INFORME. – ESPAÑA, OBJETIVO EN LA GUERRA SUCIA RUSIA – ESTADOS UNIDOS
MADRID. Informe de José Juan Cano Vera.
El cisma fullero en la mesa de poker catalán está provocando un terremoto en España, elegida como campo de pruebas en una guerra sucia entre las grandes potencias y sus aliados. Estamos en el epicentro de un volcán con numerosos cráteres. Una guerra de guerrillas en los medios de comunicación nacionales, cuando los comandos de los diarios ABC – liberal conservador- y LA RAZÓN -entregado a La Moncloa- andan en los grandes fondos de las subvenciones de la publicidad institucional que regala millones, cuarenta y seis, dicen, al altavoz de la derecha radical que dirige MARHUENDA, un tertuliano que aparece en todos los debates. EL PAÍS se mantiene en tierra de nadie pero cuando carga lo hace con mucho vigor y habilidad. Estos últimos meses, desde febrero, todos y digo todos los medios, hasta la hoja parroquial de Génova 13, hemos ido de menos a más, siguiendo lo que se ha dado en llamar el CONFLICTO CATALÁN hasta que ha implosionado. Se han tocado todos los temas, problemas y heridas, tirando del hilo pero nadie ha sido capaz, quizás por imperativo legal, de abrir una primera página indicando los fallos de los servicios secretos o de inteligencia y contrainteligencia. Ni supieron nada cuando fue asesinado Carrero Blanco, ni tampoco del fracasado golpe de los inspiradores de Tejero y aún menos cuando la masacre de Atocha. En los tres graves antentados al Estado del Derecho el Gobierno de España estaba en manos de la derecha. Y para más inri o misterio Carlos Arias Navarro fue nombrado presidente del Gobierno franquista, saltando desde el ministerio del Interior, supuestamente responsable de velar por la seguridad del almirante. Impensable e increible. A trescientos metros de la embajada USA blindada electrónicamente Carrero fue asesinado saltando por los aires en el interior de su automóvil.
Algo apestaba muy mal. O bastante en nuestro país. Antes, en y después de las olas de la corrupción de la que muy poquitos sabíamos algo. Prendió la mecha Pedro J. Rodríguez, director del diario EL MUNDO hasta que fue cesado fulminantemente. Todo empezó cuando decidió tomarse el chocolate a espaldas de Felipe González y finalmente con Rajoy y la señora vicepresidenta del Gobierno, madrina de la cadena de medios llamada la Sexta TV que se dedicó a convertir la vida política en un espectáculo millonario, abriendo las pantallas con los escándalos del dinero negro y el ladrillo de lujo. Con el golpe catalán esta cadena ha mantenido una línea editorial sensacionalista pero no se ha atrevido a abrir las ventanas para que saliera a la calle la peste. Y los demás colegas. Ni se ha tratado de investigar quién o quiénes son realmente los autores intelectuales de la trama separatista y como ha sido posible que las intrigas y conspiraciones habidas a todo lo largo de los dos últimos años para romper la unidad nacional, los servicios secretos del Estado no los hubieran detectados. Cinco agencias de inteligencia tenemos en España, militares y civiles.
Estallado el evento explosivo, la inmundicia se empezó a acumular coincidiendo meses después con el estreno en el teatro político nacional, de las falanges maduras venezolanas al mando del caudillo Pablo Iglesias. Su guerra declarada fue primero, romper a la izquierda, la destrozó. Siguió en el escenario haciendo de poli bueno, denunciando el basurero de la burbuja inmobiliaria pero sin tocar a la banca y a las cajas, solo al final cuando la lenta justicia andaba al paso de un vía crucis. No se tomó un respiro y se dedicó a disparar y bombardear al PSOE, el enemigo a batir, y proponerse como vicepresidente del Ejecutivo. No hubo gobierno porque se negaron. Le molestaba el emergente Albert Rivera. Y siguió sus planes de hacer caer al país, montando sus grandes números callejeros sus mareas en plena crisis económica y social, rodeando el Parlamento e invitando a la huelga general. Contra peor vivieran los españoles, mejor para hacer su revolución. No para mejorar nuestro nivel de vida, sino para cumplir los objetivos que le propusieron, bien pagados y con unos horizontes de grandeza. Y dictadura. Podemos gobernando a un país estratégicamente situado al sur de Europa, con el tapón del Estrecho de Gibraltar y el de Suéz en peligro, como base de la segunda flota más preparada del Sistema medieval e Israel desaparecida del mapa.
