Teodoro García arremete con dureza contra los diputados regionales de la formación de la derecha radical, a los que acusa de hacer el ridículo

 

Salió que no, pero estuvo a punto de ser que sí. El acuerdo para lograr la abstención de Vox lo había conseguido el PP diez minutos antes de que se iniciara el Pleno de la Asamblea Regional para votar por segunda vez la investidura del candidato popular, Fernando López Miras, pero el pacto no se cumplió, según denunciaron los populares.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, había logrado del presidente de Vox, Santiago Abascal, el compromiso de que su partido se abstendría a cambio de que el Gobierno de coalición PP-Cs asumiera un documento con una decena de puntos compatibles con el programa de ambos partidos.

La sorpresa fue mayúscula cuando los cuatro diputados regionales votaron que no a la investidura de López Miras, en contra de lo acordado con Abascal, lo que suponía el fracaso del intento del PP para retener el Gobierno regional. Según explicó García Egea después, los parlamentarios ni siquiera conocían la existencia de dicho acuerdo, por lo que los dardos del PP se dirigieron hacia el coordinador del comité negociador de Vox, Luis Gestoso.

El secretario general del PP no se guardó ninguna reprobación en la rueda posterior al Pleno. Acusó a Vox de ofrecer un «espectáculo grotesco». «Nos han engañado durante cinco horas», agregó en relación a la reunión mantenida durante la mañana con Vox y Cs y que acabó abruptamente cuando los primeros se levantaron de la mesa con la excusa de que los naranjas se negaban a negociar y a firmar un documento programático.

«Ultraderechita cobarde»

«Quiero pedir disculpas por el ridículo de Vox, un partido que venía de valiente y se va como la ultraderechita cobarde», agregó García Egea.

«Quién negocia en Vox», añadió, para preguntarse a continuación: «¿Quién entiende que digan que hay una coincidencia del 95% en las propuestas y luego voten que no?». Estos hechos llevaron al dirigente del PP a plantear al partido de ultraderecha a que «redefina quiénes son sus representantes y los interlocutores que negocian».

Sobre el escenario que se abre a partir de ahora, tras el fallida investidura de López Miras, García Egea abogó por mantener el acuerdo con Ciudadanos, del que elogió su «altura de miras» y «responsabilidad» por haberse sentado a negociar con Vox para intentar llegar a un acuerdo que salvara el pacto entre ambos.

Esa es también la opción preferente de Cs, según explicó tras el Pleno su portavoz, Isabel Franco, quien, a pesar de afirmar que están abiertos a «todas las opciones», incluida la repetición de elecciones y a sentarse a hablar con el PSOE, recalcó que el PP sigue siendo «nuestro socio preferente» y que el acuerdo de gobierno suscrito con este partido sigue estando vigente para la formación naranja.

Más difícil de explicar es la posición de Vox, que a pesar de votar no a la investidura, pareció que pedía una prórroga con la intención de ganar más tiempo para intentar sellar un acuerdo con PP y Cs. Su portavoz, Juan José Liarte, lo explicó con estas palabras: «Ha sido una pena. No ha sido posible, pero estoy muy satisfecho por los importantes avances que hemos alcanzado y confío en que se concretarán en los próximos días».

Sin embargo, es posible que el PP no le conceda esa prórroga a Vox. «Yo con ellos ya no tengo nada que hablar», precisó el secretario general popular.

Con este panorama tan incierto, el que sale ganando es el PSOE y su secretario general y candidato, Diego Conesa, quien nada más acabar el frustrante Pleno de investidura ya se postulaba para ser el próximo candidato a intentarlo. Los socialistas presentaron ayer por la tarde un escrito para que el presidente de la Cámara, Alberto Castillo, inicie cuanto antes la ronda de consultas que desemboquen en la presentación de Conesa como aspirante a la investidura, para lo que ya se ha ofrecido a negociar con Cs un acuerdo de gobierno.

 

 

FUENTE: LAVERDAD