RAJOY ENTRE LA SOBERBIA Y LA MORALIDAD TEOLÓGICA

 

SEVILLA. (Crónica de JOSÉ JUAN CANO VERA).- No, no ganamos para sustos y meteduras de pata con un presidente absoluto de un Gobierno fantasmagórico y un partido para el desguace. Rajoy a mandobles con los chicos que le quitan el sueño, un sueño de pesadillas, soberbia, prepotencia y corruptos en la Corte y en otros reinos de la decaída España. Dar tanta caña a CIUDADANOS demuestra que han perdido los papeles, es entrar en una guerra injusta porque abrir trincheras en territorio amigo es dar facilidades a sus numerosos adversarios, dentro y fuera del Partido Popular con más de medio siglo de historia. Hecha humo, se ha quemado y meten fuego a sus últimas naves inservibles porque necesitan ir a  los talleres y proceder a una revisión a fondo y un cambio de piloto. No basta con ridiculizar a Cs, al PP le urge una regeneración teológica. La estrategia mariana es la de provocar a Albert Rivera, que este pierda su imagen de moderación, que tantos votos da cansados como estamos de extremismos y violencia verbal, y el líder naranja responda como un radical. Una burda trampa pueblerina aprendida del viejo caciquismo gallego.

 

Este presidente desacreditado, después del bochornoso espectáculo en el régimen socialista andaluz de Susana, nos recuerda la vieja fabulilla del alacrán y la rana. La pobre tras pensárselo mucho, invita a un alacrán a cruzar el río caudaloso, y cuando ambos ya están al borde de la otra orilla, el monstruito le pica traidoramente con su venenoso aguijón. La ranita, la joven rana le pregunta, quejosa, al pérfido escorpión, el porqué de su fea y peligrosa conducta. La respuesta del bicho no puede ser más crapulosa: ¡¡Bueno, es que soy así por naturaleza, imbécil!!.

 

 

Y ocurren peores cosas que desfiguran la imagen de los españoles y del país.
Nos ocurren por esa borrachera colectiva. A los que votamos inocentemente y desinformados por las máquinas de mentiras en series, y a los que votamos a ciegas en contra no a favor de….. Me explica mi panadero que es más difícil engañar a un español que ha leido libros que a alguien que solo lee el «MARCA». Debe llegar el mensaje a la Moncloa. Sigue el guión estrafalario. Me lo he estudiado después de oir a Felipe González en una entrevista de Jordi Évole a la caza de elefantes que nos parecen comparándolos con los enanos de estos años negros, un periodismo al servicio de la audiencia, dando espectáculo. Eso, el escenario español, es teatro, circo y series  de bajo costo. Como las pipas saladas de girasoles. No mantienen pero entretienen.

 

Otra que bien vale. La ministra de Justicia de la República Federal de Alemania, la socialista del sector populista, KATARINA BARLEY, que tanto admira Pedro Sánchez, el muñeco roto del nuevo socialismo federal, ha demostrado con sus declaraciones, ufana, que su inmadurez está a la misma altura de la dudosa independencia de los jueces alemanes, tan politizados como en España, que provocan roces graves como en el caso sedicioso de Puigdemont, hasta tal punto de estupidez mental que un cabeza de huevo prusiano guerrero puede anular una decisión o euro orden de un juez español del Tribunal Supremo. Ya lo pronosticamos en MURCIA TRANSPARENTE, cuando el agitador catalán aterrizó en Bruselas y fue abrazado y acogido por los ultras flamencos, con la alegría desbordante de la extrema izquierda catalana mimetizada de soberanista de toda la vida, a la que se adhirió la tribu de los coletas revolucionarios. El comodín de los tahúres venezolanos.
 
 

 
 
Asombroso, porque la derecha más corrompida de nuestro país, la fundada por Pujol y Más se sumó a la manifestación ¡¡hasta los monjes del monasterio de Montserrat que repicaron sus campanas cuando los magistrados luteranos le dieron una alegría a los curas católicos catalanes en un verdadero acto de ecumenísmo, solo posible en la nación que inventó el liberalismo. Demasiado marasmo folklórico en este país de nuestras entrañas en el que los medios de comunicación se resisten a cerrar asfixiados por  los números rojos de sus empresas matrices que aprietan a las redacciones para aumentar la venta y la publicidad. Y por ejemplo, una discusión de la real casa, entre suegra y nuera se convierte en noticia global,»ENCONTRONAZO» lo describe la Sexta TV, su equilibrada vara de medir, una chorrada campestre que se da todos los días en miles de hogares, discusiones familiares de gente de carne, huesos y almas, y los de sangre azul, también. Espectáculo para tapar otras heces políticas como los nuevos descubrimientos en el asunto de la presidenta Cifuentes que adelantamos en uno de nuestros artículos. La historia de que «alguien o algunos» elementos peligrosos de la izquierda socialista habían entrado sigilosamente en los archivos de la Universidad y manipularon el brillante curriculum de  la presidenta regional de Madrid.

 

Termino casi muerto de risa cuando me preguntan en plena divina siesta un colega de una emisora hermana ¿qué es la fe para un españolito estafado?. Respondo ecuánime: Creer en Rajoy o en su defecto a Pablo Iglesias. Creer en lo que no vemos. Dogma. Como el fallo del juez alemán nacido en una nación que nos llevó a los europeos a dos guerras mundiales y ahora tratando de darnos lecciones éticas y teológicas sobre el Estado de Derecho. Y la ministra morada descubriendo el pastel y sugiriendo una mediación en Cataluña. Ellos, que en su caso entrarían con sus carros blindados en Baviera. Poniéndose de ejemplares demócratas.Que cochinada, Puigdemont.

 

EPÍLOGO.- La visita del rey Felipe VI a Barcelona, moviendo ficha,ha sido un movimiento de sensatez, como ha sido respaldar la labor de los jueces y fiscales catalanes. Un apoyo al Estado de Derecho, porque si no se respetan las leyes, no existe nación, ni país, ni Democracia. También un mensaje a la ministra alemana que ha tenido que rectificar, pero en lo sucesivo deberá dejar de enredar para que la Unión Europea no sea una ficción.

 

 

 

J.J. CANO VERA