.

 

 

 

 

 

FUENTE: ELPAIS