Los dueños de los atraques convocan una manifestación náutica con unos 150 barcos en el Mar Menor para el próximo 19 de agosto
Tomás Maestre acaba de perder una batalla crucial en el pulso que mantiene con los titulares de los puntos de amarre del puerto que lleva su nombre. La votación para elegir a la nueva directiva del mayor puerto deportivo de España, que se celebró el pasado fin de semana en asamblea extraordinaria en el hotel Doblemar de La Manga, se decantó casi por unanimidad en favor de poner la dirección de la dársena en manos de la Asociación de Titulares de Derechos de Amarres y Zonas de Servicio del puerto de Tomás Maestre. Solo la asociación Asopuerto 2018, creada en defensa de los derechos de los dueños de amarres, contaba con casi 800 votos en un puerto donde Maestre conservaba aún el control a pesar de que su empresa, Puerto Menor, vendió la titularidad del 89% de los atraques a pequeños propietarios.
La pérdida del control del puerto, el último bastión en La Manga del imperio Maestre, gestado con el monopolio minero de un empresario de leyenda en la Región, Miguel Zapata Sáez ‘El Tío Lobo’, quien llegó a ser el más rico de España, supone por tanto el declive de la era Maestre, que ejerció una destacada influencia política y económica en el entorno del Mar Menor durante el siglo XX.
La concesión administrativa de la explotación del puerto es la última baza que queda en manos del abogado y heredero de la empresa Puerto Menor, que en 1973 construyó la dársena en el brazo de arena que ‘El Tío Lobo’ adquirió en 1863 por 31.000 reales y que años después dejó en manos de su yerno, José Maestre, junto con el resto del ‘holding’ familiar.
Maestre cuenta con la concesión del puerto con 1.713 atraques -que suponen el 29% de la capacidad total de amarres deportivos de la Región- hasta abril de 2023, cuando espera revalidarla por 20 años más. Pero el enfrentamiento que se abrió con los titulares de los amares los ha convertido en un rival cada vez más poderoso. Los propietarios acaban de hacerse con la presidencia de la asociación que rige el puerto y su intención es evitar que la Comunidad amplíe la concesión a Maestre.
El origen del conflicto
Con la directiva en manos de los titulares se espera «democratizar» los estatutos y «defender que las concesiones administrativas de bienes públicos no se den a empresas privadas para que se beneficien de forma millonaria», señala el presidente de Asopuerto 2018 -creada en defensa de los derechos de los titulares-, Antonio Soriano, que cifra en más de 30 millones de euros los ingresos que le reportaría a Puerto Menor la ampliación de la concesión: «Esta empresa quiere hacer más locales comerciales para obtener rendimiento económico, mientras que los deportistas queremos hacer un mejor entorno».
El enfrentamiento comenzó cuando Puerto Menor reclamó a los titulares de los amarres -no dueños al tratarse de dominio público, sino concesionarios de los derechos de uso y disfrute- el pago por la «actualización del contrato» por los próximos cinco años, pero que para los afectados es una exigencia «insólita e infundada». El presidente de Asopuerto 2018 aseguró que «ya pagamos por la titularidad entre 30.000 y 100.000 euros por un atraque, a lo que hay que sumar entre 500 y 1.700 euros al año por el mantenimiento y nos hemos hecho cargo de todas las obras de mejora, desde el arreglo de calles hasta el wifi».
Puerto Menor basa su pretensión en el último cambio legislativo. Tras obtener en 1974 la concesión por 50 años, la Ley de Costas de 1989 restringió el plazo originario a 30 años, aunque una nueva reforma legal le repuso las cinco décadas de gestión y explotación del puerto. Por eso la empresa solo reclama a los que compraron el amarre después de 1989. Los cinco años que van desde el próximo 28 de julio hasta abril de 2023, son los que Puerto Menor reclama a los titulares. Por su parte, Tomás Maestre declaró ayer que «en otoño Puerto Menor demandará a aquellos titulares de atraques cuyo contrato ha vencido en julio y que no han pagado las cantidades reclamadas».
Una muestra de unión
La demostración de fuerza y unión esperan hacerla los titulares con la manifestación náutica convocada para el 19 de agosto. Quieren recordar a la Comunidad que se opondrán a un futuro del puerto en manos de Maestre. A pesar de los numerosos propietarios de embarcaciones que se han sumado a la protesta en el Mar Menor, Soriano asegura que «Capitanía Marítima nos aconseja no concentrar más de 150 barcos para no bloquear la laguna ni el puerto».
Los convocantes preparan con las autoridades unos canales de navegación para no entorpecer el paso normal de otros barcos. Su itinerario partirá del puerto en dirección a la orilla de Santiago de la Ribera, donde tienen previsto desembarcar para leer un manifiesto en Barnuevo. Y continuarán hacia Los Alcázares.
FUENTE: LAVERDAD