LE PASA EL MUERTO DE LA «BALSA YENNY» AL CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE

 

El alto funcionario que más debiera saber sobre los movimientos económicos, ingresos y pagos de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia es el noble y honesto INTERVENTOR GENERAL, DON EDUARDO GARRO GUTIERREZ.
Es lo que todos suponemos, pero parece que o le falla la memoria o ha recibido ordenes para no responder a un escrito del presidente de la O.N.G., sin ánimo de lucro, MURCIA TRANSPARENTE, Antonio Sánchez Lapaz, en el que inquiría unos datos fundamentales relacionados con el oscuro caso de la BALSA YENNY.  Nada del otro mundo. La O.N.G. quería saber si los compradores de la peligrosa balsa habían devuelto algo más de SEIS MILLONES DE EUROS (mil millones de las antiguas pesetillas) del otro régimen, tal como exigía el Tribunal de Cuentas, por unos extraños trabajos de limpieza de «estériles»¡ojo al dato!, efectuados a cargo del erario público a petición de los empresarios compradores cartageneros. Este alto cargo de la Administración Regional se ha negado reiteradamente a informar y responder a las preguntas que se le han formulado, incluso con acuse de recibo postal, en varias ocasiones por denuncias interpuestas últimamente por el también letrado Diego de Ramón.                                                                

 

 

El intrincado caso de la Balsa Yennny se inició a raíz de una denuncia de la fiscalia superior de Murcia, y posteriormente por el letrado José Luis Mazón y el periodista ex-diputado regional José Juan Cano Vera, columnísta y analísta de nuestro diario digital  MURCIA TRANSPARENTE. Los intentos por esclarecer los hechos resultaron baldíos en medio de una larga lucha ante los tribunales y el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, que una y otra vez archivaron sin convencer el feo asunto, así como la Fiscalía General del Estado. Posteriormente estalló el escándalo de las contaminaciones mineras y otras sustancias peligrosas derivadas de los estériles para los vecinos y centros escolares.
Ante el reiterado silencio oficial, la ONG dirigió un escrito directo, inquieta por lo que no se acaba de aclarar rectamente, a través del CONSEJO GENERAL DE LA TRANSPARENCIA. La respuesta de la Consejería de Hacienda se la ofrecemos textualmente a los lectores para su información. Una respuesta que en nuestro criterio supone una más que cuestionable ambigüedad y aparentemente dudosas intenciones de ignorar la verdad de unos hechos impresentables. UNA PENA LA ARGUCIA BUROCRÁTICA SOBRE UN TEMA QUE URGE ACLARAR.              

 

 

 

 

 

 
 
 

 
 

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