Como el Berlín de la guerra fría, Barcelona se ha convertido en los últimos años en una «ciudad de espías», según relata este viernes el ‘Financial Times’. Pero lejos del objetivo de vencedores y vencidos en la segunda guerra mundial, los «espías» de la capital catalana tendrían como objeto tejer una agencia de inteligencia catalana para promover la causa de la independencia.

El rotativo británico ha entrevistado a cuatro oficiales de los Mossos d’Esquadra, así como a personas cercanas a los servicios de inteligencia españoles y al Gobierno central. Uno de ellos, el oficial Jordi Cruz (nombre inventado para proteger su identidad), que le traslada al periodista que firma la información, Michael Stothard, sus temores a las represalias si se descubre que ha filtrado esta información.

Según Cruz, desde el 2014, la policía de Catalunya «empezó a trabajar en una iniciativa extraordinaria: desarrollar su propia agencia secreta de inteligencia para contrarrestar la del Estado español». Esta agencia, añade, habría sido utilizada para espiar a «abogados, políticos, profesores, periodistas y grupos de la sociedad civil considerados opositores al proceso independentista».

Espías españoles en Catalunya

El artículo del ‘Financial Times’ recuerda el episodio del pasado octubre cuando agentes de la Policía Nacional interceptaron una furgoneta de los Mossos con documentos para destruir en la incineradora de Sant Adrià del Besòs. Según un informe de la policía española al que ha tenido acceso el rotativo británico, estos documentos probaban la existencia de un «departamento ilegal de espionaje» en los Mossos que realizaba «labores de vigilancia, seguimiento, así como grabaciones de conversaciones y toma de fotografías de gente de las esferas política, periodística, de negocios y social que podrían amenazar el proceso soberanista».

En paralelo, los servicios de inteligencia españoles han aumentado su actividad en Catalunya. Según el diario, fuentes cercanas a la policía catalana destacan que durante años «una fuerza secreta dentro de la policía española» se encargó de contrarrestar el independentismo y últimamente se habría centrado en seguir a los líderes catalanes que han huido al extranjero.

El artículo recuerda también lo que considera que fue el inicio de esta guerra de espías: la llamada ‘operación Cataluña’, llevada a cabo por la Policía Nacional en secreto para intentar frenar el ‘procés’; así como el conocido como ‘Fernándezgate’, la grabación de la conversación entre el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el que fuera director de la Oficina Antifrau, Daniel de Alfonso.

Guerra sucia

Para explicar esta guerra sucia, el ‘Financial Times’ habla con Francisco Marco, de la polémica agencia de detectives Método 3, que asegura que desde el 2012 hubo alrededor de 40 agentes de policía en Catalunya con la misión de «investigar a todo aquel que estaba involucrado en el movimiento independentista, buscando cosas turbias para utilizar contra ellos».

Uno de los que supuestamente han sido víctimas del espionaje catalán es el exfundador de Somatemps y expresidente de Societat Civil Catalana, Josep Ramon Bosch, quien asegura que en la primera reunión de Somatemps en un restaurante los Mossos preguntaron al dueño sobre el encuentro y se quedaron en el exterior y tomaron fotos de los asistentes. Y asegura que cuando fue elegido presidente de SCC la Policía Nacionla le avisó de que su teléfono estaba pinchado.

Otros que también habrían sido supuestamente espiados por la policía catalana son el abogado José María Fuster-Fabra o el exdiputado del PP Sergio Santamaría.

 
 

 

 

FUENTE: ELPERIODICO