Ecologistas en Acción ha reclamado a la Comunidad Autónoma que adopten medidas para solucionar el problema que genera la quema de residuos vegetales.
Ecologistas en Acción ha expuesto a las Consejerías de Sanidad, Agricultura y Medio Ambiente, la situación de deterioro de la calidad del aire originada por las quemas agrícolas de residuos vegetales, especialmente durante los meses de primavera. Según ha explicado la organización ecologista en un comunicado, «las quemas agrícolas generan cortinas de humo que quedan estancadas sobre las zonas pobladas, a escasos metros del suelo, y que acaban alcanzando a la población, como se puede observar en las imágenes, obligando en muchas ocasiones a los vecinos a cerrar ventanas para impedir que el humo penetre en las viviendas».
Ecologistas en Acción también ha recordado que «el humo tiene efectos inmediatos sobre la salud de las personas que lo respiran, como dolor de cabeza, irritación de ojos y vías respiratorias, carraspera, tos, problemas respiratorios y ataque asma, hasta crisis más agudas entre la población que sufra algún tipo de problema respiratorio previo».
En muchos lugares, quemar residuos agrícolas —tallos, pastos, hojas y cáscaras, entre otros— continúa siendo la manera más económica y fácil de deshacerse o reducir el volumen de materiales combustibles producto de las actividades agrícolas. Este tipo de quema a cielo abierto se realiza a fin de eliminar de manera rápida los restos de cosechas anteriores, así como limpiar, podar y despejar la zona de cultivo. También se lleva a cabo con el objetivo de liberar nutrientes para el siguiente ciclo productivo, así como eliminar moscos y otras plagas de los campos de cultivo. Se estima que la quema de biomasa, como madera, hojas, árboles y pastos —incluidos los residuos agrícolas—, produce 40% del dióxido de carbono (CO2), 32% del monóxido de carbono (CO), 20% de la materia particulada o partículas de materia suspendidas (PM) y 50% de los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) emitidos al ambiente a escala mundial. Las quemas de residuos agrícolas son muy utilizadas a pesar de que no se trata de un manejo ambientalmente aceptable. Además, desde el punto de vista de la salud pública, resultan preocupantes por una serie de razones: • El humo de las quemas agrícolas se libera a nivel —o muy cerca— del suelo en áreas generalmente pobladas, lo que conlleva una exposición a los contaminantes directa y elevada de la población aledaña. • Estas quemas se realizan generalmente por etapas, en temporadas específicas del año, y pueden dar lugar a concentraciones muy elevadas de contaminantes. • Son fuentes no puntuales de contaminantes atmosféricos y se realizan en áreas muy extensas, por lo que resulta difícil medir y regular este tipo de emisiones. • Las condiciones de la combustión y los combustibles varían e incluyen la posible presencia de plaguicidas. • Contribuyen al cambio climático, ya que entre los compuestos emitidos se encuentran gases de efecto invernadero y contaminantes climáticos de vida corta, como el carbono negro. • Afectan la visibilidad en zonas y carreteras aledañas.
Asimismo, desde la organización han añadido que «la contaminación del aire es algo más que molestias a la población, y supone una afección a la salud pública; estando relacionada la mala calidad del aire que respira una población con la reducción de la esperanza de vida y el aumento y agravamiento de afecciones respiratorias.
Por todo ello, Ecologistas en Acción ha solicitado a la Comunidad Autónoma de Murcia que se adopten medidas para evitar situaciones de este tipo en el futuro, y reclaman la implantación de técnicas alternativas a la quema, como el triturado y compostaje, para la adecuada gestión de los residuos agrícolas, con el objetivo de proteger la salud de la población, así como el medio ambiente.