Gabriel Cruz desapareció el pasado 27 de febrero al mediodía en Las Hortichuelas, una barriada almeriense en la que su familia paterna tiene dos viviendas. El niño, de ocho años, salió de casa de su abuela para ir a jugar con su primo después de comer, pero su rastro se pierde en el sendero de 100 metros que separa ambas viviendas.
Tras once días rastreando la zona, el número de personas que participa en el dispositivo se va reduciendo a cada jornada, por lo que el foco ha pasado ahora de los voluntarios que buscan pistas en las montañas a los agentes que investigan el caso en los despachos. A falta de que trasciendan nuevos datos sobre estas pesquisas, tres aspectos han marcado el suceso desde que se puso la denuncia: un acosador, una camiseta y una furgoneta.
El acosador de la madre
«La madre de Gabriel es aficionada a las carreras populares y suele hacer de ‘speaker’ en las entregas de premios. En una de ellas este hombre la conoció yempezó a acosarla hasta que ella le denunció. La orden de alejamiento se puso entonces en 2016, pero él ha seguido yendo a las carreras y la ha quebrantado varias veces, por lo que tras constatar este hecho se le detuvo». Así explican desde la Guardia Civil el arresto de un vecino de Antas (Almería) el pasado 28 de febrero, operación que se llevó a cabo pocas horas después de que se denunciase la desaparición de Gabriel.
El detenido, que sufre un trastorno bipolar y fue condenado en 2016 por acosar a la madre de Gabriel, se convirtió en el primer sospechoso después de que los agentes constataran que había quebrantado la orden de alejamiento días antes de que se perdiera el rastro de Gabriel, delito que cometió tras manipular su pulsera telemática. «Ahora que está detenido se le interrogará también sobre esto, pero se le detuvo por quebrantar la orden de alejamiento, no por Gabriel», explicaron a este diario desde la Guardia Civil el mismo día en que se produjo su arresto. El propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y la madre de Gabriel, Patricia Ramírez, aseguraron también la pasada semana que «de momento» no se han encontrado indicios que relacionen al hombre con la desaparición
Sin embargo, una nueva operación llevada a cabo en las últimas horas demuestra que los investigadores no han abandonado esta línea de investigación. Según explican fuentes de la Guardia Civil a EFE, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) registraron este jueves la finca de unos familiares del detenido que se encuentra junto a Las Hortichuelas, la barriada en la que desapareció Gabriel, una batida cuyos resultados no han trascendido por el momento.
La camiseta con ADN de Gabriel
El padre del menor desaparecido, Ángel Cruz, encontró una camiseta interior de niño junto a la depuradora del Barranco Las Águilas, en la barriada de Las Negras, cuando rastreaba la zona con su pareja y dos personas más a última hora del sábado. Tras enviarla al laboratorio, los investigadores confirmaron que contenía ADN del menor el lunes, pero a punto de cumplirse una semana del hallazgo todavía son muchas las incógnitas que quedan por resolver en torno a esta prenda.
«Una cosa es que tenga ADN del niño y otra que fuera una de las prendas que vestía el martes. Tampoco se sabe con seguridad que sea suya, puesto que con habérsela puesto una vez ya habría quedado impregnada con su ADN», señalan en este sentido desde la Guardia Civil, dejando así en el aire la posibilidad de que alguien colocara la prenda en este lugar para despistar a los agentes. «Todas las líneas de investigación siguen abiertas», responden estas mismas fuentes cuando se les preguntaba sobre esta hipótesis.
Mientras los investigadores tratan de aclarar los aspectos comentados, la búsqueda de Gabriel se ha intensificado en los últimos días en la depuradora junto a la que se halló la prenda, un complejo que se encuentra a alrededor de 4 kilómetros de Las Hortichuelas. Aunque por ahora no se ha encontrado ninguna otra prueba relevante en esta zona, voluntarios y agentes siguen peinando la misma todos los días.
La furgoneta blanca
La Guardia Civil no ha confirmado por el momento la presencia de una furgoneta blanca en Las Hortichuelas el día en que desapareció Gabriel, pero varios vecinos de la barriada han asegurado que vieron un vehículo sospechoso poco antes de la comida cerca de la casa de su abuela. Según explican fuentes del instituto armado, el niño salió de esta vivienda en torno a las tres y media de la tarde del 27 de febrero, y los testigos apuntan a que una furgoneta merodeaba la zona entre las dos y media y las tres menos cuarto.
Apenas 100 metros separan las dos viviendas que posee la familia de Gabriel en Las Hortichuelas, recorrido que el menor acostumbra a recorrer desde que es pequeño. Se trata de un sendero pedregoso en el que no hay viviendas alrededor, pero con suficiente anchura para el paso de vehículos. «Junto al camino no vive nadie. Tampoco es que haya mucha maleza, pero sí que es verdad que va a través del campo«, explicaba en este sentido su padre Ángel a El Confidencial poco después de que comenzara la búsqueda.
Aunque el primero en avisar de la presencia de una furgoneta en la zona fue un familiar de Gabriel que describió como «rara» la presencia de un vehículo desconocido en la zona, la familia no ha hecho hincapié en este aspecto desde entonces. Queda en el aire, por tanto, si los agentes están tratando de esclarecer esta supuesta pista o si por el contrario la descartan. «Todas las líneas de investigación están abiertas«, aseguran desde la Guardia Civil cuando se les pregunta al respecto.
FUENTE: ELCONFIDENCIAL