El presidente del Gobierno ha decidido prescindir de los tres pesos pesados de su Ejecutivo en un intento por afrontar la segunda vuelta de la legislatura rodeado por los más fieles. La ‘guerra’ entre la vicepresidenta Carmen Calvoy el jefe de Gabinete, Iván Redondo, se ha saldado con la defenestración de los dos. Y el tercero en discordia, José Luis Ábalos, cuestionado por muchos barones, ha acabado fuera del Ejecutivo. Ahora, Sánchez tiene el Gobierno más ‘sanchista’ para intentar una remontada en las encuestas sin peleas internas ni lucha de más egos que el suyo.

La remodelación del Gobierno se esperaba para el 15 de julio, como ha adelantado Vozpópuli, para afrontar la vuelta de las vacaciones con un Ejecutivo «más político» y donde primara el poder de Nadia Calviño -que será vicepresidenta primera- para administrar los fondos europeos en los que Sánchez fía la posibilidad de dar la vuelta a las encuestas.

Con lo que no contaba ningún analista político era, primero, que el cambio se quedara en una vuelta de tuerca al ‘sanchismo’ y que no se redujeran las carteras ni se tocaran los ministros de Unidas Podemos. Esto último, sobre todo, después de la humillación pública al ministro de Consumo, Alberto Garzón, a costa del «chuletón imbatible al punto».

Una vez garantizada a Yolanda Díaz que ninguno de los cinco ministros de Unidas Podemos se verán afectados por la remodelación -primera sorpresa- la bomba en modo de filtración ha llegado con el nombre de los eliminados. El primero, el todopoderoso jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, que deja su cargo. Y que será sustituido por alguien mucho más dócil y de partido como el ex secretario de Organización del PSOE y ex secretario general de los socialistas en Castilla y León, Óscar López, tal y como ha adelantado la Cadena Ser.

López, que hasta ahora fungía plácidamente al frente de Paradores, con un trabajo cómodo y mejor sueldo, se instalará en Moncloa. Hombre de aparato, no levantará las ampollas ni las afrentas que Iván Redondo iba dejando en muchos de los integrantes del Consejo de Ministros. López es una de las personas cercanas al líder del Ejecutivo y ya formó parte de su equipocuando fue nombrado secretario general del PSOE.

Sánchez, como en su tiempo -y salvando las distancias evidentes- hizo el inquilino de El Pardo, ha optado -ante una guerra de egos y envidias en quienes le rodeaban en Moncloa por eliminar a los dos. Carmen Calvo sale también del Gobierno tras meses de rencillas con Redondo. La vicepresidenta, que no disimulaba su falta de sintonía con el jefe de Gabinete, también ha sido sacrificada. Aunque, en su caso, era un secreto a voces que quedaría fuera.

Ábalos

El tercer peso pesado en caer ha sido José Luis Ábalos. El hombre fuerte del partido en el Gobierno también ha sido defenestrado cuando todos los analistas apuntaban a que, tras pasar meses con problemas con el ‘Delcygate’ o la fallida moción de censura en Murcia, había ganado peso e, incluso, sonaba para el Ministerio de Defensa.

Sin los tres ministros más díscolos, Sánchez mantendrá a los políticos económicos en torno a Nadia Calviño y dará protagonismo al catalán Miquel Iceta en la parte política, que seguirá marcada por la negociación con Cataluña en la que el PSC tiene mucho que decir.

Se confirman además otras salidas cantadas, como la de Arancha González Laya, ministra de Exteriores, cuya gestión ha provocado numerosas críticas. La crisis con Marruecos por la llegada de Ghali con pasaporte falso; mantener en pleno Brexit sin renovar al embajador en Londres o el abandono del cuerpo diplomático a la hora de la vacunación habían firmado su sentencia.

Le sustituirá, según la Cadena Ser, José Manuel Albares, el ‘sherpa’ de Sánchez en Moncloa para Exteriores y a quien Iván Redondo alejó del puesto de ministro y marchó a la embajada en París. Ahora, con la defenestración de Redondo, vuelve a primera fila en el Gabinete.

También sale del Gobierno el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, una vez solventados los indultos a los presos del ‘procés’ y habiendo fracasado en la reforma del delito de Sedición y la renovación de los principales órganos judiciales. La favorita para sustituirle es Pilar Llop. También deja su cargo la ministra de Educación Isabel Celáa y el de Cultura, Rodríguez Uribes. Una de las incógnitas que quedan por despejar es la salida de Grande Marlaska en Interior.

En definitiva, Sánchez afrontará la vuelta de las vacaciones con un Ejecutivo aún más ‘sanchista’, sin pesos pesados que provoquen roces dentro del Gabinete por ambiciones personales y con un único objetivo: intentar que la recuperación económica llegue a los hogares españoles gracias a la gestión de los fondos de la UE. Sin ello, mantenerse en el poder en las próximas elecciones se antoja una quimera.

 

 

FUENTE: VOZPOPULI