«LOS EMPRESARIOS DE LA REGIÓN AHORA SE DAN CUENTA»

Hasta los más viejos de lugar sabíamos (nos confiesa un empresario medio murciano) desde que Ramón Luis Valcárcel Siso se hizo con el poder, que había urdido, en compañía de otros socios, colaboradores y asesores una trama económica-financiera que el ex-presidente regional nos ofrecía como un proyecto que nos igualaría a los estados de California o Miami. Vendió sus fantasías tan perfectamente a los medios de comunicación, hasta a los no adictos, que inmediatamente encontró el apoyo de la Patronal Murciana, dirigida en la sombra por el ex-alcalde franquista Clemente García. Valcárcel terminó haciéndose una fotografía inédita. El «in person», los grandes empresarios, una minoría de caciques afínes actuando de extras, y hasta los dirigentes sindicales.
Décadas después, descubierto el pastel y huido a Bruselas como diputado, por sugerencia de Rajoy, dejó una pesada herencia que ha arruinado a decenas de miles de murcianos. A los trabajadores, a los autónomos marginados sin consideraciones, a los empresarios medianos y a los que integraban una familia. El eslogan demencial de su acción política quedó plasmado en aquello del AGUA PARA TODOS. Aznar lo apoyó con el famoso «si hay votos habrá agua», y posteriormente el presidente Zapatero con su programa de desaladoras, no para ofrecer agua a los sedientos, sino para las grandes urbanizaciones que pensaba levantar  la logia inmobiliaria nacional ahogando y ensuciando el Mar Menor. Al día de hoy, NI UN SOLO PROYECTO imaginado por su mente calenturienta y los socios que seleccionó Ramón Luis, elegidos por su hermano y Sánchez Carrillo, ni se ven ni se tocan. Lo del agua clama al cielo, y si no se nos aparece el Niño Jesús, la Región se transformará en un desierto que viene avanzando desde Almería.

Ahora, los empresarios, los grandes, pequeños y los comercios, despedidos miles de trabajadores y trabajadoras y crecida la economía sumergida salvaje hasta límites tercermundistas, empiezan a clamar, exigir, protestar y llorarle al Presidente Regional pepero, señor Miras. Precisamente el periódico LA VERDAD, que no se excedió mucho en la crítica, desde el franquismo hasta hace dos años, sumándose a la manifestación, en su edición de ayer sábado, publicaba una extensa crónica que titulada a cinco columnas afirmaba estupefacto algo como este reclamo de necesidad:»CROEM CLAMA SU HARTAZGO POR LA TOMADURA DE PELO POR LOS RETRASOS EN INFRAESTRUCTURAS.
Escribe la colega Fuensanta Carreres, digna sucesora de un periodista guerrero, un sentimiento generalizado:»Crecido por los aplausos (el presidente de los empresarios, señor Albarracín) exigió a los partidos y al Gobierno regional que alcancen en tiempo récord un pacto regional del agua (que ya se hizo en la década de los noventa, para nada de nada, decimos nosotros), puesto que la sequía se agrava conforme pasa el tiempo, y propuso que a este acuerdo se unan Alicante y Andalucía».
Los reproches y los disparos dialécticos del gran patrón también fueron dirigidos al Gobierno de Rajoy, al PP y a Podemos, y terminó exigiendo, alzando su potente voz, que exigía la dimisión inmediata de los máximos responsables de la Confederación Hidrográfica del Segura, si no se abren los pozos. De acuerdo, pero algo similar afirmó el señor Albarracín hace un mes, prometiendo salir a la calle y organizar movilizaciones, si el problema del agua y otros tan graves, y hasta ahora solo han movido la lengua, lo que ya es una buena señal de que están molestos por los engaños. El caso es que si en un mes o dos, allá por los días de la bajada de la Fuensanta no llueve, como es tradición, a la calle tendremos que manifestarnos los murcianos de a pie, y  ya están organizados y formados mentalmente, hasta la Plataforma Regional de Alberto Garre. La historia que le contamos no es nada nueva, porque el pueblo murciano sigue en la siesta de los siglos, contagiado por el hedonismo árabe.

                        MURCIA TRANSPARENTE