Pregunta. Albert Rivera había dicho que no quitaría lazos amarillos, pero el miércoles usted y él lo hicieron. ¿Por qué?
Respuesta. Han pasado muchas cosas en los últimos días y se sabe que los Mossos están identificando a las personas que quitan lazos, pero no a las que los ponen. Existe una criminalización por parte del Govern de la Generalitat y las cosas se están poniendo peor. Hay muchos catalanes como Albert Rivera que han cambiado de opinión sobre quitarlospersonalmente porque la Administración no lo hace.
P. ¿No les preocupa proyectar la imagen de que intentan sacar rédito político de los lazos? Incluso el PP los ha acusado de alimentar la crispación.
R. No vamos asumir el marco mental de los separatistas, y me preocupa que Sánchez y Casado lo hagan. El nacionalismo ha roto la convivencia en Cataluña y provocado el conflicto. Son ellos los que quieren una Cataluña solo para una parte de la población.
P. En la concentración convocada el miércoles por Ciudadanos en Barcelona fue agredido un cámara. Es chocante que en un acto para condenar la agresión sufrida días antes por una mujer suceda lo mismo.
R. Hemos expresado nuestra condena más absoluta a cualquier agresión. Allí había mucha gente y es un hecho deleznable, pero puntual. También periodistas de medios nacionales han tenido problemas en manifestaciones independentistas. Hay catalanes que confían en un determinado cuerpo de seguridad y catalanes que confían en otro. Cataluña está rota, hay un conflicto social muy evidente. Los que niegan que lo hay o no viven en Cataluña o no quieren ver a media Cataluña. Cuando el separatismo cierra el Parlament y se ocupa el espacio público, cuando el día del aniversario de los atentados del 17 de agosto Torra llama a atacar el Estado, se ve claramente lo que pasa en Cataluña.
P. ¿Tiene algo que ver el endurecimiento de la postura de Ciudadanos con un intento de disputarle el voto al PP de Casado?
R. Casado está descolocado con Cataluña, y nosotros vamos a seguir defendiendo a todos aquellos catalanes que tienen que aguantar cada día las imposiciones de Torra. Por otro lado, nosotros no estamos disputando el voto de derechas a nadie. El PP es un partido conservador y Ciudadanos es liberal, demócrata y de centro, como lo que representa Macron en Francia. En España aún estamos en los cajones antiguos de la izquierda o la derecha, pero resulta que en medio hay otro cajón muy amplio.
P. Los ciudadanos sí aprecian un giro a la derecha. Una encuesta del CIS de juliosituaba a su formación en un siete sobre 10, siendo el 10 la extrema derecha. Hace cuatro años estaban justo en el centro (5,5). ¿Le preocupa?
R. Lo que marca a un partido son las propuestas que presenta. ¿Quién defiende más la solidaridad y la igualdad entre todos los españoles que Ciudadanos? A mí las etiquetas me preocupan mucho menos que las políticas.
P. ¿El conflicto social no se soluciona con política? ¿Por qué se oponen a las reuniones del Gobierno con la Generalitat?
R. Más que a las reuniones, nos oponemos a blanquear a Torra. Claro que debe haber diálogo, pero dentro de la ley, algo que Torra ha dejado claro que ni hace ni va a hacer.
P. ¿Usted defiende que Pedro Sánchez hable con Torra?
R. Debe hablar, entre otras cosas para decirle que respete los derechos de todos los catalanes. El problema no es hablar, sino qué se le dice. No se puede aceptar que Torra diga que España es un Estado fascista. Diálogo siempre, pero dentro de la ley. Mirar para otro lado cuando violan los derechos de millones de tus ciudadanos, nunca, que es lo que hace Sánchez.