MARIANO RAJOY Y PABLO IGLESIAS O ESPAÑA EN UN LABERINTO

 
 

El boicot al rey, de la alcaldesa de Barcelona y del presidente del Parlamento catalán en la apertura del Congreso Mundial de Mobile nunca sería posible en una nación estable, democrática, moderna y con un nivel de educación alto y constitucionalmente razonable. Hoy el Jefe del Estado se va a encontrar ante el desafío de la brecha separatista, la extrema izquierda de la CUP, el bombardeo destructivo de Podemos dirigido por un personaje inquietante que ha recibido consignas del nuevo comunismo populista exterior y del neofascismo ruso como apoyo logístico para quemar Europa. Un nuevo modo de hacer la guerra que el presidente De Gaulle aclaró que es la tercera de orden mundial. Desde hace cinco años somos objetivo preferente. Creo que el pueblo español ha empezado a entenderlo aunque casi tarde porque el Gobierno y sus terminales no están ni capacitados ni preparados. Hasta la coronilla y en un clima de confusión perfectamente orquestado y jaleado por medios de comunicación vendidos o comprados por el capitalismo mafioso de los partidos que funcionan como punta de lanza bien afilada. Las fuentes poderosas que financian la agitación internacional no solo brotan del capitalismo occidental sino de poderosos Estados como el chino, ruso y ese infierno de Oriente Medio del que brota la mitad de los combustibles que empleamos, y sus adláteres como Venezuela y dictaduras africanas infiltradas por el desarrollismo que ha montado sabiamente Pekín.

 

   
En  este mapa estratégico está la España situada a catorce millas del norte de África sembrado de un yihadismo violento que proyecta derribar los regímenes de Marruecos, Argelia y Túnez. En este peligroso triangulo, allí mismo, nuestro país domina el Estrecho desde las ciudades de Melilla y Ceuta, los dos grandes coladeros del  terrorismo, como la Sicilia italiana, bajo el disfraz de miles de refugiados que huyen del hambre, las cárceles y las guerras a sangre y fuego de las sectas del islam. El drama infernal de Siria, nos debe abrir los ojos. No se trata de pronósticos derrotistas, pero las brechas salariales de unos y otros, mujeres, policías, guardias civiles, funcionarios de prisiones y de la Administración del Estado, la cojera de una política exterior y una crisis económica que no acaba de solucionarse porque no garantiza estabilidad salvo en la propaganda pagada y electoralista que deja huecos para que por ella penetre la demagogia, la agitación y naturalmente las reivindicaciones justas de una masa laboral harta con los engaños de unos y otros. Unos para ofrecernos un panorama de cuentos de hadas y otros para utilizarla como armas que hacen daño porque hay realidades que claman al cielo. Se tapona la brecha y las heridas en falso.         

 

 

 

Retrocedemos una vez más. Se hacen análisis y chequeos en Berlín, París, Londres, Bruselas, Roma, Washington, Pekín y Moscú, y las potencias árabes en guerras permanentes. No se tratan de globos sondas. Se lo explicamos sinceramente, con datos y síntomas contrastados. La Región de Murcia puede servir de ejemplo en plena burbuja en precario, economía sumergida sin los debidos controles, el dinero negro y la negrura de una descomposición surgida de una corrupción que colabora en colocar a España entre las naciones más corruptas. Reciéntemente se ha publicado y nos sitúan en un lugar de vergüenza nacional generalizada. Y para más bofetada, nos piden que ahorremos para tener unas pensiones decentes metiendo dinero en unos bancos no muy fiables, como hemos palpado con el reciente desbarajuste del Banco Popular. Pintan bastos.  
 
 