Esta es una larga historia que nadie ha escrito, la historia de un personaje cuyas andanzas siguen siendo un misterio o se han tapado. El propio ex ministro Jorge Fernández,íntimo de Rajoy, se mostró molesto cuando dos periódicos de Madrid, explicaron algunas de las obras y milagros de Pablo Iglesias. Ahora, en la proa del separatismo, dando instrucciones. Su proyecto esta claro, formar un frente populista con separatistas, la CUP antisistema, republicanos discapacitados y Podemos como buque insignia, una vez liquidado el partido socialista y derrumbada la derecha, incluidos Ciudadanos. El Gran Hermano.
MURCIA TRANSPARENTE ofrece una parte mínima de una historia triste que se ha relatado sin consecuencias. Extraño Rajoy. Son historias confusas, desinformadoras, intoxicando a la opinión pública y ocultando la verdad, una verdad que desde hace cuatro días ha asomado su auténtico rostro con una crisis interna de Podemos, en manos de un dirigente político que exige el culto a su personalidad, basada en el ruido, los engaños, las intrigas, el rencor y la ruptura de España empleando el regalo del Estado de las Autonomías. Un peligro. Ya algunos, desde anoche, los comparsas, viven en la trena. Lean y reflexionen si nos merecemos el premio.Ahora se ha abierto la batalla de los blindados de las elecciones. Se acumulan las dudas.
Todo lo que en España y Europa se ha armado obedece a una conspiración masónico – izquierdista – populista, en contubernio con la subversión comunista – terrorista – independentista, que por fin los corresponsales de los distintos medios zarandeados e increpados por las adoctrinadas muchedumbres que dirigen, perseguidos y hasta asesinados en otros lugares donde llegan al poder, empiezan a entenderlo y denunciarlo. Por eso, precisamente, sorprende la actitud de Podemos, incapaces de apoyar a los partidos constitucionalistas frente a los golpistas catalanes o anteriormente a la mayoría del pueblo venezolano, levantado contra un dictador rodeado de canallas que ha llevado a su pueblo a la ruina y a la pobreza, creando y sustentando un sistema clientelar similar al catalán. Solo las fundadas sospechas que en algunos casos ya son certezas de gran calado, que solo la financiación ilegal del partido explicaría sus absurdos comportamientos. Temor a que alguien desvele secretos inconfesables. ¿Qué dirían Monedero, Iglesias y Garzón si el presidente español se inventara un Congreso paralelo para expulsar a Podemos, o si aplicara los criterios de la ley electoral boliviana y mandara detener uno a uno a todos los magistrados del Tribunal Supremo ?. Un poco de rigor señores podemitas. Bien harían sus oportunistas dirigentes que se van a quedar más solos que la una, en desmarcarse de las CUP comunistas y denunciar a regímenes patéticos que representan lo peor de los valores de la izquierda democrática y de un golpe de estado bananero que pretende implantar por la tremenda una república populista en la Europa del progreso, las libertades y el estado del bienestar.
La premisa básica de esta maquinaria populista que tanto cunde en Cataluña es transformar información a veces real en falsa. Unas veces crean noticias adulteradas o inexactos bulos y otras veces empleando opiniones amañadas de agentes independientes, como los activistas antiglobalización, que sirven a Rusia en sus objetivos que ahora pasan por apoyar la independencia de Cataluña y seguir fomentando nacionalismos rompedores en los Estados socios para ir minando poco a poco la democracia en Europa y sus instituciones. La maquinaria de injerencia rusa en Internet trabaja a pleno rendimiento para elevar la crisis en Cataluña al nivel de otros conflictos con los que persigue dividir Europa. Según un exhaustivo análisis de los medios prorusos, estos han colmado la publicación de informaciones sobre el pulso independentista catalán no solo en español o inglés, sino también en alemán y ruso. En esos medios se acusa al Gobierno y a la justicia española de actos de represión violenta y de desplegar paramilitares en Barcelona, y se augura el inminente acontecimiento de una guerra civil ante la pasividad de la UE.