Miles de jubilados procedentes de diversos puntos de Gipuzkoa unieron ayer sus fuerzas para reivindicar pensiones mínimas de 1.080 euros en una manifestación que recorrió las calles céntricas de Donostia.

Convocados por la Plataforma de Asociaciones de Mayores de Gipuzkoa, tanto agrupaciones como personas a título individual se desplazaron a la capital guipuzcoana para participar en la tercera marcha que desarrollan este año con el objetivo de concienciar a la ciudadanía de la importancia de contar con un sistema público de pensiones “digno”.

Si bien la exigencia de una pensión mínima que, de acuerdo con la Carta Social Europea en Euskadi se fijaría en 1.080 euros, fue una de las cuestiones más repetidas, los manifestantes reclamaron otras medidas para asegurar la calidad de vida de quienes han dejado de trabajar.

Lograda la revalorización de las pensiones de acuerdo con el IPC tras la recomendación del Pacto de Toledo, los integrantes de la Plataforma de Asociaciones de Mayores de Gipuzkoa consideran que aún hay un largo camino que recorrer para lograr apuntalar un sistema que últimamente es muy cuestionado ante el envejecimiento de la población y la falta de relevo generacional.

Sus fórmulas las fueron desgranando a lo largo del recorrido que realizaron ayer desafiando las fuertes rachas de viento y la lluvia que les acompañó durante buena parte de la manifestación, algo más largo que en ocasiones anteriores. Rezagados y personas que optaron por tomar un atajo para caminar menos se vieron sorprendidos por una ruta diferente, aunque no fue obstáculo para que finalmente se incorporaran.

Lemas como “no falta dinero, sobran ladrones” fueron coreados por los participantes, en relación con una de las críticas de este colectivo, que aseguran que “nos mienten” cuando la clase política advierte de que las cuentas no salen.

“No es un problema de falta de dinero, sino una cuestión de voluntad política” señalaron al término de la manifestación, aclarando que no ponen siglas a los responsables de solucionar esta situación puesto que es un problema “gobierne quien gobierne”.

De hecho, las manifestaciones de los pensionistas se han desarrollado bajo la presidencia de Mariano Rajoy primero y de Pedro Sánchez después. De ahí que sus críticas se extiendan a quienes, teniendo competencia en esta materia, no han adoptado las medidas necesarias. “Recortan pensiones desde sus mansiones” fue uno de los gritos que se pudieron escuchar ayer.

mujeres Las pensionistas fueron protagonistas en la concentración, puesto que varias de las asociaciones pusieron el acento en que su situación es más grave al percibir prestaciones más bajas que las de los hombres.

En el manifiesto de la Plataforma de Asociaciones de Mayores de Gipuzkoa se denunció “la desigualdad que sufren las mujeres a lo largo de toda su vida laboral” que, una vez finalizada, se traduce en unas pensiones de menor cuantía. Según subrayaron ayer los convocantes, “en Euskadi la pensión mínima que perciben las mujeres es un 41% inferior a la de los hombres”, por lo que exigieron políticas que pongan fin “a esta brecha de género”.

Del mismo modo, abordaron el problema de la precariedad laboral que afecta a todos los colectivos de la sociedad y que influirá decisivamente en las retribuciones futuras. Según señalaron los organizadores de esta manifestación, se deben abordar planes que pongan fin a la inestabilidad del mercado laboral para no poner en peligro hoy el sistema público de pensiones de mañana.

“Estamos ante un gran desafío: la defensa y mejora del sistema público de pensiones como elemento imprescindible para alcanzar una vida digna y la cohesión social para todas aquellas personas pensionistas y trabajadoras”, indicaron al término de la manifestación, para apelar a la sociedad guipuzcoana con un “¡debemos indignarnos y comprometernos!”, idea que también surgió a lo largo de la marcha, cuando los participantes corearon “no nos mires, únete” a quienes les observaban desde las aceras.

 
 

FUENTE: NOTICIASDEGIPUZKOA