España anda estancada entre el griterío, las  reyertas parlamentarias, la bufonadas del separatismo, las chorradas del populismo indecente con propuestas cadas día más disparatadas, y el problema, según Irene Montero, la íntima de Pablo Iglesias, de que sus mujeres no tienen ni una hora para ellas ni para tomar una ducha reconfortable. No arrancamos, andamos en la estabilidad del paro. Ni la gente joven encuentra una oportunidad para sacar el cuello de la casa familiar.Tampoco es menor la situación de los cincuentones, padres de familias que hace unos años, incluso en los últimos años del franquismo, soñaban con sacar con tener un sueldo seguro y un trabajo estable y calidad de vida a los suyos, para evitar volver a las alpargatas de pies descalzos de los años veinte del siglo pasado. Pero no, les engañan y nos engañan con señuelos de limosnas periódicas. Nos han hipnotizado con la verborrea de las palabras y las viejas querencias de la política de bajo nivel, en tanto organizan sus festines en los parlamentos, senado, tertulias espectaculares, agarradas ideológicas vacías de contenidos reales y posibles. Y le pregunto a ese joven desposeído de un futuro nebuloso ¿para qué, dónde os van a encajar los charlatanes bien alimentados y sus colaboradores digitales necesarios que se cobijan en sus chiringuitos que fueron partidos. Dónde tenéis el tajo, mañana cuando el hoy es humo del volcán humano, en erupción que no cesa de vomitar fuego en las chavelas españolas de los arrabales urbanos o de los campos secos? No, no quiero ponerme trágico, pero ahí están los hechos evidentes. Más de la mitad de los parados son gente joven entre los dieciocho y cuarenta. Y tampoco tendréis pensiones, el tema candente que se lleva discutiendo cuarenta años. Sí, coño, desde que falleció el dictador. 
 
 

 
 
Hemos embarrancado. Nos maltratan como si fuéramos un pueblo idiota y a punto de enfrentarnos, porque han desaparecido los principios de un Estado de Derecho que nos conduce al de Bienestar, estableciéndose el cinísmo calculado porque no es solo la corrupción al galope la que nos traído la crisis encadenada, sino la escasez de talentos masculinos y femeninos reivindicativos, convertido el diálogo en una batalla en el Parlamento callejero a veces vacío, feroces tertulias bien pagadas a costa del erario público y no en debates civilizados, equilibrados y con propuestas solidarias. Ejércitos políticos en guerras, pero en las suyas y no en las nuestras sin armas ni ha pedradas. Hablando se entiende la gente. Era cuando la Transición hoy convertida en un desastre nacional que presagia malos tiempos. 

 

Vivimos en una situación de peligro complicada desde que aparecieron por las fronteras españolas guerreros del Atila populista adornado de la vulgaridad dialéctica y ofreciendo entrar al cielo a patadas. No portaban fusiles con claveles, sino hondas que marchitaron muchos jardínes de violetas. Hoy es el enemigo destructor de todo con vida, incluso de la izquierda de siempre. No es cierto del todo que Mariano Rajoy no tenga voluntad para resolver el gigantesco galimatías extremista que ha estallado en Cataluña y que se va extendiendo por todo el país y clases sociales, media y trabajadora, pero no es el estadista que necesitamos el pueblo llano. No es nuestro hombre, ni su partido envejecido y quemado. Los otros tampoco brillan en el tormentoso cielo español, ni el socialismo convertido en un patio de vecinos en riña permanente y derrochando desprecio a los veteranos que firmaron una paz digna para todos. Rivera pudiera ser algo más que una promesa si es capaz de ser más humilde y organizar un partido de ámbito nacional, con más territorio. Si superara este hándicap, los españoles estaremos más alegres, si los del PP se refundan con sus hombres y mujeres valiosos y el socialismo termina con sus guerras civiles que colaboraron en la victoria franquista. Como murciano, a la espera, me inclino a que  Alberto Garre sepa reconducir la política regional. Valor se le reconoce. Y honradez, sin duda. Le falta más decisión. El tiempo corre y pronto entraremos en un proceso electoral en el que nos jugaremos un futuro abierto, en paz y justo. 

 

Pero quieren que les diga lo que siento, pues que vivimos en un país en desasosiego constante. Lleva toda la razón del mundo el compañero ANTONIO ARCO, que todo el show montado en torno a la venta y exposición de Santiago Sierra, politizada hasta la paranoia, ha sido una trampa comercial para vender unos cuadros impresentables sobre el caótico golpe catalán. Hasta los columnistas más prestigiosos de ABC han entrado al trapo y andan discutiendo sobre los ochenta mil euros pagados, que si no hubieran sido tocados por el vedetismo ideológico más falso que Judas, nadie los hubiera comprado. España, divino tesoro. Já. Claro que la culpa es de la nueva censura que funciona a muerte, cárceles  y  presos políticos proclamados por el Coletas en Barcelona, pero ni una palabra en el ojo propio ¿no es verdad Errejón?. Esta peineta es otra más desde que Pujol, el gran tartufo y sus robaperas, robaban a los españoles.                           

 

 
 

J.J. CANO VERA